Europa podría sustentar vida por medio de la tectónica de placas
La Tierra se muere. El proceso es lento y angustioso, sin embargo llegará un momento en el que tengamos que marcharnos de nuestro planeta o perecer junto a él. Los gases de efecto invernadero y la acción contaminante del ser humano están acabando con el planeta rojo, por ello, muchos astrónomos han puesto la mirada en nuevos mundos en los que sea posible el desarrollo de la vida. Es el caso de Europa, una luna helada de Júpiter que podría sustentar vida gracias a la tectónica de placas. Te lo contamos.
Un mundo cercano
La búsqueda de vida en otros planetas se ha convertido en uno de los objetivos clave para cientos de científicos en todo el mundo. Eso sí, la tecnología actual no nos permite llegar con certeza a planetas que no pertenezcan al sistema solar. No obstante, la vida podría abrir su camino en territorios mucho más cercanos. En este caso hablamos de Europa, un satélite de Júpiter que siempre ha generado mucha expectación por incorporar una condiciones aptas para la vida. Y es que un estudio publicado en Journal of Geophysical Research ha especulado que podría haber una gran semejanza con la Tierra en cuanto a la actividad de las placas tectónicas se refiere. Un mecanismo que se enmarca como todo un descubrimiento a nivel mundial que podría sustentar la teoría de vida extraterrestre.
La clave de todo esto es que el Sol está demasiado lejos para derretir la superficie helada de Europa, sin embargo, puede que haya otra fuerza capaz de provocar ese calor interno que tanto necesita el satélite para albergar vida. La teoría que afirma que Europa podría tener placas tectónicas similares a la Tierra ha revolucionado a toda una comunidad científica que ya estaba perdiendo las esperanzas iniciales impuestas en el satélite. Las posibilidades de albergar vida bajo el hielo se disparan, y todo ello gracias a los movimientos de subducción.
Movimiento vital
La subducción puede definirse como el proceso por el que una placa tectónica se desliza debajo de otra y se hunde en el interior del planeta. Un mecanismo que, según los investigadores, puede ser posible en Europa. La corteza superficial del satélite está enriquecida con elementos químicos, por lo que la subducción proporciona la solución para que este tipo de sustancias entren en contacto con las capas oceánicas del subsuelo. Todo ello, bajo los enormes mantos de hielo de Europa. Es decir, si existe o existiera vida en Europa, la subducción ofrece esa forma tan buscada de suministrar los nutrientes necesarios para vivir.