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El Parque Nacional de Yellowstone, ubicado entre Wyoming, Montana e Idaho, atrae a más de cuatro millones de visitantes al año. Sus fuentes termales, géiseres y paisajes volcánicos son lo que más enamora. Sin embargo, el aumento del turismo y los fuertes vientos de la zona han generado un problema inesperado: la acumulación de basura en las áreas hidrotermales.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ha informado de que cada temporada se retiran miles de objetos arrojados o arrastrados por el viento hacia las aguas calientes. Estas piezas no sólo afectan la estética natural de Yellowstone, sino que también pueden alterar la temperatura, el color y el comportamiento de las fuentes geotérmicas.
Así han retirado cientos de gorras y basura de las fuentes geotérmicas de Yellowstone
Durante 2025, el equipo del Yellowstone Geology Program ha retirado más de 13.000 piezas de basura y más de 300 gorras del interior de las zonas termales del parque. Según el USGS, el valor total de los objetos recuperados (entre ellos ropa, palos selfie y mochilas) superaría los 6.000 dólares.
Para acceder a los residuos, los técnicos utilizan herramientas adaptadas a las condiciones extremas del terreno: pinzas telescópicas de hasta nueve metros, cañas de pescar modificadas y cucharones metálicos diseñados por ellos mismos.
Estas tareas deben realizarse con sumo cuidado para evitar daños en las frágiles formaciones minerales y en los mantos bacterianos que recubren los manantiales.
Entre los hallazgos más curiosos destacan una sandalia, un sombrero de imitación de Louis Vuitton, un peluche de koala y una caja de pizza con porciones aún dentro. Incluso apareció una fotografía instantánea del géiser Excelsior en el interior del propio cráter del mismo.
¿Cuáles son las consecuencias ambientales de este hecho para Yellowstone?
La acumulación de residuos en las aguas termales de Yellowstone no es un asunto menor. Los expertos del USGS han advertido que el vertido de materiales orgánicos o inorgánicos puede modificar el equilibrio químico del agua.
Según aclaran los científicos en un comunicado oficial del USGS, «los desechos alteran la temperatura y los colores de las fuentes y pueden detener por completo la actividad eruptiva de los géiseres».
Un ejemplo emblemático es el de la Morning Glory Pool, una fuente que cambió de color tras la acumulación de monedas y otros objetos metálicos arrojados durante décadas por los visitantes. Esa transformación, irreparable, se ha convertido en símbolo de la fragilidad de los ecosistemas geotérmicos del parque.
Además de retirar basura, el equipo geológico de Yellowstone realiza mediciones constantes de calidad del agua, monitoreo de temperatura y análisis químicos. Su trabajo contribuye a anticipar variaciones en la actividad de los géiseres y a mantener el equilibrio natural de este entorno único.
Una labor que combina limpieza y ciencia
El trabajo de los técnicos del Yellowstone Geology Program va mucho más allá de la recolección de objetos. Los especialistas, con formación en geofísica, vulcanología y ciencias ambientales, desarrollan tareas de monitorización científica. Para ello emplean más de cien sensores distribuidos por el parque, capaces de medir la composición química y la actividad térmica de las fuentes.
También colaboran con el Yellowstone Volcano Observatory en la instalación de equipos sísmicos y meteorológicos, y en la colocación de señalización de seguridad en las zonas de mayor riesgo.
La finalidad es doble: garantizar la protección de los visitantes y evitar que la acción humana deteriore los frágiles ecosistemas termales.
La rutina del equipo incluye patrullar más de 2.000 kilómetros de senderos y recorrer miles de kilómetros en vehículo para supervisar las áreas más alejadas. Todo este trabajo se desarrolla con el apoyo del Servicio de Parques Nacionales y de voluntarios que participan en programas educativos sobre la preservación del entorno.
Educación y prevención: las claves para el futuro de Yellowstone
Uno de los objetivos del programa geológico de Yellowstone es educar al público sobre la importancia de mantener intactos los recursos naturales del parque. Los técnicos, fácilmente reconocibles por sus chalecos rojos, aprovechan cada encuentro con los visitantes para explicar cómo pequeñas acciones pueden tener grandes consecuencias.
Las autoridades del parque recuerdan que incluso restos aparentemente inofensivos, como cáscaras de pipas o pieles de frutas, pueden alterar las condiciones químicas de las aguas termales.
Por eso, se insiste en la necesidad de mantener la basura bajo control y de sujetar con firmeza objetos personales ante los fuertes vientos que predominan en la zona.
El Servicio Geológico subraya que el problema no radica sólo en la cantidad de residuos, sino en el impacto ambiental que provocan en un ecosistema tan sensible. Por ello, han reforzado las campañas informativas y los controles en las pasarelas de observación, donde los accidentes con gorras, móviles o palos selfie son habituales.