Torra rompe con ERC tras su inhabilitación y se marcha de Lledoners sin saludar a Junqueras y Romeva

Muy enfadado con Oriol Junqueras y la posición adoptada por ERC durante su mandato, impidiéndole tomar algunas decisiones, Torra pasó de él en la cárcel

Torra
El presidente de la Generalitat, Quim Torra. (Foto: Europa Press)
Joan Guirado

Apartado ya de la primera línea política, mientras organiza su retiro dorado lejos de Barcelona, el ex presidente inhabilitado de la Generalitat, Quim Torra, ya no tiene que guardar las formas para quedar bien con unos u otros. Y en su visita de ayer al centro penitenciario de Lledoners, el primer acto tras cesar del cargo, lo dejó claro. Publicitó su desplazamiento a la cárcel como una visita a los presos separatistas pero Torra sólo tuvo tiempo para los de su partido, los de JXCat. El ex president se fue de la cárcel sin saludar a Oriol Junqueras y Raül Romeva.

El ex jefe del ejecutivo regional está especialmente molesto con el líder de Esquerra Republicana. Le acusa de «torpedear» el día a día del gobierno que ha presidido a lo largo de estos dos años y medio por vía de su vicepresidente y ahora sustituto, Pere Aragonès. A Junqueras, Quim Torra, le culpabiliza de no haber podido avanzar en su propuesta de nuevo referéndum para conducir Cataluña hacía la independencia. Promesa incumplida del ya ex presidente catalán. También achaca al ex vicepresidente encarcelado el sometimiento del Govern a los intereses del Estado, como con la mesa de negociación.

Torra llegó a la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada, acompañado de todo el séquito que le acompañaba hasta antes de entrar en vigor su condena inhabilitadora. De hecho, antes de llegar a Lledoners, esperaba que el Boletín Oficial del Estado publicase oficialmente su cese. Algo que no había ocurrido este martes. Acompañado de la consejera de presidencia y ahora su brazo ejecutor en el Govern, Meritxell Budó, Torra llegó a la prisión con el mismo coche oficial que usaba durante la presidencia -no con otro modelo de vehículo que usan los ex presidentes- y con un número de escoltas muy superior al que acompañan a diario a Jordi Pujol, Pasqual Maragall o Artur Mas. En las puertas del establecimiento penitenciario, como si se tratase de una visita oficial, le esperaban la Consejera de Justicia y los responsables carcelarios.

Una vez dentro, con los mismos privilegios que cuando era presidente de la Generalitat, sin pasar los mismos controles que sí tienen que pasar el resto de visitas civiles, Quim Torra se reunió únicamente con los presos de Junts per Catalunya Jordi Sánchez, Jordi Turull, Josep Rull y Quim Forn. Del encuentro con los políticos catalanes presos en Lledoners ha trascendido más bien poco. Lo que sí ha trascendido es que el ex presidente catalán se marchó de la cárcel sin cruzar apenas mirada con Junqueras y Romeva. Sin embargo, por la tarde, Torra sí se reunió presencialmente en el Palau de Pedralbes con Carme Forcadell y Dolors Bassa, apartadas como él de la primera línea política y de ERC por voluntad propia, que gozan del tercer grado. Un gesto que visibiliza aún más el enfado de Torra con Junqueras y la ruptura total del hasta el lunes president con ERC.

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