Independentismo en Cataluña

Torra prohíbe a Aragonés usar su despacho, su silla y dar el discurso de Navidad

Quim Torra, sin embargo, le dejará a Aragonès a todos sus asesores cobrando sueldo público pese a no tener funciones encomendadas

Torra español
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente y conseller de Economía, Pere Aragonés (d) (Foto: Efe)
Joan Guirado

Ni sentarse en su silla en la reunión semanal del Ejecutivo, ni usar su despacho en el Palau de la Generalitat ni dar el discurso de navidad. Pere Aragonès heredará de Quim Torra la presidencia de la Generalitat, de forma interina, pero con una lista de prohibiciones que le restarán importancia al cargo que ostentará a partir de la semana que viene el líder de ERC.

Junts per Catalunya y ERC negocian estos días, ante la inminente publicación del fallo del Tribunal Supremo que confirme la sentencia contra Torra, la convivencia entre ambas formaciones en el Govern a partir de entonces. Los de Carles Puigdemont pierden un representante y se quedan en minoría. No obstante se han propuesto marcar de cerca a los de ERC.

Una vez Quim Torra cese del cargo, el Govern pasará a estar en funciones. Eso implica que Aragonès no puede ni disolver el Parlament y convocar elecciones, ni cesar o nombrar consellers o promover la aprobación de nuevas leyes. La administración catalana post Torra únicamente podrá gestionar el día a día a base de reales decretos hasta que se celebren las próximas elecciones catalanas.

Entre las negociaciones sobre cómo se repartirán las funciones y el poder, a partir del momento en que un funcionario de la administración de Justicia le comunique a Torra su inhabilitación, JxCAT y ERC hablan de pequeños gestos con una gran trascendencia simbólica como el uso de las dependencias del Palau de la Generalitat o la emisión del discurso que, coincidiendo con el Año Nuevo, pronuncia el president por TV3.

Como ya ocurrió cuando Carles Puigdemont fue cesado en virtud del artículo 155 de la Constitución, con Quim Torra dejando vacío su despacho oficial, cuando el actual president abandone de forma voluntaria o por la fuerza las dependencias del Palau Pere Aragonès no se podrá trasladar a la sede oficial de la presidencia catalana. El vicepresidente, que asumirá de forma provisional las funciones del president, continuará operando desde la sede de la Vicepresidencia, en el distrito obrero del Poblenou.

Cuando Aragonès vaya a la Plaça Sant Jaume, para acudir, por ejemplo, a la reunión semanal del Govern de cada martes, tampoco podrá hacer uso del despacho de Torra de forma puntual. Los servicios adscritos a Presidencia tendrán que elegir un tercer despacho, que no hayan usado Puigdemont y Torra, para celebrar sus encuentros puntuales. En el salón donde se reúnen los miembros del ejecutivo catalán, el de ERC, que actuará como máximo responsable del equipo gubernamental, tampoco se podrá sentar en la silla que hasta el momento ocupaba Quim Torra.

A priori todo el equipo de asesores del actual president se quedará en el Palau una vez su jefe sea destituido. Es el acuerdo que han alcanzado con ERC, para que todos los enchufados continúen cobrando su sueldo público, pese a que prácticamente no tendrán funciones. Alegarán que su cese lo firmó el secretario general de la Presidencia, que a diferencia de Torra no será cesado, y que por tanto la marcha del presidente regional no afecta su relación laboral.

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