Puigdemont quiere retrasar las elecciones catalanas porque no se fía de sus candidatos ‘frikis’

En JXCat y a Puigdemont les genera temor el perfil radicalizado y populista de algunos de los candidatos que han ganado las primarias

Detención Carles Puigdemont
Puigdemont, durante un acto en Perpiñán. (Foto: Europa Press)
Joan Guirado

Carles Puigdemont quiere alejar lo máximo posible las próximas elecciones catalanas, previstas para el 14 de febrero. El líder de Junts per Catalunya, disgustado por el resultado de las primarias, que han convertido su candidatura en una correlación de personajes pintorescos y representantes del separatismo más radical -algo que rompe completamente con la antigua Convergencia- «necesita tiempo», explican en su entorno, para recomponer esa lista votada por los afiliados.

El ex presidente de la Generalitat, reconvertido ahora en eurodiputado en Bruselas, quiere aprovechar la situación de la pandemia en Cataluña para retrasar estas elecciones en el calendario y así ganar tiempo, también, para reducir distancias con su principal competidor, Esquerra Republicana. Puigdemont, en pleno debate de los partidos catalanes sobre qué hacer con las elecciones, y con el Parlament ya disuelto, es uno de los que más presiona para el aplazamiento.

Los primeros nombres de la lista, con la imputada portavoz del partido en el Congreso, Laura Borràs, y el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, son intocables. Tras Elsa Artadi, la dirección que encabeza Carles Puigdemont aprovechará el sistema cremallera hombre-mujer para ir colocando a sus colaboradores más estrechos y de esta forma compensar el resultado de las primarias que se celebraron hace unas semanas.

Además de Borràs, Canadell y Artadi, en el círculo más cercano a Puigdemont se da por descontado que su abogado Jaume Alonso-Cuevillas, en la actualidad diputado en el Congreso, ocupará la cuarta posición. El consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró; el ex consejero de Cultura fugado en Bruselas, Lluís Puig; la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó; el consejero de Territorio y perdedor de las primarias para ser el presidenciable, Damià Calvet, y el vicepresidente de JXCat y hombre de confianza del ex presidente, Josep Rius, también formarán parte de los primeros nombres de la lista.

Otros nombres que tienen asegurada su continuidad en el Parlament son el presidente del grupo parlamentario Albert Batet, que encabezará la candidatura por Tarragona, y la portavoz Gemma Geis, que irá de número uno por Gerona. El consejero de Empresa y Ocupación, que asumió el cargo hace unos meses tras la crisis de gobierno impulsada por Quim Torra, Ramon Tremosa, será el candidato por la demarcación de Lérida después de imponerse en las primarias.

La duda de Puigdemont

Carles Puigdemont no volverá a ser presidente de la Generalitat. Pero aún podría ser candidato de su partido. Fuentes de su entorno apuntan que el eurodiputado separatista está meditando si debe encabezar o no la lista de Junts per Catalunya en los próximos comicios. De hacerlo -decisión que, señalan, tomará en los próximos días- sería un gesto meramente simbólico. En esta ocasión ya no prometerá su vuelta a Cataluña para ocupar el despacho presidencial, como hizo en las últimas elecciones. Dejará claro desde un principio que, si JXCat vence en las urnas, será Laura Borràs la candidata propuesta en el Parlament para convertirse en la primera presidenta catalana.

Malestar por el resultado de las primarias

Más allá del temor de Puigdemont al resultado de las primarias, por el perfil de muchos de los candidatos, los nombres de los más votados ha generado también un cierto malestar entre algunos cuadros de Junts. Los representantes de la tradición más convergente de la formación separatista, más pragmáticos y conservadores que los que han aterrizado directamente en JXCat, lamentan que «ha sido un coladero de freaks». Sostienen que «la mayoría de afiliados se ha dejado llevar por la actitud populista y radical de los que se proponían sin tener en cuenta la capacidad de gestión que puedan tener». Además de Borràs o Canadell, cuyo contacto con la política es más bien escaso, en las primarias también han sido elegidos personajes que se han dejado fotografiar con un fusil contra los españoles o polémicos activistas.

Límite: 15 de enero

Los partidos catalanes, reunidos en el Parlament, se han puesto como fecha límite el 15 de enero para decidir si se aplazan o no las elecciones catalanas. Ese día, de común acuerdo y en función de la situación epidemiológica en esta Comunidad, se decidirá si se mantienen los comicios o no. De mantenerse el segundo domingo de febrero se realizarán pruebas PCR a todos los ciudadanos a los que les toque estar en un colegio electoral.

Además, también se establecerán franjas de votación recomendadas, dejando para última hora del día a las personas que estén infectadas de coronavirus y que quieran ejercer su derecho a voto, ya que no se les puede imposibilitar el sufragio universal pese al contagio.

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