Visita Cataluña

La calle más estrecha de Cataluña está en este pueblo de Tarragona: apenas unos centímetros

Es una curiosidad que ha despertado la atención de visitantes

En Cataluña hay diversidad de plazas y lugares algo peculiares

La calle conecta la plaza de la iglesia con la calle mayor del pueblo

La calle más estrecha de Cataluña está en este pueblo de Tarragona: apenas unos centímetros

En Cataluña hay diversidad de plazas y lugares algo peculiares. Uno de estos: la calle más estrecha de Cataluña. Por si no lo sabías, te contamos que se halla en este pueblo de Tarragona, el Sarral, un pequeño municipio de la comarca de la Conca de Barberà, cuya población ronda los 1.600 habitantes. Entre sus casas de piedra, talleres de alabastro y calles empedradas, se encuentra una curiosidad que ha despertado la atención de visitantes y curiosos: el ya famoso Carrer dels Jueus. Esta vía tan estrecha —que en su parte más angosta mide aproximadamente 57 centímetros— se ha convertido en un símbolo local y en reclamo turístico.

Más allá de la cifra que sorprende, esa estrechez tiene historia, contexto y significado. La calle conecta la plaza de la iglesia con la calle mayor del pueblo, discurre entre arcos apuntados y viviendas antiguas, y remite al legado de una pequeña judería medieval. Su trazado irregular y su anchura reducida hablan no solo de la arquitectura tradicional sino de cómo se vivía y se construía en un entorno histórico de calles estrechas y viviendas contiguas. Este rincón de Sarral, tal como especifica esta web, es, por tanto, un espacio que invita a detenerse, observar y descifrar una historia singular en cada pared.

Esta es la calle más estrecha de Cataluña

La afirmación de que el Carrer dels Jueus es la “calle más estrecha de Cataluña” se basa en medidas oficiales y registros locales. En los artículos publicados por medios regionales se afirma que la vía posee los 57 centímetros en su punto más ajustado. Sin embargo, algunos retos surgen a la hora de comparar: mientras otras calles mantienen una anchura uniforme, esta se va estrechando progresivamente, lo que ha generado cierto debate sobre la titularidad absoluta del récord.

Desde un punto de vista técnico, el ranking de “calles más estrechas” considera factores como el ancho mínimo, la continuidad del tramo y el acceso público. En este caso, el Carrer dels Jueus, del Sarral, cumple esos requisitos y figura como tal en la mayoría de los registros informativos. Más allá del récord, su valor reside en ser testimonio de una estructura urbana propia de épocas antiguas, cuando la densidad constructiva y el terreno limitado hicieron de las callejuelas pasajes estrechos que aún hoy sorprenden.

Un paseo por la historia y el presente

La estrechez de la calle no es solo un detalle arquitectónico: es una puerta al pasado de Sarral. El nombre recuerda la pequeña comunidad judía que vivió en este pueblo durante la Edad Media. Según algunos estudios históricos, el barrio judío estuvo activo desde finales del siglo XIII, aunque bajo la jurisdicción de la judería mayor de Montblanc.

Al caminar por el callejón se perciben elementos antiguos: arcos apuntados, escaleras empedradas, viviendas contiguas y muros que dejan entrever siglos de ocupación. La vía conecta dos puntos clave del casco antiguo y conserva una estética genuina del urbanismo medieval catalán. En 1983 una de sus partes fue reconstruida, lo que permitió conservar su trazado sin perder su carácter original.

Hoy la calle se ha convertido en un atractivo turístico. Visitarla es combinar la sensación de caminar entre muros realmente estrechos  con el conocimiento de que esas piedras han sido testigo de generaciones, oficios y transformaciones. Sarral, conocida también como la “capital del alabastro”, añade a esta singularidad un entorno artesanal y cultural que hace que este rincón tenga aún más encanto.

Cómo acceder a la calle más estrecha de Cataluña

Llegar al Carrer dels Jueus es sencillo: el pueblo de Sarral se encuentra a poco más de una hora de Barcelona por la autopista AP-2, saliendo por Montblanc y continuando por la C-14 hasta la localidad. Esta calle tan estrecha ya aparece en las guías de turismo como un punto de interés curioso que invita a detenerse.

Una vez en el pueblo, la calle se ubica en el centro histórico, por lo que es fácil encontrarla y recorrer sus pocos metros. No obstante, la experiencia no se limita al hecho de pasar por un paso estrecho, sino al conjunto histórico-arquitectónico que la rodea: la iglesia parroquial, las casas indianos, talleres de alabastro y bodegas modernistas. Esta combinación convierte la visita en una inmersión en un microcosmos catalán lleno de identidad.

Al hacerlo, conviene llevar calzado cómodo para las calles que suelen estar con piedras y a la vez permite descubrir los detalles de esta zona. A destacar el contraste entre luz y sombra en el pasaje, la textura de la piedra, los materiales y cómo las paredes de la calle y de las adyacentes se adaptan al relieve del terreno. Es un lugar para observar despacio. Ya tienes un lugar para ir de excursión desde Barcelona, un turismo distinto que permite descubrir la historia de los pueblos de alrededor de Tarragona.

Lo último en España

Últimas noticias