Viral: el arrepentimiento de una madre por los comentarios sobre su hijo con Síndrome de Down

Numerosos son los padres que cuando, por fin, logran su sueño de tener un hijo se topan con una dura realidad. Sí, porque no es todo como lo habían imaginado, debido a que su pequeño presenta alguna enfermedad, trastorno o síndrome inesperado. Precisamente es lo que le sucedió a una mujer que vio cómo su pequeño venía al mundo con Síndrome de Down, lo que provocó que pensara y dijera algunas cosas que hoy rechaza plenamente. De ahí que ahora se haya convertido en noticia. Así, se habla del arrepentimiento de una madre debido a que ha manifestado que está avergonzada de haber deseado determinadas cosas.

Sigue leyendo y conocerás su caso.

Los protagonistas

Dos podemos decir que son las figuras en torno a las cuales gira este caso, que toma como escenario Crouch End, una zona situada al norte de Londres. Y es que es aquí donde residen ambas:

• Claire Farrington, una mujer de 40 años y madre que ahora está absolutamente arrepentida de las ideas y deseos que pasaron por su cabeza cuando nació su hijo. Y es que fue su manera de reaccionar al saber que tenía Síndrome de Down.

• Theo, que es el hijo de la adulta y que ahora cuenta con un año de edad.

El origen de los hechos

En el año 2014 es donde se encuentra el origen de esta historia, pues fue cuando Claire, que trabaja en una empresa de Marketing, y su chico, Andrew, de 27 años y que dirige una fábrica, se conocieron. Lo hicieron durante una fiesta y el flechazo fue instantáneo.

De ahí que comenzaran una relación de pareja sólida que un año después de dar inicio vivió uno de los momentos más importantes: el embarazo. Una noticia esta que llenó de felicidad a los futuros papás, quienes en la semana número 20 de gestación descubrieron que el bebé que venía en camino era un niño.

Se descubre que algo no va bien

Todo iba a su ritmo y sin complicaciones hasta que en la semana 29 de embarazo, en una revisión periódica en el Hospital Whittington de Londres se le comunica a la mujer que algo sucede. En concreto, la matrona que le realiza la ecografía le dice que hay algo inusual, pues el feto tiene un tamaño demasiado pequeño. Por eso, no duda en indicarle a Claire que debe volver al día siguiente para que se le realice un examen de crecimiento.

El nacimiento y la noticia inesperada

A pesar de lo que se le había expuesto, la mujer no le dio más importancia a lo que estaba sucediendo. Sin embargo, todo cambió cuando a la jornada siguiente su ginecólogo le dijo que había que provocar el parto.

¿Los motivos? Que el pequeño no recibía oxígeno suficiente y que eso había traído consigo que dejara de crecer. De ahí que fuera necesario apostar por una cesárea para poder lograr que el niño sobreviviera.

Por eso, la mujer llamó rápidamente a su pareja, que se personó en el hospital para acompañarla, aunque al final el estado de nervios en el que se encontraba le impidió entrar en quirófano con ella. Así, fue la madre de Claire la que asistió al nacimiento del pequeño Theo, que, de manera inmediata, fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos porque había que atenderle con suma dedicación por su pequeño tamaño.

Así permaneció varias semanas y a la tercera se produjo otra noticia inesperada para sus padres: el niño tenía Síndrome de Down.

La reacción

Claire no se podía creer lo que le estaban contando, durante el embarazo se había sometido a las pruebas que determinan si tiene ese síndrome y habían resultado negativas por lo que no podía asimilar que si fuera Down. Hasta tal punto llegaba su agobio, su tristeza y su sorpresa que, como no ha dudado en conocer, no solo se puso a golpear la pared de la estancia sino que estaba horrorizada. Tanto es así que incluso llegó a desear que su hijo no hubiera llegado a nacer.

El arrepentimiento de una madre

Hoy, un año después de la llegada al mundo de Theo, la madre ha dado a conocer que se siente avergonzada y arrepentida por tener esas ideas cuando descubrió que su pequeño tenía Down. Es más, ha manifestado a través de diversos medios de comunicación y redes sociales, que fueron fruto básicamente de los prejuicios que tenía sobre ese síndrome.

Ahora opina todo lo contrario. No duda en manifestar que no cambiaría por nada del mundo a su hijo, al que define como muy alegre y adorable.