Salud

Trastorno negativista desafiante en niños: qué es y cómo se manifiesta

trastorno negativista desafiante
Qué es y cómo tratar el TND en los niños
Blanca Espada

Todos los niños pueden pasar por una fase o periodo en el que se muestren más reacios a hacer caso o a obedecer lo que los padres le «mandan», pero si un niño pierde los estribos con facilidad, desafía constantemente a los adultos, rompe las reglas, molesta y culpa a los demás por sus errores, es rencoroso y vengativo y carece de habilidades sociales, tal vez tenga el llamado trastorno negativista desafiante. Veamos con más detalle a qué se corresponde, de qué manera se manifiesta y qué podemos hacer para tratarlo.

¿Qué es trastorno negativista desafiante?

El trastorno negativista desafiante , también conocido como TND, es un trastorno del comportamiento. Tiene diferentes grados de severidad y afecta a un gran porcentaje de niños . Se estima que su incidencia puede llegar al 15% en niños y adolescentes. Los hombres se ven más afectados que las mujeres, sobre todo antes de la pubertad; posteriormente, esta brecha se reduce.

El trastorno aparece bastante temprano. De hecho, algunas de sus manifestaciones características pueden identificarse incluso antes de los 5 años. Luego, al crecer, el trastorno suele «explotar» coincidiendo con el primer ciclo de secundaria.

En esta fase son más evidentes las disfunciones provocadas por el trastorno, junto con la incapacidad para construir relaciones significativas, que son de fundamental importancia para el bienestar del niño.

Trastorno negativista desafiante: las causas

El origen del trastorno negativista desafiante no es seguro , las causas no se conocen hasta la fecha . Sin embargo, se puede decir que es más frecuente en niños que provienen de familias donde el adulto de referencia (al menos uno de los dos padres ) establece relaciones interpersonales conflictivas, caracterizadas por tonos fuertes, agresivos y polémicos .

El entorno familiar , por tanto, es un aspecto importante para enmarcar el trastorno. El diagnóstico de TND, en cualquier caso, no debe siempre y únicamente referirse a un trastorno circunscrito; también puede ser un indicador importante de problemas subyacentes más profundos que pueden necesitar más investigación o tratamiento.

Síntomas y manifestaciones del trastorno.

Los principales síntomas y manifestaciones del Trastorno se ilustran en el DSM-5 , el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, que destaca algunos comportamientos observables dentro de tres categorías.

  • Estado de ánimo fluctuante e irritable: El niño se enfada muy fácilmente con los demás; es sensible, quisquilloso, resentido.
  • Desafía actitudes polémicas: El niño a menudo se pelea con los adultos , a quienes desafía abiertamente. No respeta las reglas compartidas y las rechaza; molesta a los demás voluntariamente y de forma provocativa; acusa a otras personas de ser responsables de sus errores o mal comportamiento.
  • Conducta vengativa: el niño se involucra en comportamientos rencorosos y, a menudo , vengativos .

Trastorno negativista desafiante: ¿qué hacer?

El niño con trastorno negativista desafiante pone a prueba la paciencia de padres y educadores. Pero , ¿cómo debemos responder a su comportamiento? ¿Cuáles son las estrategias más efectivas a adoptar?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el niño padece un trastorno : está sujeto a altos niveles de tensión física y psíquica , con repercusiones en la escuela y en el ámbito social. Los niños con TND a menudo tienden a estar aislados debido a su comportamiento.

Por ello, la colaboración entre escuela y familia es fundamental para ayudar al niño. Como educadores , es importante no reaccionar, sino actuar . Si reaccionas a las provocaciones, le darás al niño justo lo que quiere. Es fundamental hacer afirmaciones y no preguntas: si le pides al niño que haga algo, probablemente no querrá hacerlo; es más efectivo ser directo , aclarar roles y tareas (las reglas deben ser pocas pero claras ).

No hay que olvidar que los niños con TND tienen las mismas necesidades y deseos que los demás ; el adulto no debe enfadarse ni tomárselo como algo personal , pero recuerda que incluso los pequeños éxitos son importantes. Por ejemplo, puedes establecer una meta pequeña cada día; o encontrar algo en lo que el niño tenga un gran interés y usarlo para involucrarlo en juegos y actividades; así él mismo podrá ayudar a sus compañeros, hermanos o hermanas.

Por último, necesitamos trabajar las emociones , para hacer reflexionar al niño sobre las consecuencias que le ha provocado su enfado . Puede ser útil crear un “calendario de volcanes” , con algunas ilustraciones para ayudar a controlar la frecuencia y la intensidad de los ataques de ira. Esto le ayudará a desarrollar la conciencia emocional.

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