Semana 20 de embarazo: El ecuador de la gestación
Cada una de las etapas del embarazo son importantes, ya que en las mismas se producen cambios y evoluciones significativas tanto del feto como de la mujer. No obstante, si hay una especialmente relevante es la semana 20, ya que se trata del ecuador de la gestación.
La mujer ha alcanzado la mitad de los nueve meses y cada vez ve más cerca el tener a su pequeño en brazos para darle todo el cariño y el amor del mundo. No obstante, hasta llegar al parto hay que afrontar aún muchas situaciones como las que tienen lugar en este momento, del que te vamos a dar consabida cuenta a continuación. Toma nota.
El feto en la semana 20
En torno a los 16,4 centímetros, el tamaño que tiene aproximadamente un plátano, es la longitud que tiene ahora el feto. Y eso sin pasar por alto que cuenta con un peso que ronda ya los 300 gramos.
Además, en esta fase de la gestación podemos destacar que otros aspectos relevantes de ese pequeño que viene en camino:
- Se ha desarrollado de tal manera su sentido del oído, que ya es capaz de escuchar tanto los latidos del corazón como la voz de su madre. De ahí que se recomiende que esta le hable y le cante para que se vaya familiarizando mucho más con ella, para que se vaya fortaleciendo el lazo afectivo entre ambos…
- Su mandíbula está creciendo y todos los órganos relacionados con el intestino se encuentran dentro de la cavidad abdominal.
- De la misma manera, ha desarrollado su sentido de la vista y puede advertir la luz que hay en el exterior.
- Es muy receptivo al estado emocional de su madre. De ahí que pueda compartir con esa sus sensaciones de alegría o de tristeza, por ejemplo.
- No hay que pasar por alto tampoco que, tanto en sus manos como en sus pies, le comenzaran a aparecer los habituales surcos que todos tenemos.
Cambios en la mujer durante la semana 20
La futura mamá también va a experimentar numerosos cambios en la semana 20. No obstante, una de las cosas más importantes que tienen lugar durante la misma es que se va a someter a la gestante a lo que se conoce como ecografía morfológica. Con esta prueba no solo se podrá conocer al detalle el estado de todos los órganos del feto y si su crecimiento es el adecuado sino también el sexo del pequeño.
En el caso de que en esa ecografía se detectara alguna anormalidad, el doctor puede indicar la necesidad de realizar otras pruebas más específicas tales como la ecografía Doppler o la amniocentesis.
Además de lo indicado, no podemos pasar por alto otra serie relevante de aspectos tales como estos:
- El tamaño de la barriga ya es bastante palpable y puede generar problemas para poder dormir. En ese caso, se puede hacer uso de almohadas para embarazadas y, además, se aconseja que la gestante descanse sobre el lado izquierdo. Esta última medida, entre otras cosas, mejorará la circulación sanguínea.
- En la semana 20 la fémina se siente mucho más cansada de lo habitual. Por eso se aconseja que descanse todo lo que sea posible.
- De la misma manera, podemos establecer que es frecuente que las embarazadas en esta fase tengan bajadas de tensión y que no puedan estar mucho tiempo de pie.
Consejos sobre la alimentación en la semana 20
Para poder sobrellevar la gestación de la mejor manera posible, es necesario que la mujer lleve a cabo una dieta adecuada en esta semana 20. En concreto, entre las recomendaciones más importantes, que ya te expusimos en un artículo anterior sobre la nutrición en la mitad del embarazo, destacan las siguientes:
- Al igual que en semanas anteriores, hay que realizar cinco comidas diarias y la primera, el desayuno, tiene que sustentarse en la presencia de tres tipos de productos: lácteos, cereales y fruta.
- De cara a hacerle frente a esa sensación de cansancio constante, debe ingerir productos que le den energía tales como la citada fruta o los frutos secos, como sería el caso de las nueces.
- Entre los platos más adecuados para el almuerzo se encuentran el salmorejo, la ensalada mixta, el pollo con verduras, la sepia con guisantes…
- A la hora de merendar, nada mejor que decantarse por galletas integrales, yogur o un sándwich de queso y jamón york.
- Una sopa o un pescado a la plancha son, sin embargo, los platos más idóneos para la cena. Y es que no hay que olvidar que esa debe ser ligera, nada especiada y nada picante, en pro de facilitar la digestión y, por tanto, de conciliar el sueño.