Dolores de espalda durante la lactancia, ¿cómo prevenirlos?
La lactancia materna es uno de los puntales del crecimiento de cualquier bebé, pues la leche de su progenitora le ayuda a desarrollarse sano y fuerte. No obstante, tampoco hay que pasar por alto que contribuye a estrechar los lazos sentimentales entre madre e hijo.
Sin embargo, no se debe olvidar que dar el pecho provoca que la fémina tenga que hacerle frente a una serie de consecuencias adversas. En concreto, puede ver cómo dolorosas grietas aparecen en sus pezones e incluso puede tener dolores de espalda, por las posturas que adopta durante el amamantamiento y por el tiempo que dura cada toma.
No obstante, para poder paliar esas últimas molestias es importante que tome previamente medidas para prevenirlas. ¿Cuáles? Las que damos a conocer a continuación desde BabyAffinity:
1-Sillón cómodo
Una de las acciones básicas que debe llevar a cabo cualquier mujer que vaya a comenzar a darle el pecho a su hijo para poder evitar sus dolores de espalda es que elija un sillón cómodo para hacerlo. Va a pasar un tiempo considerable amamantándole y es vital que se encuentre en un espacio confortable y que le haga sentir a gusto.
En concreto, se recomienda que ese sillón tenga un respaldo amplio y mullido, que permita tener la columna recta y un notable apoyo en la zona lumbar, y que lo que es el asiento no se hunda.
2-Postura correcta
Indiscutiblemente uno de los factores que más contribuye a evitar que la madre pueda tener dolores de espalda durante la lactancia es que adopte la postura correcta para llevar a cabo la misma. Para conseguir la idónea, es necesario tener en cuenta varios aspectos:
-
La mujer jamás debe tener la espalda encorvada, para así acercarse al bebé. Es este el que debe aproximarse al pecho. De ahí que se recomiende que la mamá tenga los pies colocados en una especie de escabel para que sus rodillas, sobre las que descansa el niño, estén a la altura correcta.
-
Ni que decir tiene que las barrigas de madre e hijo tienen que estar pegadas.
-
La boca del menor debe situarse a la altura del pezón de su progenitora. De esta manera, es como podrá tomar la leche de la mejor manera posible, ya que se darán todas las condiciones para que pueda succionar sin dificultad de ningún tipo.
3-Cambiar de posición
De la misma manera, otra medida que se debe adoptar para prevenir las citadas molestias es que la mujer cambie de posición a la hora de darle el pecho. Es decir, que no siempre adopte la misma en las distintas tomas, sino que vaya cambiando a lo largo del día, para que así su espalda no se fuerce en una zona concreta todo el tiempo.
Eso supone, por ejemplo, que en las tomas nocturnas, en lugar de levantarse de la cama y darle el pecho sentada en el sillón, pueda quedarse en la misma y amamantarle estando los dos tumbados. Así, acostados los dos de lado tendrán máxima comodidad y la espalda de la mamá no se resentirá.
4-Nada de encorvarse
Por supuesto, es fundamental que la mujer en la fase de lactancia no esté encorvada ni a la hora de darle el pecho a su hijo ni tampoco en el momento de realizar diversas tareas. Con esto nos referimos a que, por ejemplo, cuando camine lo haga erguida, a pesar de que el tamaño que ha adquirido su peso tienda a hacerle que doble algo la columna.
De la misma manera, debe evitar encorvarse a la hora de cambiarle el pañal o la ropa a su bebé. Por eso, en lugar de acometer esa tarea en la cama, se recomienda que compre un cambiador, que podrá regularlo a su altura y que le facilitará notablemente el estar en una postura recta durante todo el tiempo.
5-Uso de almohada de lactancia
Si las anteriores medidas citadas son importantes, no lo es menos el hecho de que también es necesario que la mujer conozca que existen una serie de instrumentos que pueden ayudarle a no tener que encorvar su espalda durante el proceso de darle el pecho a su bebé.
Así, por ejemplo, en tiendas especializadas en puericultura o embarazo puede adquirir una almohada de lactancia. Esta lo que hace es colocarse por debajo del niño para facilitar que esté más cerca del pecho y, por tanto, que su mamá no tenga que agacharse para que pueda amamantar. De esta manera, mediante el empleo de dicho artículo, la mujer mantendrá la espalda recta y evitará tensionar los músculos en ciertas partes de su columna. Es decir, pondrá las medidas necesarias para prevenir molestias en la espina dorsal o en las lumbares.