Dramático: padre quema a su hija de 3 años por considerarla demasiado guapa
Siempre pensamos que los padres son los mayores defensores y protectores de sus hijos. Sin embargo, hay ocasiones en las que esos adultos se convierten directamente en los verdugos de los más pequeños. Buen ejemplo de eso es el caso que ha saltado a la luz y que nos resulta dramático: un padre quema a su hija de 3 años por considerarla demasiado guapa.
Realmente horroroso y espeluznante esta historia que se ha dado a conocer en estos momentos a nivel internacional.
¿Dónde ha sucedido y cuándo?
En Australia, concretamente en el barrio de Doubleview, es donde ha tenido lugar este suceso que ha conmocionado no solo a la sociedad de ese país sino al mundo en general. Los hechos tuvieron lugar en agosto del año 2015, pero si ahora se han dado a conocer a nivel internacional, ocasionando una verdadera estupefacción, es porque se está celebrando el juicio. Sí, el que permita depurar las consabidas responsabilidades.
Los protagonistas
Dos podemos decir que son, fundamentalmente, las figuras en torno a las cuales gira este caso que desde luego a nadie deja indiferente:
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Edward John Herbert, el padre de tres hijos, dos niñas y un varón, que meses atrás no dudó en quemar a su pequeña de 3 años y a intentarlo con la mayor, de 7 años.
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La niña que fue quemada por su progenitor después de que la rociara con gasolina.
El origen de los hechos
Hasta agosto del año 2015 hay que remontarse en el tiempo para encontrar el punto de partida de este suceso. En concreto, fue uno de los días de ese citado mes en el que, por la tarde, Edward, su pareja y los tres pequeños se encontraban en la vivienda familiar, situada en el mencionado suburbio.
Allí se hallaban juntos en una jornada que, presumiblemente, era como otra cualquiera y así transcurría. Sin embargo, todo cambió en unos segundos cuando el padre, que había pasado la mañana tomando alcohol y consumiendo cannabis, se mostró violento con las mujeres de la casa.
Padre quema a su hija de 3 años
No sabemos qué le llevó a hacerlo, pero lo que se tiene claro es que Edward procedió a verter gasolina sobre sus dos hijas, la mayor, de 7 años y que cuenta con autismo, y la menor, de 3 años. Una acción que hizo que su pareja intentara actuar contra él, pero rápidamente se encontró con un cuchillo en el cuello, el que le puso el hombre. En concreto, le amenazó con matarla sino se estaba quieta.
Después de eso lo que sucedió es que procedió a quemar a la pequeña con el argumento de que “era demasiado guapa”. Una situación que provocó, lógicamente, que la niña comenzara a chillar. Fueron precisamente sus gritos los que alertaron a una policía fuera de servicio que se encontraba paseando por la zona. De ahí que, sin pensárselo dos veces, accediera a la vivienda y consiguiera rescatar a las menores de las garras de ese individuo.
El juicio
Como nos podemos imaginar, el padre fue detenido en ese momento, tras personarse rápidamente las autoridades, y ahora es cuando se está enfrentando a las consecuencias de sus actos. Sí, porque en estos momentos se está llevando a cabo el juicio por los hechos acontecidos.
El Tribunal Supremo de Australia Occidental es el que se ha convertido en sede de ese acto judicial, que está trayendo consigo que los asistentes escuchen horrorizados todo lo que sucedió. En concreto, con las declaraciones de los testigos, se están poniendo sobre la mesa la actitud del acusado y su acción, el sufrimiento de la menor quemada e incluso la buena suerte de la hija mayor al evitar ser prendida.
Graves heridas son las que sufrió la niña de 3 años, que aún sigue recuperándose de las mismas. En concreto, tenía quemaduras en el 13 % del cuerpo y, a pesar de las intervenciones a las que ha sido sometida, le quedan cicatrices. De esas así como del intento de asesinato de sus pequeñas y de las amenazas a su pareja son a las que debe ahora hacerle frente el acusado. Eso sí, su defensa se ampara en que estaba bajo los efectos del alcohol y de las drogas para intentar que la pena no sea tan elevada.
Habrá que esperar para que se dicte sentencia. No obstante, todo el mundo espera que se haga justicia. Se desea que el responsable de los dramáticos hechos que han dejado marcada para siempre a su hija, tanto físicamente como emocionalmente, sea condenado como es debido por los mismos.