¿Cómo tratar el olor de pies de mi bebé?

Aunque cuando pensamos en los pies de un bebé se nos viene a la mente la imagen de unos pies regordetes, suaves y que dan ganas de besar, no hay que pasar por alto que también pueden oler. Y es que, a pesar de su corta edad, los niños también pueden desprender un mal olor en esa zona de cuerpo. Esto puede ser debido a causas tales como una mala higiene, un calzado inadecuado o la presencia de hongos.

Sea como sea, para evitar ese olor de pies es necesario llevar a cabo una serie importante de recomendaciones:

Zapato adecuado

La primera regla de oro es comprarle un calzado óptimo, que le ofrezca comodidad y que no dañe en absoluto la suave piel que tiene el bebé. Por eso, a la hora de adquirir cualquier tipo de bota, zapatilla o zapato, hay que tener en cuenta estos principios:

• Indiscutiblemente debe ser de piel.

• Es importante que sea transpirable, para que el sudor se evacue y no le reblandezca el pie, lo que puede producir además que aparezca el mal olor.

• Tiene que contar con la suela flexible.

• Debe ofrecerle la mayor comodidad posible.

• Es necesario que no pese mucho.

• Asimismo tampoco hay que pasar por alto que debe garantizar la mejor sujeción posible.

Calcetines

Si importante es el calzado que se le pone al niño, no menos lo es el calcetín. Y es que de este dependerá que también se sienta cómodo y que sus pies transpiren correctamente. Por eso, es imprescindible apostar por modelos de ese textil con las siguientes características:

• Lo aconsejable es que sean de algodón. ¿Por qué? Porque ofrecen mejor transpirabilidad.

• En el caso de que al pequeño le sude mucho el pie, lo mejor es cambiarle los calcetines varias veces al día.

Higiene

Otra de las acciones que indispensablemente hay que llevar a cabo para conseguir que el pie no huela es una correcta limpieza. Por eso, hay que llevar a cabo las siguientes medidas:

• Cuando se bañe al bebé hay que hacer especial hincapié en los pies, que deben limpiarse con agua y jabón. Este debe ser adecuado a su tipo de piel.

• Hay que secar los pies correctamente, porque si se quedan húmedos no sólo pueden oler sino que se puede propiciar la aparición de hongos. Por eso, hay que afanarse en esta tarea y centrarse especialmente en lo que son los huecos entre los dedos.

• Las uñas deben mantenerse limpias y cortas.

Otras recomendaciones

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otra serie de recomendaciones muy útiles para poder evitar el olor de pies en los niños. En concreto, entre las más útiles se encuentran las siguientes:

• Consultar al pediatra qué producto se puede utilizar para frenar ese aroma nada agradable.

• En los meses de verano, se recomienda que los pequeños caminen descalzos por la playa o por la hierba. Así, no sólo se le ofrecerá comodidad sino también la liberación de airear sus pies y de quitarse zapatos y calcetines.