Niños orquídea: Quiénes son y cómo se les puede ayudar y valorar

Los niños nos sorprenden con su personalidad, su creatividad y su sensibilidad. Sin embargo, no todos los niños son iguales ni reaccionan de la misma forma ante el mundo que les rodea. Algunos son más resilientes y se adaptan fácilmente a cualquier situación, mientras que otros son más vulnerables y se ven afectados por los cambios, los estímulos y las emociones. Estos últimos son los llamados niños orquídea, un término acuñado por los investigadores Tom Boyce y Bruce Ellis para describir a los pequeños que tienen una alta sensibilidad biológica. Descubramos más sobre los niños orquídea: Quiénes son y cómo se les puede ayudar y valorar

Niños Orquídea: Quiénes son

Los niños orquídea son aquellos que tienen una alta sensibilidad a su entorno y a los estímulos que reciben. Son niños que reaccionan de forma intensa y emocional a las situaciones que viven, tanto positivas como negativas. Son niños que necesitan un ambiente adecuado para poder desarrollar todo su potencial y florecer como las hermosas flores que llevan su nombre.

Los niños orquídea se caracterizan por:

• Ser muy perceptivos y empáticos. Se dan cuenta de los detalles, de los cambios de humor de los demás y de las necesidades ajenas.
• Ser muy creativos e imaginativos. Tienen una gran capacidad para inventar historias, dibujar, tocar instrumentos o expresarse artísticamente.
• Ser muy curiosos e inteligentes. Les gusta aprender cosas nuevas, hacer preguntas y explorar el mundo.
• Ser muy afectuosos y cariñosos. Necesitan sentirse queridos, apoyados y valorados por sus seres queridos.
• Ser muy exigentes y perfeccionistas. Se esfuerzan por hacer las cosas bien, cumplir con las expectativas y evitar los errores.
• Ser muy conscientes y críticos. Reflexionan sobre lo que ven, oyen y sienten, y tienen su propia opinión sobre las cosas.

Los niños orquídea también tienen algunos desafíos que afrontar, como:

• Ser muy vulnerables y reactivos. Se alteran fácilmente ante los ruidos, las luces, la ropa o los olores. Se angustian ante los conflictos, las críticas o el rechazo.
• Ser muy ansiosos y estresados. Se preocupan por el futuro, por lo que pueda pasar o por lo que piensen los demás. Tienen dificultades para relajarse y dormir bien.
• Ser muy tímidos e inseguros. Les cuesta relacionarse con los demás, expresar sus emociones o defender sus derechos. Suelen tener baja autoestima y miedo al fracaso.
• Ser muy intensos y dramáticos. Amplifican la gravedad de las situaciones, se enfadan o se entristecen con facilidad y tienen cambios de humor repentinos.

Cómo tratar a un niño orquídea

Los niños orquídeas necesitan una educación positiva que les ayude a gestionar su sensibilidad y a potenciar sus fortalezas. Algunas pautas que pueden seguir los padres y educadores son:

• Ofrecerles un ambiente seguro, tranquilo y estimulante. Evitar los ambientes caóticos, ruidosos o violentos que les puedan generar estrés o malestar.
• Respetar su ritmo, sus gustos y sus intereses. No forzarles a hacer cosas que no quieren o no pueden hacer, ni compararles con otros niños.
• Escucharles, comprenderles y validarles. Mostrar interés por lo que dicen, sienten y piensan, sin juzgarles ni minimizarles. Reconocer sus emociones y ayudarles a expresarlas de forma adecuada.
• Acompañarles, apoyarles y animarles. Estar presentes en sus momentos difíciles, ofrecerles consuelo y soluciones. Celebrar sus logros, elogiar sus esfuerzos y reforzar su confianza.
• Establecer límites, normas y rutinas. Darles seguridad, orden y previsibilidad en su día a día. Explicarles el porqué de las cosas y negociar con ellos cuando sea posible.
• Fomentar su autonomía, su creatividad y su diversión. Dejarles espacio para que exploren, experimenten y se equivoquen. Proporcionarles materiales, actividades y juegos que estimulen su imaginación y su aprendizaje.

Los niños orquídeas son niños especiales que requieren una atención especial. Si se les ofrece el cuidado adecuado, pueden convertirse en personas felices, exitosas y solidarias.