Neumonía en los niños: Síntomas y tratamiento

Una de las enfermedades con mayor riesgo de convertirse en un problema realmente grave es la neumonía, que si bien puede afectar a personas de cualquier edad, es especialmente peligrosa en los niños, de modo que hemos de estar alerta y conocer bien cuáles son los síntomas de la neumonía y el tratamiento a seguir para que en caso de que enferme nuestro hijo, podamos actuar con rapidez.

Neumonía en los niños ¿Qué es?

La neumonía es una inflamación que puede afectar uno o ambos pulmones. La neumonía puede afectar a cualquier persona, pero generalmente es más frecuente entre bebés y preescolares, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

Debido a que muchas formas de neumonía dependen de infecciones virales o bacterianas que se transmiten de persona a persona, estas formas son más frecuentes durante el otoño, invierno y principios de la primavera, cuando los niños pasan más tiempo en el interior y en contacto cercano con otros, de modo que aunque podamos pensar que una de las claves es abrigar bien al niño, o procurar que no pase frío, el riesgo de un niño de experimentar neumonía no depende de cómo esté vestido o de la temperatura ambiente.

Causas de la neumonía

En la gran mayoría de los casos, el proceso inflamatorio es causado por una infección , que puede ser de origen viral, bacteriano, pero también fúngico.

La neumonía de origen viral, más común en niños menores de tres años, generalmente es causada por el virus sincitial respiratorio (que también es una causa común de bronquiolitis), pero también puede ser causada por adenovirus y el virus de la gripe. Sin embargo, entre las bacterias responsables de la neumonía, la más común es el Streptococcus pneumoniae (pneumococcus), aunque el Mycoplasma, la Chlamydia pneumoniae, el Haemophilus influenzae y el Staphylococcus aureus también pueden estar involucradas .

A menudo, lo que sucede es que se agrega una infección bacteriana, a nivel pulmonar, a una infección viral, tal vez en las vías respiratorias superiores, de modo que se debilita de forma extrema el sistema inmunitario.

Síntomas de la neumonía en niños

La enfermedad en los niños generalmente se manifiesta con fiebre, tos , alteraciones de la respiración (más frecuentes, más difíciles o con sibilancias), dolor en el pecho. También pueden presentarse síntomas inespecíficos, como somnolencia, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, dolor abdominal o irritabilidad.

Los síntomas son además los mismos incluso en el caso de la neumonía por ingestión debido a la inhalación de cuerpos extraños, sólidos o líquidos, como vómitos o trozos de comida. Los síntomas cuando se produce este tipo de neuomonía suelen ser entonces: fiebre, tos, dificultad para respirar, dificultad o ruido, labios o piel que se vuelven azulados. Con la tos también puede emitirse una mucosidad verde amarillenta o maloliente o vetas de sangre.

Tratamiento de la neumonía en niños

En caso de que el niño presente cualquiera de los síntomas señalados, es importante acudir de inmediato al pediatra o al hospital. Si la neumonía es de origen viral, la terapia consiste simplemente en descanso, buena nutrición con una alimentación llena de nutrientes y abundantes líquidos para diluir la mucosidad y compensar las pérdidas debidas al sudor causado por la fiebre. Si el origen es bacteriano, se usan antibióticos .

Sin embargo, a menudo es muy difícil (incluso para el médico) distinguir una neumonía viral de un tipo bacteriano , por lo que el pediatra generalmente prescribe una terapia con antibióticos , generalmente oral, que debe seguirse todo el tiempo y con dosis indicadas por el médico.

Para mayor seguridad, el tratamiento con antibióticos siempre está indicado en bebés y niños de pocos meses .

En formas más serias o complicadas, además de los antibióticos, también se utilizarán terapias de apoyo como la oxigenoterapia, la fluidoterapia y la fisioterapia .

En el caso de la neumonía por ingestión, además del tratamiento con antibióticos, puede ser necesario extraer el cuerpo extraño con una broncoscopia (una operación bastante delicada, porque las áreas de los niños son muy pequeñas y porque existe el riesgo de aplastar el cuerpo).

¿De qué debes tener cuidado?

Además de estar alerta a los síntomas señalados, una vez se inicia el tratamiento  estos son los signos a los que los padres deben prestar atención, y de este modo pedir opinión del médico:

• Fiebre alta persistente después de 72 horas desde el inicio de la terapia con antibióticos;
• Aparición de dificultad respiratoria;
• Presencia de recesos (hueco de la caja torácica y el yugulo);
• Cansancio extremo del niño o aumento de la somnolencia.