Leuconiquia en niños. Todo lo que necesitas saber
Posiblemente desconozcas por completo qué es la leuconiquia, sin embargo, ten por seguro que con toda probabilidad la hayas visto en más de una ocasión e incluso puede ser que tú o alguien de tu círculo más cercano la haya sufrido. Nos estamos refiriendo a un trastorno que se caracteriza porque lleva a que aparezcan manchas blancas en lo que son las uñas.
Se trata de una situación que es muy habitual que padezcan los niños y que requiere conocerla a fondo para poder descubrir qué la causa, qué consecuencias trae consigo y cómo actuar. Todo en pro de la salud y el bienestar de los más pequeños.
¿Qué la provoca?
La leuconiquia puede surgir por distintos motivos. No obstante, en el caso de los menores se considera que las manchas aparecen de forma punteada y fundamentalmente surgen por tres motivos fundamentales:
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Traumatismo, lesión o golpe que lleva aparejado una inflamación y que provoca que el color de la uña o uñas afectadas se vea alterado de manera contundente. No obstante, en este caso hay que resaltar que también puede producirse por algo tan sencillo como incluso morderse las cutículas de manera habitual.
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Anemia. Sí, como lo estás leyendo. Si se le ven las uñas a un niño y se descubren que tienen manchas, hay que acudir al médico porque puede ser que estas vengan a indicar que lo que le pasa es que tiene este síndrome, es decir, falta de hierro en su organismo. En este caso, además de esos indicativos en las manos, el pequeño se sentirá cansado, puede sufrir dolores de cabeza, en ocasiones podrá tener sensación de mareo, se verá “arrastrado” por la somnolencia.
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Insuficiencia renal crónica, que también origina el citado trastorno que estamos analizando aunque en menor medida.
Eso sí, no hay que pasar por alto que, de igual modo, hay casos que esas manchas surgen para indicar otra serie de enfermedades o situaciones:
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Leuconiquia longitudinal, que, como su propio nombre indica, lleva a que esas decoloraciones en las cutículas sean longitudinales y que determinan la existencia de un tumor.
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Leuconiquia transversal, llamada así porque las manchas son de tipo paralelo y pueden determinar que el pequeño ha sido sometido a una manicura muy agresiva o bien a que sufre algún tipo de afección en el riñón.
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Leuconiquia total, que bien puede ser fruto simplemente de herencia familiar o bien puede ser debido a que tiene insuficiencia hepática.
No obstante, como hemos mencionado la más habitual en los niños es que sus manchas en las uñas sean punteadas y eso venga a indicar que simplemente es fruto de que se han dado algún tipo de golpe o de que se las muerden. En estos casos hay que saber que a los pequeños ni les duelen ni les perjudican de ninguna manera.
Dudas
En el caso de que los padres o las madres tengan serias dudas acerca de la forma de las manchas en las cutículas de sus hijos, lo mejor que pueden hacer es acudir a su pediatra. Este analizará a fondo las mismas y, en el caso de que lo considere necesario, puede establecer la necesidad de someter a los menores a algunas pruebas para así poder salir de dudas al respecto y averiguar si indican algún tipo de enfermedad concreta.
Fortalecer las uñas
Indiscutiblemente para conseguir que las uñas, por golpes o porque se muerden constantemente, puedan estar fuertes y no empiecen a ser quebradizas, favoreciendo la aparición de leuconiquia, es importante que los adultos establezcan que sus hijos sigan una dieta adecuada. En concreto, esta, además de ser sana, completa y equilibrada, tiene que darle especial protagonismo a las vitaminas y a los nutrientes.
La lista de alimentos que puede ayudar en este sentido son muchos, aunque quizás no todos sean del agrado de los pequeños de la casa:
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Frutos secos, especialmente las avellanas, las almendras y las nueces.
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Espinacas, que se podrán comer tanto en ensalada como cocidas, por ejemplo.
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Las legumbres, especialmente las lentejas. En concreto, este tipo de productos consigue aportar al organismo yodo, hierro y calcio, al tiempo que es muy rico en proteínas vegetales. Eso hará que las citadas uñas sean menos débiles y que el menor en cuestión no tenga que hacerle frente a una de las causas habituales de las manchas citadas como es la anemia.
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Frutas, concretamente las que sean de color rojo, tales como las fresas.
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Verduras y hortalizas, tales como las zanahorias, la calabaza o los tomates.
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Las berenjenas y las patatas son, de igual modo, unos alimentos que no deben faltar en la dieta de los pequeños porque son saludables en general y porque les ayudan a tener unas uñas más fuertes, en particular. ¿Por qué contribuyen a hacerlas menos frágiles? Fundamentalmente porque aportan zinc, que es un elemento fundamental que ejerce un papel protagonista en lo que es la formación de las cutículas.