Eritema solar infantil: Qué es y cómo tratar

Tomar precauciones con respecto al sol y los niños es algo realmente importante especialmente en verano, con el fin de evitar quemaduras solares que en el caso de ser graves pueden acabar derivando en que sufran eritema solar infantil.

Eritema solar infantil: Qué es y cómo tratar

El eritema solar se define como una quemadura de primer grado, que aparece aproximadamente seis horas después de la exposición al sol y se manifiesta por enrojecimiento y burbujas en el área expuesta y quemada. Es la primera señal de que el sol ha atacado la piel y que, si no se toman medidas, podría afectar más gravemente. En el caso de los niños, es algo que suele darse mucho en verano dado que en ocasiones la protección solar de los pequeños o se obvia (algo que no debe ocurrir nunca) o sencillamente no se repite (debemos aplicar crema solar a los niños cada dos horas).

Aunque el sol es necesario y beneficioso para los niños desde que son pequeños, y aunque podemos llevarlos a la playa o a la piscina sin problema alguno, es muy importante que los padres tenga conciencia del horario al que exponen a sus hijos al sol (es preferible hacerlo a primera hora de la mañana o por la tarde, a partir de las 16:00 horas) y que apliquen un factor de protección solar de más de 50 sobre las áreas descubiertas .

Es cierto que con los años la producción de melanina mejora y, por lo tanto, la protección natural que ofrece el bronceado, pero siempre se aplicará la protección solar y de este modo evitaremos problemas como el eritema solar infantil.

Significado del eritema solar

Por eritema solar se entiende la aparición de un enrojecimiento de las capas superficiales de la piel, como consecuencia de una exposición a los rayos ultravioleta.

Esta es una quemadura completa de primer grado que generalmente aparece unas horas después de la exposición al sol. En su fase aguda puede causar picazón, ardor, un aumento de la temperatura de la piel. Estos síntomas se resuelven espontáneamente en 2-3 días. 

¿Cómo se previene el eritema solar infantil?

Para evitar las quemaduras solares en nuestros hijos, ya hemos comentado que es realmente necesario mantener a los niños alejados del sol en las horas centrales del día, cuando los rayos solares son más dañinos. Además será bueno seguir estos consejos.

• Aplicar protectores solares con factor de protección 30 o más, 30 minutos antes de la exposición y volvemos a aplicarlos con frecuencia durante el día;
• Hacer que los niños usen ropa que los proteja de los rayos del sol (sombreros con viseras y camisas de manga larga);
• Nunca expongas a niños menores de 6 meses a la luz solar directa.

Qué hacer si aparece un eritema

Si, a pesar de las precauciones, el niño sufre un eritema solar, es importante primero de todo sacar al niño del sol , para evitar empeorar la situación y causar quemaduras más graves.

Para calmar el enrojecimiento, podemos aplicar una emulsión de aceite en agua , ligera pero altamente hidratante. Si, además del enrojecimiento, aparecen ampollas, por recomendación del pediatra , se puede aplicar una crema de cortisona, que reduce el grado de quemaduras.

Además, cuando bañemos al niño es importante evitar el agua muy caliente y usar un aceite o una crema limpiadora en lugar del gel de ducha, que tiene una acción hidratante y emoliente; dependiendo del grado de intensidad y pico de la quemadura puede ser recomendable bañar al pequeño con polvos calmantes, como la avena coloidal.

En los días posteriores al eritema, la piel que se reforma es más oscura y deshidratada, por lo que es necesario hidratarla con cremas ligeramente más gruesas, además es aconsejable que el niño esté absolutamente protegido del sol con filtros muy altos, tanto para evitar nuevos eritemas como para prevenir el formación de manchas oscuras como resultado de la cicatrización.

Cuando preocuparse

En los siguientes casos, será necesario ponerse en contacto con el pediatra o acudir a urgencias:

• Si el niño se muestra confuso, somnoliento, no está bien orientado en su entorno, con o sin fiebre.
• En caso de diferentes manifestaciones cutáneas (ampollas o úlceras, decoloración de la piel o dolor intenso).