¿Dolor de cabeza por la escuela? No es siempre una excusa de los niños

¿Tu hijo se queja a menudo de que ir a la escuela le provoca dolor de cabeza?  Una de las primeras cosas que pensamos es que posiblemente no sea más que una excusa para que no lo llevemos al colegio al día siguiente pero lo cierto es que puede que esa migraña que sufre el pequeño sea real y mucho más, ahora que estamos en otoño. Por este motivo si tu hijo o hija se queja de dolor de cabeza por la escuela, procura entender cómo es ese dolor y si tal vez tiene que ver con la temporada en la que estamos.

Dolor de cabeza por la escuela

El dolor de cabeza de otoño existe. Está científicamente probado. Así lo ha revelado un estudio realizado en el Nationwide Children’s Hospital de Columbus, Ohio (Estados Unidos) por un pediatra, quien notó un aumento en los casos de dolor de cabeza en niños y adolescentes en concordancia con la reanudación de las clases.

Ritmos más intensos

El análisis de 1.300 casos llegados a la clínica estadounidense confirmó que el trastorno es más frecuente en otoño. El motivo principal es el cambio de hábitos: la vuelta a la rutina invernal trae consigo ritmos diarios más intensos y muchas actividades, deportivas y otras, que llenan el tiempo libre. Es por esto que los niños suelen reportar que la escuela les da dolores de cabeza (y tal vez no se les crea). Ante los largos sueños de verano y la libertad de los horarios de las vacaciones, la vuelta a la rutina puede provocar en los niños una carga de ansiedad y estrés que se manifiesta con profundos y frecuentes ataques de dolor de cabeza.

Incluso después de las vacaciones de Navidad

La prueba de que la escuela da dolores de cabeza viene también de otro hecho: el aumento de casos tras volver de las vacaciones de Navidad. Por ello, los expertos aconsejan a los padres imponer un ciclo regular de sueño-vigilia a sus hijos , acostarse temprano entre semana y evitar quedarse en la cama indefinidamente los fines de semana, cenar temprano, evitar el uso de tabletas y ordenadores después de la cena , no exagerar con compromisos extracurriculares, como deportes y cursos complementarios.

Cuando se necesita el pediatra

A menudo, estas medidas son suficientes para resolver el problema. Sin embargo, en el caso de la cefalea primaria, es decir, que no depende de enfermedades sino de una predisposición genética, cambiar el estilo de vida puede no ser suficiente. Si el niño o joven tiene más de 3 ataques al mes, es bueno pedir consejo al pediatra. Además de cambiar los hábitos nocivos, puede ser recomendable contactar con un centro especializado. Muchas veces también se necesita apoyo psicológico porque la tensión nerviosa es un componente relevante en la aparición de las crisis.