¿Se debe comprar un cuaderno de verano para los niños estas vacaciones?
Las vacaciones de verano sirven para que los niños jueguen, practiquen deporte y lean y quizás con ello nos podremos ahorrar comprar un cuaderno de verano.
Instalados ya en las vacaciones de verano, puede que te estés preguntando qué hacer con respecto a las tareas de los niños, tras meses de confinamiento en la que los alumnos de todas las edades han tenido que adaptarse a las clases online o a las tareas diarias enviadas por correo o por mensaje. ¿Deben hacer los niños un cuaderno de verano estas vacaciones?.
¿Se debe comprar un cuaderno de verano para los niños estas vacaciones?
La duda no solo se produce tras lo atípico que ha sido este curso 2019-2020, sino que surge en muchos padres cada verano. ¿Son buenos los cuadernillos de actividades para el verano? ¿Deben los niños realizar tareas escolares en vacaciones? ¿O es mejor que se olviden de todo?.
La clave está en dejar que los niños descansen, y sobretodo se recuperen tras los meses vividos con el confinamiento, pero también en que no olviden lo aprendido a lo largo del curso, y por ello quizás pienses que un cuaderno de verano puede ser la solución, aunque lo cierto es que no es así del todo y más cuando tenemos niños pequeños que pueden ser mucho más reticentes a seguir sentándose todas las mañanas a hacer ejercicios, cuando en realidad quiere jugar y aprovechar las vacaciones.
Puede que en el pasado, los cuadernos de verano eran la solución práctica para que los niños se mantuvieran activos en lo que respecta a las tareas escolares durante el verano, pero lo cierto es que en los últimos años, la ciencia ha demostrado que existen distintas maneras de estimular el cerebro de los niños, a través de actividades que nada tienen que ver con sentarse a hacer deberes.
En este sentido, el juego cobra protagonismo si bien existen juegos que no solo servirán para repasar muchas de las materias escolares, sino también, para estimular funciones cognitivas como, por ejemplo, la atención, la memoria, el lenguaje y las funciones ejecutivas, entre otras, que resultan esenciales en el proceso de aprendizaje, por lo que será bueno por ejemplo, elegir juegos de mesa, antes de poner al niño al frente de un cuaderno de problemas.
Eso sí, debemos saber elegir bien el juego, en función de la finalidad que tenga, que sea adecuado para la edad del niño o niña y si puede ser, que sea un juego para varios niños, de modo que además se estimulen y favorezcan los lazos y comunicación entre los diferentes miembros de la familia.
Por otro lado, los padres pueden recurrir también a la lectura que además de favorecer la estimulación de diferentes funciones cognitivas, permite al niño desplegar toda su creatividad e imaginación, aunque igual que con el juego, será bueno elegir libros adecuados para la edad del niño.
Y como no, tenemos que recomendar también la práctica de deporte o ejercicio físico, de modo que el niño se mantenga en activo también en vacaciones, si bien el ejercicio mantiene también una estrecha relación con el desarrollo cognitivo de los niños cuando son pequeños.
Por último, no hay que olvidarse tampoco del descanso que es una de las claves del verano, con el fin de coger fuerzas para el siguiente curso que debido a la pandemia, ya podemos avanzar que resultará complicado para los niños y niñas en general.
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