Daisy, la bebé con anoftalmía que es un ejemplo para todos

Aunque pensemos que los adultos estamos ya “a vueltas de todo”, que no hay cosa que no sepamos y que creamos que ya nadie nos puede enseñar nada, estamos realmente equivocados. Sí, es así. En ocasiones, nos damos cuenta de que tenemos que poner los pies en el suelo y descubrir que incluso bebés nos dan lecciones de vida. Y esto es precisamente lo que hace Daisy, una bebé que no tiene ojos y que se ha convertido en un ejemplo para todos.

La pequeña

Daisy Smith es una niña británica de tan sólo 1 año y un mes de edad que se ha convertido en viral en todo el mundo. ¿Por qué? Porque es un ejemplo de superación y de afrontar la vida con una sonrisa, aún cuando esa vida no haya sido justa y le haya impedido contar con un día a día como el de cualquier otro niño. Y es que no tiene ojos, sin embargo, eso no le impide ser feliz, disfrutar de todo lo bueno que posee y luchar para seguir adelante.

El origen de todo

Hace casi dos años atrás es cuando da comienzo esta historia. Es el momento en el que los padres de Daisy descubren que están esperando un bebé, lo que les llena de absoluta felicidad. Sin embargo, pronto esa alegría se ve empañada por una noticia absolutamente inesperada y que es un jarro de agua fría para la pareja: las ecografías parecen indicar que la pequeña tiene un quiste en el cerebro. De ahí que los profesionales médicos les den la alternativa de que se piensen seriamente si seguir adelante con el periodo de gestación.

No obstante, tanto la madre, Danielle, como el padre lo tienen claro: quieren tener a su pequeña. Y así continuan con el embarazo.

La anoftalmía

Como en cualquier parto, el de Daisy fue emotivo y especial, lleno de alegría por parte de sus papás que ya podían tenerla en brazos. Sin embargo, también tuvo su parte dura y es que fueron informados de que había nacido con una enfermedad que responde al nombre de anoftalmía. En concreto, se trata de una malformación, ya sea congénita o adquirida, que se identifica por el hecho de que la persona que la padece tiene que hacerle frente a la ausencia completa de los globos oculares.

En Reino Unido, que es donde es la pequeña, esa patología afecta a uno de cada 10.000 bebés.

Un ejemplo de superación

A pesar de ese grave problema y también de que tiene muy deteriorado lo que es el sentido del oído, la menor que nos ocupa nunca deja de sonreír. Siempre está alegre, es muy cariñosa y también una gran luchadora. Sí, lo es, porque en ningún momento ha querido quedarse sentada, día a día hace todo lo que puede para tener una existencia lo más normal posible y disfrutar de lo que tiene a su alrededor.

Sus padres son los que le han inculcado esa positividad y afán de superación. Por eso, han hecho todo lo que está en sus manos para darle la mayor calidad de vida. En concreto, como ahora se ha hecho público a través de diversos medios, han encontrado en la natación una herramienta estupenda para favorecer el crecimiento y desarrollo de su bebé así como para hacerla muy feliz.

La mamá, Danielle, ha explicado, por ejemplo, que “nos ha sorprendido la forma en la que se ha adaptado. Así, cada vez que acudimos a clases de natación en la piscina, es capaz de reconocer el sonido de las puertas, las identifica y eso provoca que no deje de parar de reír”.

Es más, ha afirmado que “queremos que tenga una niñez normal y la natación es parte de eso. Nos ofrecieron en su momento terminar el embarazo, pero estoy contenta y segura de que tomamos la decisión correcta”.

El vídeo

El esfuerzo, la lucha diaria, los avances dentro del agua y la permanente sonrisa de Daisy los podemos ver ahora a través de un vídeo que se ha subido a la plataforma audiovisual Youtube bajo el título “the real life water baby born no eyes whose love for swimming leaves her giggling with joy”.

Se trata de un archivo que nos enternece y emociona a partes iguales, que nos puede ayudar a darnos cuenta de cómo, a veces, nos quejamos por tonterías cuando hay incluso bebés que son más “adultos” que nosotros en cuanto nos dan claras lecciones de vida. Y este es el caso de Daisy, una niña que posiblemente pronto pueda tener ojos de vidrio, pues sus padres se encuentran ahora en conversaciones con los médicos del Hospital Great Ormond Street de Londres. De esta manera, se vendría a mejorar en cierta medida su día en el día, en el que, por ahora, está usando expansores para abrir las cuencas de sus ojos.