Los 10 consejos del neuropsicólogo Álvaro Bilbao para que los niños no estén todo el día «enganchados» al móvil

El uso de dispositivos móviles en niños se ha disparado en los últimos años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en las edades comprendidas entre los 10 y los 15 años, más del 70% de niños ya tiene móvil a los 12, mientras que el porcentaje sube al 88% a los 13 y al 94,8% a los 15, de modo que son muchas las familias que tienen que lidiar con el hecho de que los niños o adolescentes se pasen gran parte del día frente a la pantalla del móvil. ¿Y qué pueden hacer esos padres que desesperados ven como sus hijos pierden el día por estar siempre con el móvil?.

La vuelta al cole se produce esta semana en todas las comunidades autónomas y eso provocará que niños y niñas que han estado gran parte del verano delante de su smartphone y navegando por las redes sociales, tengan que volver a concentrarse en las clases y sus estudios. Sin embargo, seguro que muchos aprovechan la tarde o el fin de semana para hacer uso del móvil cuando lo más aconsejable sería que no lo hicieran, o que de hecho, tuvieran un horario más limitado. ¿Y cómo lograr esto?. Hace poco la actriz americana Drew Barrymore anunció por redes la decisión radical que había tomado con respecto a su hija de 12 años dado que pasaba demasiado tiempo mirando el móvil. La actriz explicó que había decidido quitárselo del todo, algo que ha generado cierto debate entre sus seguidores y que plantea la cuestión de si hacer eso es realmente efectivo.

Cómo hacer que los niños no estén todo el día con el móvil

Barrymore, a la que muchos recordamos por ser la niña que aparecía en la película «E.T.: El Extraterrestre» es madre de Olive de 12 años y de Frankie de 10 años, fruto de su matrimonio con su exmarido Will Kopelman. En un largo post de Instagram, la actriz sorprendió hace poco a sus seguidores explicando que para el undécimo cumpleaños de su hija decidió regalarle un móvil con la condición, de que sólo lo podía usar durante el fin de semana y sin redes sociales. «Pero», explica la actriz, «durante tres meses, recopilé datos de mensajes y comportamiento. Me sorprendieron los resultados. Su vida dependía del teléfono. La felicidad estaba incorporada en ello. La fuente de vida provino de esta mini caja digital. Los estados de ánimo dependían del dispositivo”.

 

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Por eso Barrymore decidió imprimir todos los mensajes de su hija y entregárselos, antes de quitarle el teléfono, explicándole que «ella era una buena persona y que esto no era un castigo por su carácter», sino sólo porque todavía no era el momento de que tuviera un smartphone.

La decisión de esta actriz puede resultar bastante radical. Sin embargo muchos padres se ven tentados a hacer lo mismo con sus hijos, es decir, quitarles el móvil para siempre. Pero ¿es esta una buena decisión?.

Quitarles el móvil de buenas a primeras no es la solución

Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, «cortar por lo sano» con respecto al móvil de los niños puede ser algo efectivo en el momento en el que se produce. Sin embargo, explica que puede llegar a crear una «especie de síndrome de abstinencia difícil de sobrellevar» tanto para el niño como para el resto de la familia.

Por ello, lo primero de todo es importante que seamos sinceros con el niño o niña y que les planteemos cuál es la situación. De este modo podrá argumentar desde su punto de vista y entenderá que puede que no se haya dado cuenta que su vida gira única, y exclusivamente, en torno al móvil.

Los consejos del experto

¿Y qué hacer a partir de aquí? Bilbao explica en un post de su página web, estas diez reglas que podemos aplicar y que resultan efectivas:

• Informar con claridad: es importante explicarle al niño que habrá un cambio en el uso del móvil, pero sin utilizar expresiones drásticas. Basta con comunicar que se reducirá el tiempo o que ya no podrá usar el móvil en ciertos momentos.
• Elegir el momento adecuado: comienza el proceso en días en los que sea más fácil que los niños no estén horas y horas dentro de casa. Momentos en los que podamos salir o cómo ahora, que tenga que ir a la escuela o al instituto.
• Cambiar el entorno: modificar el ambiente ayuda a que el niño se distraiga del móvil. Pasar más tiempo fuera de casa o realizar actividades en un entorno diferente al habitual facilita el proceso de desconexión.
• Retirar el estímulo: mantener los dispositivos fuera del alcance y la vista del niño es clave. Si no están visibles, será menos probable que sienta la necesidad de usarlos.
• Predicar con el ejemplo: los niños imitan lo que ven, por lo que si los padres también reducen el uso de sus móviles y dedican tiempo a jugar con ellos, será más fácil que acepten el cambio.
• Ofrecer alternativas: proporciona actividades que mantengan al niño ocupado y que sean incompatibles con el uso de dispositivos, como jugar, dibujar o hacer ejercicio.
• Fomentar la autonomía: anima al niño a buscar formas de entretenimiento por su cuenta. Ofrece opciones y pregúntale qué actividades prefiere, fomentando su creatividad y autonomía.
• Refuerzo positivo: reconoce y premia los momentos sin móvil con atención y afecto refuerza la idea de que el tiempo sin dispositivos es positivo y divertido.
• Evitar el castigo: es normal que el niño se frustre al reducir el uso del móvil, pero no se debe castigar ni gritar. Manejar las rabietas con calma y paciencia ayudará a una transición más fluida.
• Ser firme pero afectuoso: mantén reglas claras y límites firmes, pero con mucho amor y paciencia. Esta combinación permitirá que el niño se adapte mejor al cambio, sabiendo que tiene el apoyo de sus padres.

Como ves, la clave para reducir el uso del móvil en los niños radica en el equilibrio. Aplicar reglas claras, ser firmes y mostrar comprensión permitirá un uso más controlado y responsable del dispositivo.