5 consejos de belleza para mamás

Ser mamá no significa tener que dejar de ser mujer, es decir, que no hay que perder la faceta más personal y más femenina simplemente porque hay un hijo que cuidar. Es cierto que desde el primer momento que se tiene en brazos al bebé, este pasa a ser la principal prioridad, pero jamás hay que dejar de mimarse a una misma.

En concreto, hay que seguir maquillándose, disfrutando de hobbies propios y aplicándose los tratamientos de belleza que resultan adecuados pero, eso sí, adaptándolos a las necesidades y cuidados del pequeño. Por eso, para poder seguir estando radiante sin que eso suponga ser una mala madre, nada mejor que tener en cuenta los siguientes consejos:

1-Usar productos de belleza multiuso

Uno de los cambios más importantes que experimenta toda mujer cuando es madre es el hecho de que su tiempo de ocio se reduce de manera palpable. Y es que el niño, sobre todo en los primeros meses de vida, requiere una atención prácticamente de 24 horas, por lo que la mamá no goza de horas libres para poder cuidarse como le gustaría.

Por ese motivo, lo más recomendable es que cambie su neceser y opte por productos de belleza que sean multiusos, es decir, que realicen al mismo tiempo dos o más acciones. De esta manera, no necesitará tanto tiempo para aplicarse cremas o maquillaje, por ejemplo. Así, en el mercado hay cremas que se pueden usar tanto para hidratar la piel como para nutrirla y además luchar contra el envejecimiento.

2-Practicar ejercicio

Una de las claves para poder estar en forma, con una salud envidiable y con una imagen perfecta es el deporte. No obstante, a las mamás se les dificulta notablemente el poder practicarlo tanto como les gustaría.

Pero es necesario que encuentren espacio en su agenda para hacer ejercicio, el que más les guste. Por ese motivo, pueden optar por pedir ayuda, a sus parejas o familiares, para que se queden con el bebé mientras van al gimnasio o salen a practicar running.

Todo eso sin pasar por alto que también pueden llevar a cabo acciones diarias que les permitirán estar en forma: subir escaleras en lugar de coger el ascensor, sacar a pasear al perro, bajarse del metro o autobús varias paradas antes de llegar al trabajo, ir a comprar andando y no en coche…

3-Adecuar las rutinas de belleza

De la misma manera, es necesario que las rutinas de belleza que tenía la mujer cambien cuando tiene al niño en casa. Y es que la falta de tiempo ya mencionada no le permite pasarse varias horas aplicándose cremas, poniéndose el tinte, pintándose las uñas…En ese caso, debe acortar esos hábitos y ¿cómo hacerlo? Aprovechando su cualidad de mujer de “poder hacer varias cosas a la vez”. Así, por ejemplo, puede aprovechar la ducha para depilarse y exfoliarse la piel también e incluso dejar que actúe una mascarilla en su piel mientras está haciendo cualquier tarea del hogar.

4-Descansar lo máximo posible

Una de las reglas de oro para lucir radiante y hermosa es la de descansar convenientemente. Esa máxima establece que, al día, hay que dormir entre 7 u 8 horas, sin embargo, eso se convierte en un imposible cuando se es madre. Y es que el sueño se interrumpe por el llanto del bebé, la necesidad de comenzar una toma, cuidarle porque está enfermo…

No obstante, a pesar de todo eso, es necesario que pueda descansar el máximo tiempo posible para que tenga un aspecto impecable. Por eso, cuando su hijo está durmiendo, debe aprovechar para hacer lo mismo, es decir, compaginar y compatibilizar sus descansos con los del niño. Es vital que priorice su bienestar a tener la casa en perfecto orden. Y es que si descansa todo lo posible no sólo lucirá un mejor aspecto sino que estará cuidando su propia salud.

5-Disfrutar de los pequeños placeres de la vida

Para poder estar hermosa y presumir de imagen es necesario estar feliz. Y para conseguirlo no hace falta disfrutar de grandes lujos, sino de los pequeños placeres de la vida que son los que le dan realmente sentido. Con esto nos referimos a que la mamá debe hacer cosas que le hagan sentir bien, valiosa y afortunada. En concreto, puede optar por alternativas como estas:

• Jugar con su pequeño.

• Quedar con sus amigas a tomar un café, a cenar o incluso a salir de fiesta.

• Tener una cena romántica con su pareja.

• Cantarle y contarle un cuento a su hijo.

• Si le apasiona la literatura, encontrar un tiempo a diario para leer.

• Escuchar música.

• Ir al cine o al teatro en compañía de sus seres queridos.

• Disfrutar de encuentros familiares.

• Gozar de las relaciones íntimas con la pareja, para evitar que la pasión decaiga y una crisis llame a la puerta.