Cojín de lactancia: ¿Qué es y cómo elegir uno bueno?
El cojín de lactancia debe elegirse según la forma, como una serpentina o un donut, y también que esté hecho con relleno orgánico para garantizar mayor comodidad.
La lactancia materna es un proceso de suma importancia para el desarrollo del bebé. La nueva madre debe procurar alimentar al bebé con la leche materna, por lo que es importante no solo asegurar una buena posición del lactante para que pueda alimentarse sin problema, sino también procurar que la madre esté cómoda. Para ello se creó el cojín de lactancia que sin embargo a día de hoy, sigue siendo para muchas familias algo desconocido. Veamos entonces con detalle qué es un cojín de lactancia y cómo elegir uno bueno.
Cojín de lactancia: ¿Qué es y cómo elegir uno bueno?
El cojín de lactancia resulta un accesorio muy útil para las nuevas madres, pero hay que destacar que en España su uso aún no está tan extendido como debería, si bien tiene una lista considerable de beneficios y aspectos positivos frente a precios muy bajos.
Todavía no vemos a muchas madres que usen cojines o almohadas «especiales» para amamantar, probablemente porque, al tener que elegir entre varias compras, tiende a considerarse un accesorio secundario que se puede pasar por alto.
Es una verdadera lástima ya que muchas madres que lo han usado se sorprendieron por su efectividad y ya no han podido prescindir de él.
Útil tanto en casa como al aire libre, fácilmente transportable, duradero en el tiempo, adaptable a diversos fines además de la fase de lactancia y compuesto por materiales biológicos de calidad, el cojín de lactancia también puede representar un regalo tan útil como inesperado y sorprendente.
El principal beneficio del cojín de lactancia
Los cojines de lactancia están diseñados con el expreso propósito de ayudar a las madres a sostener al bebé durante la toma de leche del pecho, de manera que se pueden evitar posiciones incorrectas y el consecuente dolor de espalda, pero también se puede utilizar de muchas otras formas.
Marcas de sobras conocidas por todas aquellas personas que esperan un bebé o que acaban de tener uno, entre las que tenemos por ejemplo Chicco, Prenatal o Nuvita son solo algunas de las marcas capaces de producir excelentes cojines de lactancia con gran atención tanto al embalaje como a los materiales utilizados. Las ofertas crecen día a día y los precios bajan pero en un mar de consejos y opiniones, no siempre es fácil entender cuál es el mejor cojín de lactancia en función de nuestras necesidades, por ello a la hora de escoger uno, puedes guiarte por las pautas ahora señaladas.
La función y uso del cojín de lactancia
El cojín de lactancia, tal y como indica su nombre, se utiliza para facilitar la fase de lactancia a la madre, evitar el dolor por posturas incorrectas y mientras tanto apoyar al bebé de la mejor forma posible.
La lactancia materna, no nos cansaremos de repetirlo, es uno de los momentos más importantes en la formación de la relación madre-hijo y, en particular durante las primeras semanas y meses, puede llevar mucho tiempo durante el día, tiempo que no debemos vivir con incomodidad y agobio sino que, por el contrario, debe convertirse en un momento mágico, de gran intimidad entre madre e hijo.
Y es precisamente en esta situación donde interviene el cojín de lactancia: el bebé apoyado en esta superficie cómoda, adaptable y relajante, aprenderá a encontrar la posición adecuada y la madre podrá amamantar con mayor facilidad, pudiendo además realizar otras acciones como leer un libro.
El cojín soporta el peso del recién nacido, destinado a aumentar de semana en semana, encontrará su posición preferida y, al mismo tiempo, dada su flexibilidad y adaptabilidad, permitirá a la madre encontrar la mejor posición posible para diversas partes de su cuerpo.
Y además, no limita su utilidad y su valor a la hora de alimentar al bebé. Algunos de ellos, en particular los modelos serpentinos, también se pueden usar durante el embarazo para ayudar a las futuras madres a dormir mejor mientras que los que tienen forma de rosquilla, pueden acomodar cómodamente, de manera segura y cálida, al recién nacido que se quedará dormido después de la alimentación.
Todos los minutos dedicados a amamantar a nuestro hijo, sumados, representan una cantidad considerable de horas: ¿por qué vivirlos con malestar cuando, con poco costo y esfuerzo, es posible sentirse mucho mejor y permitir la comodidad tanto de la madre como del bebé?.
¿Qué forma elegir?
Los cojines de lactancia como acabamos de comentar, se pueden dividir genéricamente en dos grupos según la forma, a lo que posteriormente hay que añadir consideraciones sobre los materiales utilizados, tanto en el forro como en lo que se refiere al acolchado. Las dos formas principales son la de una serpentina y la de una rosquilla o donut.
- Cojín de lactancia serpentina: Esta forma tiene aspectos positivos que, sin embargo, afectan más a la fase del embarazo que a la de la lactancia.
Al ser una forma muy flexible, la futura madre puede adaptarla de la mejor manera para encontrar la posición ideal durante el sueño y el descanso , pero al amamantar, su capacidad para asumir múltiples formas se convierte en un problema, dado que al ser tan grande es fácil que el bebé se hunda o que la madre no encuentre la mejor posición para colocarse. Sin embargo, se convierte en una excelente almohada en caso de un parto gemelar , pues al ser más flexible puede adaptarse fácilmente a las necesidades de una madre con dos bebés para amamantar. - Cojín de lactancia donut: Además de la forma, particularmente adecuada para sostener al bebé mientras lo alimenta, este modelo generalmente está equipado con un mejor acolchado y tiene una gama más amplia de usos.
Después de amamantar al bebé, el cojín tipo donut se puede usar para permitir que el bebé se acurruque y se duerma, y también puede servir muy bien como asiento cuando crezca. Asimismo, la almohada donut también sirve durante el período de embarazo, asegurando un asiento cómodo para la futura madre. Además, gracias a su forma, también es muy cómodo como almohada de viaje.
¿Cuáles son los mejores materiales?
Por último, debes saber que existen cojines de lactancia con diversos materiales utilizados para el acolchado, pero ahora la tendencia apunta principalmente a un solo material, dado su origen completamente biológico y natural y sus múltiples efectos beneficiosos.
Por lo tanto, también consideremos que existen cojines rellenos de plumas, poliéster u otros materiales artificiales, pero siempre que sea posible tratamos de preferir el relleno con cáscara de espelta o de mijo . ¿Y porqué? te estarás preguntando.
La cascarilla de espelta (y, en menor medida y en menor medida también la del mijo) suele derivar de los residuos del procesado de cultivos orgánicos que no han utilizado pesticidas y, además de no contener sustancias nocivas, tiene una buena densidad adecuada para resistir la niño sin deformarse demasiado bajo su peso.
Otra de las cualidades extraordinarias de este material es el hecho de que la cáscara de espelta contiene porcentajes muy elevados de ácido silícico , lo que representa un remedio totalmente natural contra diversos problemas y aflicciones. Se actúa para aliviar el dolor muscular y óseo, es un analgésico natural, es bueno contra las contracciones musculares y proporciona alivio para una amplia gama de molestias, de migrañas al dolor de espalda.
Es necesario asegurarse de que el relleno provenga de cultivos orgánicos, y a menudo hay composiciones mixtas que agregan otros elementos beneficiosos a las cáscaras de espelta como la lavanda.
El otro gran aspecto positivo de este acolchado es su capacidad termorreguladora, que asegura calidez en invierno y sensación de frescor en verano . Para completar la lista de aspectos positivos de la cáscara de espelta encontramos propiedades transpirantes y antiparasitarias.
En cuanto a la funda para tu cojín de lactancia, lo más recomendable es el algodón por encima de cualquier otro material , con fácil lavado en lavadora.
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