Salud

Bronquiolitis en lactantes: causas, síntomas y prevención.

La bronquiolitis en lactantes es una enfermedad que corresponde a una afección respiratoria y que es imporrtante saber identificar y cómo tratar.

Bronquiolitis
Toda la información sobre síntomas y tratamiento de la bronquiolitis en lactantes
Blanca Espada

Una de las enfermedades del lactante que más puede preocupar a  los padres es la bronquiolitis, una enfermedad respiratoria que ocurre con mayor frecuencia tras un resfriado. Veamos cuáles son sus causas, sus síntomas, tratamientos y prevención.

No siempre es conveniente alarmarse sin más, pero dado que los recién nacidos suelen resfriarse con cierta frecuencia, puede que los padres se preocupen por si deriva en esta enfermedad que podéis conocer ahora al detalle.

¿Qué es la Bronquiolitis ?

Bronquiolitis

La bronquiolitis es una patología viral que afecta a niños menores de dos años. Muchos virus están involucrados, pero el principal se llama virus sincitial respiratorio. Es un virus particularmente activo en el período de invierno. La infección afecta a la mayoría de los niños y, por lo tanto, se vuelve endémica. A los tres años de edad, todos o casi todos los niños ya son positivos para anticuerpos contra este virus.

Los otros virus que pueden causar la enfermedad son muy diferentes: los virus de la gripe, adenovirus, metapneumovirus, coronavirus, o rinovirus son algunos de ellos.

Síntomas de la bronquiolitis

La infección afecta a los bronquios y bronquiolos causando un estado inflamatorio, aumento de la producción de moco y obstrucción de las vías respiratorias.

Los síntomas principales son:

  • Fiebre leve.
  • Inflamación nasal (rinitis).
  • Tos persistente
  • Dificultad respiratoria.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Dolores intercostales.

La tos tiende a empeorar gradualmente, al igual que la dificultad para respirar bien. El niño toma respiraciones cortas y rápidas y las costillas también pueden regresar.

En los bebés menores de 6 meses de edad, a menudo hay una disminución en el nivel de oxígeno en la sangre (saturación) y pueden deshidratarse fácilmente debido a la dificultad de la alimentación. En los bebés menores de 6 semanas de edad, el riesgo de apnea es alto, es decir, una interrupción prolongada de la respiración, un evento potencialmente peligroso.

Contagio y duración de la bronquiolitis

La propagación del virus se produce por contacto con las secreciones infectadas. La fase contagiosa dura unos 6-10 días.

En la mayoría de los casos, la bronquiolitis se trata fácilmente en el hogar. A veces, sin embargo, es necesaria la hospitalización, especialmente si son niños muy pequeños que necesitan un control cuidadoso. Esta enfermedad es la causa principal de hospitalización en menores de un año.

Factores de riesgo

La bronquiolitis puede ser más grave en algunos casos:

  • Bebés prematuros.
  • Niños menores de 12 semanas.
  • Enfermedad cardíaca congénita.
  • Fibrosis quística
  • Displasia broncopulmonar.
  • Anomalías congénitas de las vías respiratorias.
  • Inmunodeficiencias.

En estas situaciones, el pediatra generalmente sugerirá que llevemos al bebé al hospital.  Debemos señalar de forma especial que será mejor ir directamente al hospital si nota dificultades respiratorias muy graves o si el niño tiene una tez cianótica (azulada) en los dedos o alrededor de los labios.

Tratamiento de bronquiolitis

Los niños que no tengan dificultades respiratorias severas pueden ser alimentados normalmente, generalmente recibiendo tratamiento en el hogar. Es esencial mantener limpia la nariz, luego hacer lavados nasales frecuentes y aspirar el moco. Algunas veces se recetan broncodilatadores o medicamentos a base de cortisona, mientras que los antibióticos no están indicados (a menos que el niño esté inmunodeprimido o haya dudas sobre una infección bacteriana contemporánea).

Bronquiolitis y alimentación

A menudo, a los bebés que contraen bronquiolitis les cuesta comer bien debido al exceso de moco y la dificultad para respirar. Las tomas del lactante deben dividirse: es mejor intentar alimentarse con más frecuencia, pero en cantidades más pequeñas, en lugar de al revés. Esto es para evitar la deshidratación que, especialmente en bebés muy pequeños, puede ser peligrosa.

Cómo evitar el contagio

Los consejos de los expertos son claros y simples:

  • Evita el contacto con otras personas resfriadas en la familia (incluidos padres y hermanos mayores).
  • Lavado frecuente para mantener la nariz libre: usa una solución fisiológica o hipertónica. Deben hacerse incluso si el bebé no está particularmente obstruido.
  • Lava bien las manos antes de tocar a los recién nacidos para evitar el paso del virus.
  • No fumes en casa: el tabaquismo pasivo es uno de los factores más importantes de agravamiento de la patología.
  • Fomenta la lactancia materna tanto como sea posible: la leche materna contiene elementos protectores para el bebé.

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