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Acné durante el embarazo: por qué se forma y qué no hacer

Lo que debes evitar hacer si tienes acné durante el embarazo y cómo prevenirlo

Acné después del embarazo: ¿Qué es y cuáles son las causas?

Mujer con la cara de lado y de la que se ve que tiene acné
Mujer con acnë.
Blanca Espada

El embarazo es una etapa maravillosa y transformadora en la vida de una mujer, pero también viene acompañado de una serie de cambios físicos y hormonales significativos. Entre estos cambios, uno de los más comunes, aunque menos hablados, es el acné. Muchas mujeres experimentan un brote de acné durante el embarazo, incluso si nunca han tenido problemas de piel anteriormente. Este fenómeno puede ser desconcertante y frustrante, especialmente en un momento en que el cuerpo ya está pasando por tantos cambios.

Durante el embarazo, el cuerpo produce una cantidad significativa de hormonas adicionales, particularmente progesterona. Esta hormona juega un papel crucial en la preparación del cuerpo para el embarazo, pero también puede estimular las glándulas sebáceas de la piel, aumentando la producción de sebo.

Motivos del acné durante el embarazo

Es importante entender que el acné durante el embarazo es una condición común y, aunque puede ser molesta, es manejable con los cuidados adecuados. A continuación exploramos en detalle las razones detrás de la aparición del acné en el embarazo, qué medidas se deben evitar para no empeorar la condición y qué remedios pueden ayudar a tratar y prevenir estos brotes. Al comprender mejor esta condición, las futuras madres pueden encontrar formas efectivas de cuidar su piel y sentirse más cómodas durante esta etapa tan especial.

Cambios hormonales

Como ya mencionamos, uno de los factores más influyentes en la aparición del acné durante el embarazo son los cambios hormonales. La progesterona, una hormona esencial para mantener el embarazo, aumenta significativamente. Esta hormona, además de su papel principal, también estimula las glándulas sebáceas, haciendo que produzcan más sebo. El exceso de sebo puede mezclarse con células muertas de la piel y obstruir los poros, lo que lleva a la formación de puntos negros y granos.

Estrés

El embarazo puede ser una época de gran estrés físico y emocional, lo que también puede contribuir al acné. El estrés puede provocar un aumento en la producción de cortisol, una hormona que puede agravar las condiciones inflamatorias, incluida la piel. La combinación de estrés y cambios hormonales puede crear un ciclo vicioso, donde el estrés empeora el acné, y el acné, a su vez, aumenta el estrés.

Cambios en la dieta y el estilo de vida

Durante el embarazo, muchas mujeres cambian su dieta y estilo de vida para asegurar el bienestar del bebé. Sin embargo, estos cambios pueden afectar la piel de maneras inesperadas. Por ejemplo, el aumento en la ingesta de ciertos alimentos o suplementos puede desencadenar brotes en personas susceptibles. Además, la falta de sueño y la fatiga, comunes durante el embarazo, pueden debilitar el sistema inmunológico, haciéndolo más difícil para el cuerpo combatir las bacterias que causan el acné.

Qué no hacer para tratar el acné durante el embarazo

Uno de los errores más grandes que pueden cometer las mujeres embarazadas es usar medicamentos para el acné sin consultar a un profesional de la salud. Muchos tratamientos comunes para el acné, como el peróxido de benzoilo, el ácido salicílico y ciertos retinoides, pueden ser dañinos para el feto. Es crucial hablar con un dermatólogo o un obstetra antes de iniciar cualquier tratamiento para asegurarse de que sea seguro tanto para la madre como para el bebé.

Evitar productos agresivos

Los productos para el cuidado de la piel que contienen ingredientes agresivos o irritantes pueden empeorar el acné y dañar la piel. Evita el uso de exfoliantes físicos ásperos, tónicos astringentes y limpiadores que contengan alcohol. Estos productos pueden eliminar los aceites naturales de la piel, causando una sobreproducción de sebo y más brotes de acné.

No apretar ni exprimir los granos

Apretar o exprimir los granos puede parecer una solución rápida, pero en realidad puede causar más daño que beneficio. Esta práctica puede provocar infecciones, cicatrices y una inflamación mayor. En su lugar, es mejor dejar que los granos sanen por sí solos o buscar tratamientos tópicos recomendados por un profesional de la salud.

Remedios para tratar y prevenir el acné durante el embarazo

Mantener la piel limpia es fundamental para prevenir y tratar el acné. Utiliza un limpiador suave y sin fragancia para lavar tu cara dos veces al día. Evita frotar la piel con fuerza y asegúrate de enjuagar bien para eliminar todos los residuos del limpiador.

Hidratación adecuada

La hidratación es esencial, incluso para la piel grasa. Usa una crema hidratante ligera y no comedogénica para mantener tu piel equilibrada y evitar que se vuelva excesivamente seca o grasa. La hidratación adecuada puede ayudar a mantener la barrera natural de la piel, protegiéndola de irritaciones y brotes.

Dieta equilibrada

Una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede ayudar a mantener tu piel saludable. Evita los alimentos procesados y con alto contenido de azúcar, ya que pueden desencadenar brotes de acné. También es importante mantenerse hidratada bebiendo suficiente agua a lo largo del día.

Tratamientos naturales

Existen varios tratamientos naturales que pueden ser seguros y efectivos para tratar el acné durante el embarazo. Algunos aceites esenciales, como el aceite de árbol de té, tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Sin embargo, siempre consulta a tu médico antes de usar cualquier tratamiento natural para asegurarte de que sea seguro durante el embarazo.

Consultar con un dermatólogo

Si el acné es severo o no mejora con el cuidado básico de la piel, es aconsejable consultar a un dermatólogo. Un profesional puede ofrecerte tratamientos seguros y efectivos que están aprobados para su uso durante el embarazo.

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