6 razones para no enfadarse cuando los niños se portan mal
Los niños se portan mal para llamar nuestra atención, cuando están estresados o como proceso de aprendizaje por lo que es mejor no enfadarse con ellos.
Los niños en especial cuando son pequeños, pueden tener ciertos problemas a la hora de controlar sus impulsos o rabietas. Si a eso le sumamos la situación actual que se vive en medio de una pandemia, es posible que de vez en cuando, los niños se enfaden con mayor facilidad, de modo que antes de perder la paciencia, quizás sea bueno respirar un poco y buscar entre las 6 razones para no enfadarse cuando los niños se portan mal.
Lo cierto es que no existe una edad específica en la que los niños comienzan a portarse mal o a tener rabietas, como tampoco hay una edad establecida para que dejen de hacerlo. Debemos intentar evitar que se produzcan en cuanto aparecen y lidiar de la forma más adecuada la situación en la que el niño no se comporta, de modo que pueda aprender a rectificar su actitud, ya que en realidad, si nos enfadamos no vamos a poder solucionar nada.
6 razones para no enfadarse cuando los niños se portan mal
- Es importante que expresen sus emociones. Las lágrimas contienen cortisol, la hormona del estrés. Cuando el niño se porta mal, y llora, estará liberando estrés. También se ha encontrado que las lágrimas reducen la presión arterial y mejoran el bienestar emocional, siempre que haya un ser querido en contacto cercano, de modo que si al niño le da por una de sus pataletas debemos estar cerca para que sienta que no está solo y que le podamos ayudar a que se calme.
- Portarse mal puede ayudar al niño a aprender. El aprendizaje es tan natural para los niños como la respiración y cuando son pequeños, lo absorben de todos lados, incluso de los momentos en los que se portan mal. Podemos dejar que se expresen entonces y que aprendan de la situación, pero en lugar de enfadarnos, es mejor hacerles entender que su comportamiento les habrá servido para aprender qué no está bien tener una pataleta o rabieta sin sentido o que sus acciones siempre tienen consecuencias.
- Aprende a decir «no». Si aprendes a decir no cuando el niño te pide algo o quiere algo, podrás sentirte bien en el caso de que se porte mal por no conseguir su objetivo. Portarse mal es casi algo natural en muchos niños, de modo que es importante que sepamos establecer límites, decir no y con ello evitar el enfado o sentimiento de culpabilidad.
- El niño se porta mal para llamar la atención . Portarse mal en muchos casos no es más que la llamada desesperada del niño/a para que le hagamos caso, de modo que si encima nos enfadamos, es posible que solo consigamos que el niño se encierre en sí mismo y que además ese comportamiento vaya a peor.
- Los enfados ayudan al comportamiento a largo plazo de tu hijo . A veces, las emociones de los niños surgen de otras maneras, como la agresión, la dificultad para compartir o negarse a colaborar en tareas simples como vestirse o cepillarse los dientes. Todos estos son signos comunes de que su hijo está luchando con sus emociones. Tener una gran rabieta ayuda a su hijo a liberar las sensaciones que pueden dificultar su yo natural y cooperativo.
- Si el berrinche ocurre en casa, hay menos posibilidades de que ocurra en público . Esto también es algo bueno: una cosa es administrar la escena en la casa privada, otra cosa es hacerlo en plena calle, supermercado o en la casa de un amigo.
Temas:
- Niños