Verano

Las 5 reglas de oro para llevar al bebé a la playa

Tener cuidado con la crema que aplicamos, no exponer de forma directa y no meterlo en el agua hasta los 4 meses son algunos de los puntos clave para llevar al bebé a la playa.

bebé playa
Reglas para que podamos llevar al bebé a la playa de forma segura
Blanca Espada

Si tuviste a tu bebé hace poco y deseas pasar con él sus primeras vacaciones en el mar, o de hecho comenzar a preparar la temporada de verano, nada como llevarlo a la playa pero siempre respetando todas las pautas para garantizar su seguridad. Conozcamos entonces 5 reglas de oro para llevar al bebé a la playa.

Las 5 reglas de oro para llevar al bebé a la playa

Evidentemente lo primero que debemos tener en cuenta es que aunque tengamos muchas ganas de llevar al bebé a la playa, deberéis limitar vuestras salidas con él a momentos en los que el sol no sea demasiado caluroso (antes de las 11:00 y después de las 17:00 horas).

Además de tener muy en cuenta el horario en el que llevamos al bebés a la playa, deberemos también seguir algunas pautas o reglas muy concretas y que os vamos a enumerar a continuación:

Nada de nadar antes de los 4 meses

Los baños de mar no se recomiendan en absoluto si son pequeños , como los de una piscina. Primero, porque tu hijo no se beneficiará de ello.De hecho es posible que si apenas tiene dos o tres meses, se lleva un gran susto con las olas del mar y evidentemente, les cogerá miedo. Sin mencionar que el agua está llena de gérmenes y hongos de todo tipo. En todos los casos, la natación está absolutamente prohibida para él hasta que no haya recibido todas las vacunas necesarias , es decir , hasta los 4 meses de edad.

Luego, hasta el año de edad, es mejor no dejarlo más de 5 minutos seguidos en el agua. Como su sistema de termorregulación aún no es completamente efectivo, puede enfriarse muy rápidamente.

Nunca dejes al bebé desnudo en la arena

Ya sea para jugar o para tomar una siesta, coloca siempre al bebé sobre un pareo o, mejor aún, sobre una toalla de felpa grande que absorba su transpiración. El contacto directo de la arena sobre su frágil piel podría provocarle irritaciones e incluso infecciones. Las niñas, en particular, corren el riesgo de sufrir vulvitis si permanecen sin traje de baño.

No entres en pánico, sin embargo, si tu hijo se mete arena en la boca, es extremadamente común. Simplemente haz que la escupa y limpia el interior de su boca con un paño húmedo. Y si le entra en los ojos, debes enjuagar abundantemente con agua limpia o suero fisiológico, tratando de evitar que se los frote. Cuando llegues a casa, dale siempre un baño con especial énfasis en los pliegues del cuerpo.

Las gafas de sol son imprescindibles

Los ojos de los niños pequeños son mucho más permeables a los rayos UV que los nuestros: antes del año de edad, el 90% de los UVA y más del 50% de los UVB llegan a la retina. Por tanto, sus gafas de sol no son un artilugio .

Olvídate para siempre de los modelos puramente bonutos: bajo el efecto del plástico teñido, la pupila se dilata al sol, dejando que los rayos ultravioleta aún más dañinos pasen a la retina, sin un filtrado efectivo. Para elegir las gafas de sol bien, asegúrate de que tengan el marcado CE  y que proporcionen un índice de protección tipo 3 o 4 .

La sombrilla no es suficiente

Si bien es muy útil, la sombrilla está lejos de ser suficiente. Aunque parezca que tu bebé está a la sombra, la arena refleja casi el 20% de los rayos del sol en su piel. También hay que tener cuidado con el tiempo nublado que podría hacerte creer que puedes prescindir de la crema: ¡ las nubes dejan pasar casi todos los rayos ultravioleta!.

Para estar completamente protegido, el bebé debe tener crema, una camiseta, un sombrero de ala ancha y gafas. Y esto incluso para dar un paseo corto, no solo para ir a la playa. En cualquier caso, los niños pequeños no deben exponerse de forma directa al sol en absoluto .

Protección solar específica para bebés

La mención «bebé-niño» que aparece en los protectores solares para niños no es otro argumento de marketing. Al ser la piel muy fina, es mucho más permeable a los agentes químicos. De ahí la utilidad de elegir estos productos hipoalergénicos que han sido testados en pieles sensibles y cuya protección UVB-UVA es óptima, ya que se encuentra entre 30 y 50+ . Además, la mayoría de ellos están fabricados con pantallas minerales , los únicos componentes que garantizan la máxima tolerancia para la piel de los más pequeños. En cualquier caso, para las partes del cuerpo descubiertas, opta por una crema de factor 50 o 50+.

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