Álex Valdivia: «Nuestro objetivo es ser decisivos y condicionar la forma de gobernar»
"Los encuestas no son favorables pero hay que cogerlas con cierta relatividad. El verdadero sondeo es el 28 de mayo"
"Lucharemos contra los 20.000 alojamientos turísticos ilegales y crearemos un peaje para los coches de fuera de Baleares"
"Hay que quitar grasa política de las instituciones y por eso proponemos volver al sistema de elección previo a 2007"
Álex Valdivia (Palma, 1966) es el candidato de Ciudadanos a la presidencia del Consell de Mallorca de cara a las próximas elecciones del 28 de mayo. Economista de profesión, Valdivia fue elegido como cabeza de lista de la formación naranja en substitución de Osvaldo Cifre, quien renunció a su cargo a mediados de abril. En esta entrevista para OKDIARIO, el candidato de CS defiende un mayor control de las plazas turísticas ilegales y la implementación de un peaje para los vehículos que no son de Baleares.
Además, incide en reducir el peso político de las instituciones en la comunidad y propone volver al sistema de elección previo a 2007. Pese a lo que auguran las encuestas, se muestra optimista y confía en el «voto valiente de las personas que se sienten liberales». «Nuestro objetivo es ser decisivos y condicionar en la forma de gobernar», asegura Valdivia, quien recientemente anunció que se encuentra en medio de un tratamiento contra el cáncer.
Pregunta.- ¿Cuáles son sus principales propuestas para el Consell de Mallorca?
Respuesta.- En materia de turismo, luchar contra la oferta ilegal. Se está hablando mucho de su crecimiento, pero no conseguimos atajar uno de los principales problemas que son esas 20.000 plazas de alojamiento ilegal, que no pagan tributos, que no tienen ninguna regulación, que ni siquiera cumplen los mínimos de seguridad. En segundo lugar, también reducir el peso político de las instituciones. Hay que quitar grasa política. No puede ser que siempre se esté pidiendo sacrificios a los ciudadanos y, sin embargo, las instituciones sigan en su burbuja. Nosotros proponemos volver al sistema de elección previo a 2007, con el que los diputados de los consejos insulares cumplían doble función como diputados del Consell y del Parlament. Actualmente tenemos 138 diputados electos, el mayor porcentaje respecto a la población después de Canarias. Evidentemente, los ciudadanos no tienen por qué soportar tanto gasto político, el cual supone además una descoordinación entre instituciones. Es todo lo contrario al tan proclamado federalismo interior de las islas. A partir de ahí, también vamos reforzar los servicios sociales. Creemos que se necesita invertir mucho más en servicios sociales. Hay 5.500 plazas en residencias, en centros de mayores y en centros de día y hay una lista de espera de 1.500. Es decir, que necesitamos un tercio más. Estas serían tres de las principales propuestas que nos gustaría llevar a cabo.
P.- Y en cuanto a la movilidad y carreteras, ¿qué propone su formación?
R.- Nosotros proponemos, por un lado, completar el segundo cinturón de Palma. Hacer también obras pendientes como son la ronda norte de Inca y la carretera de Manacor a Felanitx, que está en pésimo estado pese a ser dos importantes capitales comarcales. También queremos ajustar el límite de velocidad a la densidad de tráfico en la Vía de Cintura, de tal manera que se asegure la distancia de seguridad. Nos parece que el límite arbitrario de los 80 km/h es absurdo. Y también apostamos por la movilidad y por el transporte colectivo. El transporte colectivo entendido como alternativa atractiva, no queremos obligar a la gente, preferimos regular, con lo cual incentivaremos el transporte colectivo. Queremos implantar el Metrobús, que sería un autobús eléctrico con sus propios viales y sus propias estaciones de intercambio. Estas irían, en principio, de Llucmajor a Calvià, pasando por el aeropuerto y Son Llàtzer y utilizando sus propios carriles. Podríamos utilizar viales que actualmente están en desuso, como el Camí de Son Fangos, el Camí Fondo… Y también quisiéramos implantar un peaje para aquellos vehículos que vienen de fuera y que, como sucede en muchas ocasiones, pasan la mayor parte del tiempo aquí, en Baleares. Con ello se financiaría el transporte público y, al mismo tiempo, se ayudaría a las empresas de alquiler de coches locales a que puedan competir en pie de igualdad con las grandes flotas. Me refiero a esas flotas que vienen de fuera y que están domiciliadas en municipios con muy baja fiscalidad para los vehículos de tracción mecánica.
P.- ¿Qué opina de la gestión del pacto de izquierdas que preside Catalina Cladera?
R.- Creo que gobernar no es fácil. Ha habido aciertos y errores, pero en muchos casos ha habido falta de valentía. Uno de los ejemplos o de los grandes errores es la eliminación de 17.000 plazas de alojamiento turístico de la bolsa, que se aprobó en el último pleno con una enmienda boche después de haber estado ocho años gobernando. Hombre, suena un poco electoralista, sobre todo cuando hay 20.000 plazas que operan ilegalmente. Es cierto que ha habido un esfuerzo, pues se ha pasado de 15 a 25 inspectores de turismo, pero solo se ha detectado el 5% de la oferta ilegal. Ya le digo, me parece que falta valentía y propuestas serias y, sobre todo, falta eliminar grasa política, crear un equilibrio y defender los derechos de los ciudadanos. El otro día, cuando estuve hablando con Cati Caldera, ella me dijo: Es que usted no cree en las instituciones. Y yo le respondí: No, yo creo en los ciudadanos. Las instituciones están para servir a los ciudadanos. Me parece que el concepto de que los ciudadanos están para servir a instituciones es completamente erróneo.
P.-¿Cuál ha sido su primera experiencia en política?
R.- Yo fui militante del Centro Democrático y Social hace veinticinco años y llegué a presidente de Juventudes. No volví a entrar en política hasta la entrada de Joan Mesquida en Ciudadanos. La verdad es que él me devolvió la ilusión por el querer hacer política. Yo creo que es positivo que gente que fuera, de la calle, entre en política. Lo que me parece un poco terrible es esa gente que solo ha vivido dentro de la burbuja política y no conoce nada más. Que no ha pisado la acera, que no conoce los problemas de la gente… Esa gente que únicamente conoce los problemas de sus colegas, que son otros políticos que han tenido el mismo tipo de carrera.
P.- ¿Cuál es su profesión?
R.- Yo soy economista y también hice turismo. Tengo un máster en Estudios Europeos por la Universidad Libre de Bruselas y un Máster en Análisis Político por la Universidad Abierta de Cataluña. Trabajo como técnico superior en la Comunidad Autónoma y me he dedicado básicamente al análisis económico y a las relaciones con la Unión Europea.
P.- ¿Cómo afronta Ciudadanos la recta final de la campaña cuando la mayoría de resultados en las encuestas no son demasiado buenos?
R.- Las encuestas hay que cogerlas con cierta relatividad. Precisamente el pasado domingo dos medios impresos de Baleares han dado resultados completamente diferentes y divergentes. La verdadera encuesta es el día 28 de mayo, nosotros vamos con optimismo. Creemos que uno ha de defender en lo que uno cree y creemos en el voto valiente. Nosotros calculamos que hay un 8-10% de personas que se sienten liberales en Baleares y apostamos por ello. Yo sé que Ciudadanos va a ser decisivo y que vamos a poder condicionar las políticas para el bien de los ciudadanos y de los contribuyentes. Basta ya de hablar del Estado de bienestar, cuando en lo que se está pensando es en el bienestar del Estado. Es el momento de dejar que puedan disfrutar de sus beneficios a los que, hasta ahora, han sido los del paganinis del Estado de bienestar. Esos que han contribuido pero que no han recibido ninguna ayuda, ni a la hora de comprar un piso, ni a la hora de pagar el colegio, el comedor, etc.
P.- Si consigue representación, ¿con quién pactaría?
R.- Dependerá del programa. Lo que tenemos claro es que queremos ser decisivos, sea dentro o fuera del gobierno. Yo no estoy por los sillones, estoy por y para decidir políticas. Por tanto, sea dentro o fuera del gobierno, nuestro objetivo es condicionar. Con quién no pactaríamos sería con los extremos, eso lo tenemos claro. Estamos para moderar la política y, sobre todo, para buscar consensos y políticas a largo plazo.
P.- Usted se ha enfrascado en una campaña electoral al mismo tiempo que está luchando contra un cáncer de próstata. ¿El tratamiento de su enfermedad le ha mermado su participación en la campaña?
R.- Me gustaría separar un poco los temas. Yo cuando hice público el problema de salud que estoy padeciendo era simplemente para levantar la alarma, para concienciar sobre el cáncer de próstata y otros cánceres. Para decir a los ciudadanos que, por favor, se hagan seguimiento y se cuiden. Es una enfermedad silenciosa, yo por ejemplo no tenía ningún síntoma. Y mi intención a la hora de hacerla público no era más que un mensaje de concienciación a la ciudadanía. Por lo tanto, no quiero mezclar lo que es la campaña electoral con mi situación de salud personal.
P.- ¿Cuáles son sus propuestas en temas de cultura y patrimonio?
R.-Nosotros estamos por proteger el patrimonio, sobre todo el patrimonio arquitectónico. Tenemos una gran riqueza cultural. Estamos también por elaborar y constituir lo que serían las rutas del Archiduque Luis Salvador. Queremos aprovechar todo el legado que nos dejó el archiduque para incluso hacer una ruta que vaya desde Formentera hasta Mahón. Y después creo que es importantísimo pasar de lo que es la normalización a la normalidad. Llevaremos a las instituciones lo que es normal en la calle. La gente habla castellano y/o catalán sin ningún problema, sin ninguna rencilla. La gran mayoría lo hace y existen relaciones cordiales. Y bueno, la política de normalización que han estado apoyando diferentes gobiernos lleva ya 40 años en este país. Cuando las cosas duran 40 años no suelen resultar muy provechosas.