El Sindicato Médico denuncia la caótica situación de la sanidad en Baleares: faltan 800 profesionales

El presidente del Sindicato Médico en Baleares (Simebal), Miguel Lázaro, ha advertido de que «faltan 800 médicos en Baleares, 350 solo en Atención Primaria». Lázaro ha vuelto a pedir al Govern balear que preside Francina Armengol que «capte y fidelice a profesionales» porque «no se puede permitir que este verano no haya sustitutos en los hospitales, ni que en los últimos cinco o seis años sólo un tercio de médicos de familia que finalizan su especialidad se queden en centros de salud».

Lázaro ha ofrecido estos datos durante el encuentro mantenido este martes con el PP balear para analizar la situación sanitaria. «La obligación del Govern es captar y fidelizar profesionales», ha enfatizado, reclamando una vez más «la necesidad de poner en marcha estrategias como la actualización del complemento de insularidad, que está bloqueado desde 2007, o bien el protocolo para plazas de difícil cobertura y estímulos para prolongar la actividad asistencial de los médicos una vez jubilados».

Y es que, para Lázaro, lo que ha ocurrido este verano «no ha sido, como ha dicho el gerente de Son Espases, una tormenta perfecta, sino el resultado de una falta de planificación».

En esta línea, Simebal ha denunciado ante Inspección de Trabajo la «sobrecarga asistencial» en Atención Primaria. Una denuncia que ha sido estimada y que ahora da un plazo al Ejecutivo balear para hacer estudios de riesgos psicosociales que ayuden a determinar cómo esta situación perjudica a los profesionales.

Según Lázaro, «actualmente hay médicos con una agenda de 35, 40 o 45 pacientes en Mallorca y también en Ibiza. Es más, hay médicos que están atendiendo a entre 2.000 y 2.100 titulares de tarjetas sanitarias en la mayor de las Pitiusas, cuando la media es de 1.350. Todo ello, sin contar que la Administración balear lo tiene más fácil para la gestión porque un 40% de los ciudadanos pagan seguro privado. Si no, ¿qué pasaría?», se ha preguntado.

Según concluye el informe de Inspección de Trabajo, el IB-Salut deberá realizar las evaluaciones psicosociales, con especial incidencia en las cargas de trabajo de todos los centros de salud de las áreas de Mallorca, Menorca, Ibiza-Formentera, en el plazo de un año -entre julio de 2022 y julio de 2023- y deberá remitir su programación a Inspección de Trabajo, en un periodo de 15 días, recoge Europa Press.

Medidas cautelares de carácter organizativo

Además, mientras se realizan las evaluaciones psicosociales, se recomienda establecer medidas cautelares de carácter organizativo que permitan aminorar la sobrecarga de trabajo o, en su caso, evitar la exposición prolongada al riesgo -como la revisión de turnos o de guardias-.

Simebal ha reiterado que el Servicio de Salud balear era pleno conocedor de la existencia de estas sobrecargas notificadas a través de Hojas de Comunicación de Riesgos y en los correspondientes Comités de Seguridad y Salud, como obliga la normativa. Por lo que ha negado que dicha sobrecarga se deba a una séptima ola de coronavirus, como sostiene el Govern, y ha defendido que «la razón fundamental» es la falta de médicos.

De hecho, un reciente informe del Ministerio de Política Territorial señala que en 2016 había en Baleares 13.116 médicos en la sanidad pública y que en 2021 la cifra había bajado a 11.690. Se ha prescindido, por diferentes motivos, de 1.426 médicos y las plazas no se han cubierto.

Otro problema es la falta de homologación de los títulos de muchos profesionales. A modo de ejemplo, en Urgencias del Hospital Can Mises de Ibiza, de 24 médicos, 20 no tienen la especialidad; en Atención Primaria hay 23 sin especialidad y en Pediatría 14.

Reunión con el PP

En la reunión con el Sindicato Médico, el PP de Baleares ha ofrecido «gestión, confianza y rigor» para «volver a humanizar la sanidad pública». Según ha informado la presidenta del PP balear, Marga Prohens, «el PP se pone a disposición del personal sanitario, para ofrecerles más recursos, confianza y rigor, para que puedan atender a pacientes con tiempo y utilizando las nuevas tecnologías».

En esta línea, la dirigente popular ha advertido de que «no es de recibo, que con más presupuesto y recursos que nunca, las urgencias hospitalarias estén desbordadas, haya camas cerradas en Son Espases, la Atención Primaria esté totalmente desbocada y haya unidades básicas de salud cerradas porque no hay médicos y los que hay están atendiendo a más de 69 personas diarias».

«Se ha abandonado la gestión y a los profesionales, lo que supone también haber abandonado a los enfermos, sobre todo a los más vulnerables», ha concluido Prohens.