Quince familias sobreviven en el mayor vertedero ilegal de chatarra de Palma junto al barrio del Molinar

Desde el mayor vertedero de chatarra de Palma se ve el mar. Ubicado a apenas 350 metros de la Playa de Ciudad Jardín, viven allí -o sobreviven como pueden- hasta 15 familias. Se calcula que hay más de 40 personas ahí viviendo. Una de las residentes de la zona sale a saludarnos y nos advierte de las represalias que podemos sufrir si tomamos alguna foto.

Nos cuenta que ella lleva viviendo ahí «más de media vida», en total 27 años. Y que son ya varias las generaciones que hay allí instaladas. «Muchos se dedican a la chatarra», nos cuenta la señora. En el año 2008 ese asentamiento lucía de color verde y, aunque ya contaba con algún resto de basura allí depositado -tal y como se puede observar en las imágenes de Google Maps-, contrasta radicalmente con la imagen que hoy presta.

El Ayuntamiento de Palma del socialista José Hila asfaltó en el año 2022 el Camí Viquet de la capital balear. Esa obra se llevó a cabo en el marco de las reivindicaciones que tenía por bandera la Plataforma Estimam Es Molinar. «Este asfaltado beneficiará especialmente a las personas que habitan en esta zona rural y para todos aquellos que acceden al campo de fútbol del Rotlet desde la autopista», manifestó en esa fecha el presidente de la plataforma vecinal, Miquel Obrador.

La realidad es que hoy hay asentadas 15 familias que conviven entre la chatarra que se ha ido almacenando y cuyas viviendas -o chabolas- se encuentran pegadas a la Autopista de Llevant, con el inconveniente que eso genera. Allí mismo, hace apenas unos años, había un molino -hablamos del barrio del Molinar-, que ha desaparecido. El paso del tiempo es también testigo del creciente número de personas que en esa misma calle -un callejón sin salida- están actualmente viviendo.

El asentamiento más grande se encuentra ubicado a la derecha, así como uno entre la Autopista de Llevant. También hay nuevas viviendas que han ido proliferando, tanto a medio camino, en la zona cercana al campo de fútbol, como al final del camino. En todos los establecimientos de chabolas hay vehículos. Se observan a simple vista un Audi, un Mercedes-Benz… y muchas furgonetas de color blanco. Alguna sin cristales y únicamente cargada con sillas y muebles en su interior. «Aquí hay gente que trabaja», nos cuenta la señora que ha salido a saludarnos.

Hace algunos años, en 2020, los vecinos del Molinar se unieron para alertar del número creciente de construcciones ilegales que había en el Camí Viquet. Veían con preocupación que se estuviese comenzando a construir un nuevo asentamiento chabolista que iba creciendo y que se iba pareciendo cada vez más a los ubicados en Son Banya o en la Riera.

La inquietud fue creciendo entre los vecinos del barrio, que denunciaron entonces que ese fuese un punto de venta de droga, con coches robados y abandonados. Otra gran preocupación era que tras el desmantelamiento de Son Banya los vecinos decidiesen instalarse ahí como nuevos inquilinos. La Associació de Veïns es Born del Molinar pidió por escrito al exalcalde socialista José Hila que la policía actuase en la zona y que tomase las medidas a su alcance para hacer cumplir la normativa municipal y proceder así a desmantelar el asentamiento.

Varios asentamientos chabolistas eliminados en Palma

Cabe recordar que el objetivo del Ayuntamiento de Palma liderado por Jaime Martínez (PP) es ir eliminando progresivamente todos los asentamientos chabolistas que hay instalados de manera ilegal en la capital balear, como ha hecho en el primer año de mandato municipal.

En el pasado mes de enero de este mismo año, el Consistorio desmanteló el mayor asentamiento de chabolas que ha existido en pleno centro de Palma desde hace cinco años, situado concretamente en un aparcamiento municipal colindante al Parc de Ses Estacions de la capital balear, en la calle Eusebio Estada.

Tres meses después el alcalde Martínez acabó con otro asentamiento de chabolas que llevaba más de seis años instalado también en el céntrico parque de Ses Estacions, en uno de los laterales de la zona verde más transitada y visitada de la capital balear. En concreto, estaba situado en la calle Marqués de la Fontsanta, bajo una de las pasarelas que atraviesa una de las salidas de la subterránea Estación Intermodal, había un asentamiento de indigentes que era permanente por los años que llevaba.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, todavía quedan varios asentamientos por desmantelar, como es el caso del ubicado en el barrio de Son Oliva, situado bajo el puente del tren y de la Vía de Cintura, o el de  locales subterráneos municipales frente al parque Pocoyó.

En total, el número de personas que pernoctan al raso o en un asentamiento chabolista en Palma se triplicó durante las dos pasadas legislaturas. Si en 2015 eran 135, ahora son más de 400, todo un indicativo del incremento de la pobreza que se ha producido en Palma estos años, acrecentada por la pasada pandemia de covid.