El alcalde de Palma elimina otro asentamiento de chabolas en el céntrico parque de Ses Estacions
Llevaba seis años ubicado bajo la pasarela del espacio público más concurrido de la zona centro
En nueve meses el primer edil ha acabado con todas las barracas de indigentes allí instaladas
El alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, acaba con otro asentamiento de chabolas que llevaba más de seis años instalado en el céntrico parque de Ses Estacions, en uno de los laterales de la zona verde más transitada y visitada de la capital balear.
En la calle Marqués de la Fontsanta, bajo una de las pasarelas que atraviesa una de las salidas de la subterránea Estación Intermodal, había un asentamiento de indigentes que era permanente por los años que llevaba.
Allí se almacenaban toda clase de enseres y basuras, incluida incluso una placa solar inutilizada, para sorpresa de los miles de transeúntes que cada día cruzan la zona. Esta semana el asentamiento ha desaparecido y el lateral del parque está libre de cualquier rastro, por lo que en apenas nueves meses que el primer edil lleva en el cargo, ha eliminado todos los asentamientos de indigentes en esta céntrica zona de Palma.
Una determinación que pone en evidencia, aún más si cabe, la pasividad del anterior gobierno municipal de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos, que permitió que proliferaran chabolas dentro y fuera de un parque ubicado frente a la Plaza de España y la Estación Intermodal.
De hecho, hubo una de ellas que permaneció instalada en el centro de esta zona verde más de dos años, sin que el ex alcalde socialista, José Hila, ni la anterior dirección de Serveis Ferroviaris de Mallorca que gestiona la citada estación de trenes y autobuses, moviera un dedo pese a la degradante imagen que ofrecía el parque.
El mayor asentamiento de chabolas en esta zona de Palma, estuvo ubicado durante al menos seis años en el otro extremo del parque (calle Eusebio Estada) hasta el pasado 24 de enero, en el que fue desmantelado por los operarios de Serveis Ferroviaris que acabaron con la treintena de barracas instaladas.
Una operación de limpieza de este estacionamiento municipal de pago en superficie, que llevaba más de media docena de años en pie ante la dejadez de las autoridades. Allí indigentes y vagabundos hacían sus necesidades en las inmediaciones de este espacio público, colindante a una de las zonas de ocio infantil más frecuentadas por las familias palmesanas de los barrios del Ensanche.
La excusa que el anterior gobierno municipal daba para no actuar era siempre la misma: si no hay menores implicados que vivan allí no podían hacer nada, ni obligar a estas personas a ingresar en un centro social.
El entonces concejal separatista de asuntos sociales, Antoni Noguera, se escudaba en el hecho de que era el Consell de Mallorca el responsable de dar cobertura social y atención a las personas sin hogar de Palma, en concreto, la Unidad de Emergencia Social (UMES) de Cruz Roja. Y la institución insular se negaba a desalojar porque estaba en un terreno de titularidad municipal.
Esta inacción del ex alcalde socialista José Hila provocó no sólo la consolidación del asentamiento de chabolas, sino el incremento de pobladores y el aumento de las quejas vecinales.
La proliferación de poblados de chabolas en la capital balear fue una constante durante las dos pasadas legislaturas y hoy están presentes en los barrios de Son Serra, Son Oliva, Sa Riera, Cas Capiscol o en la céntrica calle Aragón, en un solar ubicado frente a la salida y entrada a la Vía de Cintura.
Un asentamiento éste del barrio de Son Forteza que ha ido ganando en extensión desde hace tres años, y consolidándose, detrás de una casa okupa en ruinas de la calle Prevere Rafael Barrera.
Hay que tener en cuenta que el número de personas sin techo en Palma se duplicó durante la pasada legislatura siendo, en estos momentos, un total de 440 personas.
Así se desprende del recuento realizado el 23 de noviembre de 2023, llevado a cabo por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 en el que ha colaborado el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS). En el mismo participaron 200 personas que ayudaron en la elaboración de un censo que no se realizaba desde 2019 cuando se contabilizaron 207.