El PP denuncia la nula independencia del ex alto cargo del PSOE que dirigirá la Oficina Anticorrupción
Para el portavoz parlamentario Toni Costa incumple la neutralidad que debería tener esta plaza
Lamenta el nulo consenso del Govern de Armengol para su designación y exige el cierre de este organismo
Armengol se blinda ante la Oficina Anticorrupción al colocar como director a un ex alto cargo del PSOE
El portavoz parlamentario del PP en la Cámara balear, Toni Costa, denunció hoy la falta de independencia del ex alto cargo del PSOE, Cristóbal Milán, que la presidenta socialista del Govern, Francina Armengol, ha decidido poner al frente de la Oficina Anticorrupción del Parlament balear, y que será nombrado oficialmente director de este organismo, en los próximos días.
«El nombramiento incumple los criterios de independencia y neutralidad que debería de tener un candidato que tiene el poder que tiene», criticó Costa que ya avanzó el rechazo de su partido a su designación por por la Cámara balear.
«Es evidente que un exalto cargo del PSOE no es el más indicado para dirigir una institución de este tipo», abundó Costa que recordó que Milán fue, entre otros cargos políticos que ha ocupado a lo largo de su trayectoria vinculado a los socialistas de Baleares, interventor general de la comunidad autónoma entre 2007 y 2011 con el expresidente del PSOE balear, Francesc Antich, al frente del Ejecutivo autonómico.
También fue asesor fue asesor de Presupuestos e Infraestructuras de la Guardia Civil entre 2006 y 2007 con el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior, y Joan Mesquida, como director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Tras subrayar Costa que Armengol «ni tan siquiera ha levantado el teléfono para consensuar nada acerca de su nombramiento», el portavoz popular destacó que esta falta de independencia política del nuevo director de la Oficina Anticorrupción, contrasta con el perfil independiente que tenía su predecesor en el cargo, Jaume Far, que dimitió en noviembre pasado por las presiones políticas recibidas desde el gobierno autonómico, a la hora de hacer frente a escándalos que afectaban al Ejecutivo.
«A Jaume Far no se le conocía afiliación política alguna, y demostró actuar con un cierto nivel de independencia, tomando determinadas decisiones que incomodaron profundamente al PSOE, y al resto de partidos del Govern, que fueron las que le costaron el cargo. No parece que el nuevo director vaya actuar del mismo modo, porque ha sido un cargo socialista», remarcó el portavoz popular en el Parlament.
Ante esta falta de neutralidad del nuevo director de la Oficina Anticorrupción, Costa lamentó que el Govern debería de haber aprovechado la marcha de Far para cerrarla.
«Sigue siendo siendo un ente perfectamente prescindible en opinión del PP, y en esto, no hemos cambiado. Es evidente que hay duplicidades con la Fiscalía, con la Intervención General, con la Sindicatura y nos cuesta 1,3 millones de euros, y los ciudadanos no están ahora precisamente para pagar ese dinero».