La Policía Nacional detiene a 11 ladrones robando ‘in fraganti’ a turistas en la Playa de Palma
Ha sido en siete intervenciones diferentes en una semana
Las pertenencias sustraídas fueron devueltas a sus dueños


La Policía Nacional ha detenido a 11 ladrones robando in fraganti a turistas en la Playa de Palma en siete intervenciones diferentes desarrolladas por unidades de paisano y uniforme dentro del dispositivo de la Operación Verano en una semana realizadas por el Grupo Operativo de Respuesta.
Según ha informado la Jefatura Superior en Baleares en un comunicado, el primer hecho se produjo en la madrugada del día 28 cuando agentes de paisano se encontraban realizando labores de prevención de delitos de hurto y robos con violencia y pudieron observar a un hombre tumbado sobre el muro que limita el paseo marítimo con la arena.
En un momento determinado, se acercaron dos jóvenes al varón mencionado, sustrayéndole uno de ellos el móvil, para posteriormente introducirlo entre sus pertenencias y abandonando el lugar, mientras que el otro hombre volvió a registrar las pertenencias de la víctima, sustrayendo una cartera, tras lo cual se dirigió hacia donde se encontraba el otro varón.
Al percatarse de la presencia policial, arrojaron los efectos sustraídos al suelo, siendo interceptados en ese mismo momento por los agentes, pudiendo recuperar los objetos sustraídos.
El 4 de julio de madrugada, en la carretera del Arenal agentes de paisano se percataron de la presencia de tres varones que tenían un comportamiento sospechoso, por lo que realizaron una vigilancia discreta de los mismos.
Inicialmente, los sospechosos se separaron, quedando uno de ellos más alejado de los otros dos en actitud de espera y vigilancia, mientras que los otros dos se aproximan a la víctima que se encontraba sentado en el muro que separa la arena del paseo de primera línea.
Uno de los que se acercó a la víctima y comenzó a agarrarse del turista, distrayéndole, mientras el otro autor se aproximó por detrás, manipulando las prendas del turista, observando los agentes perfectamente como éste desabrochó una riñonera que portaba el turista en su cintura, mientras estaba siendo distraído por el otro autor, alejándose sin llamar la atención.
Todo lo anterior expuesto, observado por los agentes, motivó la intervención inmediata de los mismos, identificándose como policías, interceptando al autor que le arrebató los efectos a la víctima, mientras que otros agentes detuvieron a los otros dos autores mientras huían en diferentes direcciones.
Así mismo, los detenidos portaban entre sus pertenencias varias tarjetas de transporte público a nombre de otras personas. Los agentes procedieron a la detención de los presuntos autores de origen argelino por un delito de hurto.
En la misma madrugada del 4 de julio, los agentes detuvieron a un varón de origen marroquí, como presunto autor de un delito de hurto. Los agentes de paisano observaron al detenido agazapado tras unas hamacas, a la expectativa de lo que hacían unos bañistas, por lo que decidieron realizar una vigilancia discreta.
El varón reptó por la arena hasta llegar a las pertenencias de unos bañistas, agarrando un bolso allí depositado y abandonando la escena con el mismo sigilo, ocultándose nuevamente tras unas hamacas.
Los agentes se dirigieron hacia él, identificándose como policías, sorprendiendo al varón rebuscando en el interior del bolso sustraído, extrayendo varios objetos del mismo y ocultándolos entre sus ropas.
Otros tres detenidos el mismo día
Las otras dos actuaciones se produjeron el mismo día 5 de madrugada. En una intervención se detuvo a dos jóvenes de origen argelino por el hurto de pertenencias a varios turistas en la arena de la playa. En esta ocasión uno de ellos distraía a las víctimas mientras el otro sustraía los efectos, huyendo del lugar apresuradamente.
Los agentes consiguieron interceptarles y recuperaron los efectos siendo entregados a sus propietarios. El último detenido es un joven que se encontraba agazapado tras unas hamacas acercándose a un bañista que estaba durmiendo, rebuscando entre sus pertenencias para sustraerle su teléfono móvil y ocultarlo en unos arbustos, consiguiendo los agentes recuperar el teléfono y entregárselo a su propietario, procediendo a la detención del joven de origen búlgaro como presunto autor del hurto.
También la Policía Nacional detuvo en Palma el día 7 de madrugada a un varón de origen cubano por un delito de hurto. Los hechos ocurrieron en la Playa de Palma, mientras los agentes observaron como el detenido miraba las pertenencias de las personas que se encontraban en la playa, por lo que comenzaron a realizar un seguimiento.
En un momento dado, los agentes observaron cómo el varón comenzó a gatear por la arena, simulando un estado de embriaguez, hasta que llegó a las víctimas, las cuales se encontraban durmiendo en la arena y comenzó a palpar sus pertenencias, hasta que abrió una riñonera, cogiendo un objeto y abandonando el lugar.
En ese instante interceptaron al varón, portando entre sus pertenencias un móvil de alta gama, así como un documento extranjero, es por tales motivos por lo que los agentes se dirigieron a las víctimas, preguntándoles si echaban en falta algún objeto, manifestando que les faltaba un móvil y una carta de identidad de su país, coincidiendo con los objetos que portaba el detenido.
En la madrugada de este miércoles agentes de paisano vieron a un varón conocido por haber cometido con anterioridad hechos delictivos en el lugar, por lo que procedieron a realizar seguimiento discreto.
Durante este seguimiento observaron cómo el varón se introducía en la arena, merodeando entre las pertenencias de los bañistas, sentándose en una hamaca para vigilar, hasta que se acercó a unas pertenencias, arrastrando un bolso con el pie, de forma sigilosa, momento en el que los agentes lo interceptaron.
Los policías se dirigieron también a la víctima, mostrando las pertenencias que portaba el detenido, reconociendo éstas como de su propiedad, no habiéndose percatado de la sustracción, ya que se encontraba bañándose en el mar, siendo los objetos un bolso, un teléfono de alta gama, una cámara de fotos, dinero en efectivo, ascendiendo todo a cerca de 3.500 euros.