Palma sigue en guerra contra las pintadas vandálicas: 600.000 euros en cuatro meses para su borrado
La empresa municipal de limpieza ha aprobado dos contratos para acelerar su eliminación
Quedan excluidas las realizadas en puertas de garajes, persianas enrollables y portones de locales


Emaya, la empresa municipal de limpieza de Palma, gasta en cuatro meses 600.000 euros para el borrado de pintadas vandálicas en dos contratos externos, el primero de los cuales fue adjudicado en enero para la limpieza de grafitis en las fachadas de 46 edificios catalogados del centro.
Una concesión por un importe de 240.000 euros, a los que hay que sumar otros 340.000 de un nuevo concurso para la limpieza de pintadas vandálicas por un periodo de un año, que aún no ha sido adjudicado.
El borrado de grafitis, que arruinan la imagen del protegido y privilegiado centro histórico de la capital balear y que proliferaron por doquier durante los ocho años de las dos pasadas legislatura de gobierno de izquierdas, es una de las preocupaciones primordiales del gobierno en minoría del PP del alcalde, Jaime Martínez.
Si bien Emaya dispone de un servicio de eliminación de grafitis bajo demanda, la mayor compañía municipal en presupuesto y personal (160 millones y más de 1.400 empleados) no puede hacer frente al elevado número de pintadas que aparecen en las fachadas de los edificios y otros elementos de la ciudad, como apuntan desde la empresa pública.
En el último año, Emaya eliminó un total de 2.567 pintadas denunciadas por la ciudadanía. Sin embargo, la cantidad total de pintadas existentes en la ciudad es mucho mayor que las denuncias que se realizan.
Para dar cobertura a ese excedente de pintadas que la compañía asegura que no puede cubrir con sus recursos, «se requiere de un servicio de apoyo que incremente la cobertura del servicio de eliminación de pintadas y garantice una mejora de la imagen de la vía pública y del paisaje urbano».
Las operaciones de limpieza de grafiti variarán en función del tipo de pintada y de la superficie del soporte en la que esté realizada. En cada caso se deberá valorar la metodología más adecuada, velando por la conservación de las condiciones originales del material de la superficie a tratar y minimizando los daños.
De entre las posibles técnicas a ejecutar por el adjudicatario, la limpieza se podrá llevar a cabo con decapante y agua, chorro de arena de sílice desecada u otro árido a baja presión o mediante aplicado de capa de pintura.
El proceso de eliminación de pintadas, grafitis o manchas de pintura deberá incluir también tareas de restauración cromática de la superficie tratada y garantizará, en la medida de lo posible, la restauración total de la zona tratada hasta que quede perfectamente integrada con el resto de superficie o fachada.
El servicio descrito en este pliego de condiciones incluye tareas de eliminación de cualquier cartel o adhesivo no autorizado adherido a la superficie exterior de los edificios o elementos urbanísticos por medio de técnicas especializadas, si fuera necesario, para cada caso.
Por contra, quedan excluidas del objeto de este segundo contrato, que aún debe ser adjudicado, las pintadas situadas en edificios o elementos de la vía pública catalogados en la lista de elementos protegidos del Ayuntamiento de Palma (han sido objeto del primer contrato citado).
Tampoco las que sean inaccesibles o estén situadas a una altura superior a dos metros de altura, las realizadas sobre elementos de madera u otros materiales que se pueden degradar durante las tareas de limpieza, así como las situadas sobre puertas de garajes, persianas enrollables y portones de locales comerciales.
El personal aportado por la empresa adjudicataria deberá garantizar la capacidad técnica y de gestión suficiente para la realización de todas las tareas especificadas y como mínimo deberá disponer en plantilla de un arquitecto técnico responsable del contrato, un oficial de primera, peón especialista, además de otro administrativo.