Palma garantiza que no habrá cortes de agua en verano a pesar de que los embalses están a menos de la mitad

El Ayuntamiento de Palma garantiza que no habrá cortes de agua en verano pese a que los embalses que abastecen a la capital balear (Gorg Blau y Cúber) están a menos de la mitad de su capacidad. En concreto, el primero al 44,06% y el segundo al 44,98%, con una reserva conjunta del 44,41%.

Un dato de almacenamiento que es el peor de los últimos tres años, cuando en estas fechas estaban en una media del 66,5% en 2023, y el 63% en 2022, si bien es mejor el porcentaje de reserva que en 2021, cuando a 5 de julio los dos embalses estaban seis puntos por debajo del nivel actual, un total de 38,5%.

Pese a que a la falta de agua por la escasez de lluvias, unida a un aumento del consumo, ha provocado que al menos 17 municipios de Mallorca se encuentren en situación crítica y se hayan visto abocados a limitar el consumo, en principio, Palma no es, y por ahora no será, uno de ellos.

«El Ayuntamiento y la empresa municipal Emaya garantizan el suministro para este verano», apuntan fuentes municipales que precisan que la capital balear, «no tendrá problemas de suministro ya que en caso de que sea necesario se puede comprar más agua desalada a Abaqua».

La Agencia Balear del Agua (Abaqua) es la empresa pública, dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente que gestiona las desaladoras de Palma, Alcúdia y Andratx, las tres poblaciones que son sus principales consumidores.

En los próximos días está prevista una reunión de Emaya con Abaqua para hacer la planificación de cara a estas semanas de verano. Dentro de los gastos del servicio de agua figura una partida de 6,2 millones de euros para la compra de agua. 

Periódicamente cada año, Palma adquiere agua de las desaladoras para no tensionar la capacidad de los embalses. En líneas generales, la capital balear emplea 35 hectómetros cúbicos de agua al año, de los que el 20 % proceden de los embalses de Cúber y Gorg Blau, el 8 % de fuentes, el 58% de pozos, y el 13 % de la desaladora de Palma.

El año en el que Emaya tuvo que destinar más dinero a la adquisición de agua desalada fue 2016, cuando se gastaron casi 8 millones de euros. Las dificultades de Palma con la sequía no son nuevas.

En la recta final de la pasada, en noviembre de 2022 la Comisión del Plan de Actuación Municipal por el Riesgo de Sequía del Ayuntamiento de Palma se reunía para evaluar la situación generada, después de que el Govern declarara la situación de prealerta por sequía.

Una de las medidas acordadas fue la de incrementar la compra de agua desalada en un hectómetro cúbico, llegando a un total de cinco.

En general, cada palmesano consume 121 litros de agua cada día y desde el Ayuntamiento y Emaya, se están poniendo en marcha una serie de medidas para optimizar la gestión de este recurso y mejorar su aprovechamiento.

No obstante, el consumo medio palmesano no es para nada desmesurado si tenemos en cuenta que otras localidades de Mallorca como Algaida, Montuïri, Porreres, Lloret y Santa Eugènia, que han aprobado medidas de contención, el agua se ha limitado a 150 litros por habitante y día.

Algo tendrá que ver en esta mesura del gasto de agua, que Palma esté en cada encuesta anual de la Facua entre la cuarta y quinta ciudad de España con la tarifa más cara, con 20,96 euros al mes, sólo por detrás de Ceuta, Murcia, Cádiz y Valencia.

Pero aunque esté garantizado el suministro, la primavera pasada Emaya  puso en marcha una campaña de concienciación para fomentar el ahorro bajo el lema Seamos realistas, el vaso está medio vacío. No malgastes el agua difundiendo a través de redes sociales una serie de consejos para hacer un uso más racional del agua.

Pero para preservar los preciados recursos hídricos el Ayuntamiento de Palma también está obligado a reducir al máximo las pérdidas de agua en la red municipal que actualmente son de un 18 %. Para ello el gobierno municipal tiene presupuestado para este ejercicio 30 millones de euros para mejorar el ciclo del agua, 13 millones de euros más que durante el año 2023.

Unas partidas destinadas, entre otras cosas, a mejorar y sustituir el sistema de alcantarillado, que en algunos tramos es obsoleto, y reducir las pérdidas por filtraciones. En el último año se han rehabilitado o renovado ya más de  30.000 metros de tuberías.