El obispo de Mallorca preside la noche de este sábado la Vigilia Pascual en la Catedral de Palma
Arranca a las 22.00 horas y se conmemorará la noche santa en la que Jesús resucitó
Empezará en el exterior donde se bendecirá el fuego que encenderá el Cirio Pascual


El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidirá la noche de este sábado, a partir de las 22.00 horas, la Vigilia Pascual, en la Catedral de Mallorca, también conocida como La Seu.
Según ha avanzado el Obispado a las 22.00 horas, en la vigilia del Sábado Santo al domingo, se celebrará en la Catedral la Vigilia Pascual, la parte final del Triduo Pascual que conmemora la noche santa en la que Jesús resucitó.
En esta ceremonia, presidida por el obispo Taltavull, se hará la bendición del fuego nuevo y del agua, junto con las lecturas, letanías y la profesión de fe. También se administrarán los sacramentos de iniciación cristiana a los adultos que han completado el itinerario catecumenal y desean ser admitidos en la comunidad cristiana.
La celebración empezará en el exterior de la Catedral, donde se bendecirá el fuego nuevo, de cuyas brasas se encenderá el Cirio Pascual, símbolo de Cristo resucitado y que quedará encendido durante los 50 días de Pascua hasta el Domingo de Pentecostés. Este, precederá la entrada en la Catedral de todos los feligreses que llevando candelas irán iluminando la nave, simbolizando el paso de las tinieblas a la luz.
Después de la procesión de entrada, se entonará el Pregón Pascual, un antiguo himno que alude a la gloria de la Resurrección de Cristo, que marcará toda la liturgia de esta noche. Seguirá la Liturgia de la Palabra, con la proclamación de siete relatos del Antiguo Testamento que hacen alusión al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y cánticos, seguidos de oraciones conclusivas. Con el cántico del Gloria se acaban de encender todas las luces de la Catedral y, después del Aleluya, se proclama el santo evangelio según san Lucas que recuerda la resurrección de Cristo.
La liturgia bautismal es la tercera parte de la Vigilia Pascual. Tiene lugar después de la homilía y representa el momento en que la comunidad cristiana celebra el paso de la muerte a la vida, realizado en el bautismo de los catecúmenos. En este momento el obispo bendice el agua de la pila bautismal, que será aspergida sobre los fieles después de haber renovado las promesas bautismales, como signo de purificación, renovación espiritual y compromiso cristiano.
La celebración continúa con la comunión, donde los neófitos recién bautizados y confirmados participan por primera vez del Cuerpo y la Sangre de Cristo resucitado. Este momento marca el inicio de la Pascua, y expresa el gozo de la comunidad que celebra la victoria de Jesús sobre la muerte y el inicio de una nueva vida en él.