Miguel Garau: «La mujer debe tener más protagonismo en la Iglesia, no entiendo que se la margine»
"En los primeros tiempos del cristianismo las mujeres eran diaconisas, no entiendo que ahora no lo puedan ser"
Miguel Garau es también un apasionado de la pintura y la escultura y cuenta con un catálogo de 837 obras
Es el autor del retablo del ábside de la parroquia de la Santísima Trinidad de Palma

Aparte de jesuita, el padre Miguel Garau (Palma, 1937) es un apasionado del arte, la cultura, el cine y también del diseño. Cuenta con un catálogo de 837 obras, tanto acuarelas, como óleos y esculturas y todavía le quedan dos docenas de creaciones para catalogar. Es el autor del retablo central de la parroquia de la Santísima Trinidad de Palma y cuenta que fue su madre la que le animó a realizar esta obra monumental. También habla de la mujer y de su papel en la Iglesia.
P.- ¿Qué fue primero, su afición por el arte y la pintura o su vocación religiosa?
R.-La pintura. Yo guardo el cuadro más antiguo que he podido. Es una acuarela de 1948. De todos modos mi vocación religiosa nació muy pronto. Empecé piano y pintura, pero me di cuenta de que las dos cosas requerían mucho tiempo. Porque si no dedicas al piano dos o tres horas diarias, no llegas a hacer nada. Entonces pensé que cuando tocas unas nota con el piano, inmediatamente desaparece en el aire pero si dibujas o pintas, la obra permanece. Por ello me decidí por la pintura. Tengo un catálogo de 837 cuadros, algunos de ellos de gran tamaño, como es el del ábside de la parroquia de la Santísima Trinidad de Palma, que son diez metros y medio por ocho. A mí me apasionaba hacer una obra grande. Y todo ocurrió un día que tuve un bautizo allí en la Trinidad. Mi madre estaba sentada en un banquillo y estaba como absorta mirando el ábside. Me senté al lado de mi madre y entonces me preguntó: ¿No te animarías a pintar aquí una pintura de todo este ábside? A mí se me nubló todo. Y acepté el reto.
P-¿Y qué pintó?
R.-Pinté a la Santísima Trinidad y a ambos lados pinté las dos figuras que me parecen más representativas para Palma, la de San Sebastián y la de Ramon Llull. A San Sebastián no lo pinté en calzoncillos como lo pintan
siempre, sino con un vestido de los domingos. Y como es un santo militar, con el castillo de Bellver como fondo. Ramón Llull, que es el gran personaje filosófico de nuestra isla, lo pinté con el fondo de Sa Foradada, un lugar muy emblemático en la vida del beato.
P.-¿Usted nació en Mallorca?
R.-Nací en Palma, en Es Pil·larí en 1937. Sucedió que mi madre fue a casa de sus padres porque mi padre, para salvar a la familia de ser fusilados, se enrolló en el Ejército. Nací en Es Pil·larí aunque me bautizaron en la iglesia de las franciscanas del Arenal de Llucmajor.
P.-Su padre era militar y su madre cuidaba la casa.
R.-Sí. Las mujeres entonces se encargaban de las cosas caseras. No es como ahora que todas trabajan y tienen cenas de trabajo que terminan a altas horas de la madrugada y que cada semana cambian de vestido. A mí me parece que la mujer debe tener los mismos derechos que el hombre y cada uno debe asumir su función. El Papa Francisco ha introducido mucho a la mujer en el Vaticano. Yo no entiendo que se margine a la mujer en algunas cosas.
P.-¿Cree que la mujer debería tener más protagonismo en la Iglesia?
R.-Yo creo que la mujer podría tener un poco más de protagonismo, al menos dentro de lo que son grados como diaconisas. En los primeros tiempos del cristianismo, las mujeres eran diaconisas y no sé por qué ahora no puede una mujer tener esta función.
P.-¿Y el sacerdocio?
R.-Yo no soy quién para decir según qué cosas. Son cosas que debe decidir el Vaticano. También es cierto que hay que observar lo que hizo Jesús, que en la Última Cena no tuvo a ninguna mujer. Ninguno de los cuatro evangelistas se refiere a la presencia de mujeres en la Última Cena. Hablan de la mujer antes y después de la Última Cena, en el Calvario, durante el camino de la cruz…
P.-Aparte de jesuita, pintor y escultor también ha sido cineasta.
R.-Y me hubiera gustado ser diseñador de moda. Me entusiasmé con el diseño de moda con el cine, al ver las películas de Ava Gardner o Grace Kelly. De hecho, hice algunos diseños. Para el retrato de la reina, diseñé un vestido
especial basado en los vestidos de la señora mallorquina antigua.
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