María José Guasp: «La excelencia educativa nace del profesor que hace de su profesión su pasión»
Los expertos coinciden: "La cultura de la disciplina y generar hábitos son la clave"
Marta Torrens (Ocidiomes): "Lo primordial en el aprendizaje de idiomas es la inmersión"
Lourdes Roca: "Las ganas de ir a clases extraescolares llegan cuando te motivan"


Más allá del aula: creando oportunidades para la excelencia ha sido el título del debate moderado por Tomeu Maura, periodista de OKBALEARES que ha cerrado el desayuno informativo organizado por OKDIARIO en el CaixaForum de Palma en torno a la excelencia en la educación y el compromiso de todos que esto supone.
Han intervenido y puesto sobre la mesa sus opiniones e impresiones Marta Torrens, directora de Ocidiomes; María José Guasp, consultora educativa, experta en comunicación de familias y adolescentes y Lourdes Roca, concejala del PP en materia de Educación y Juventud del Ayuntamiento de Palma. Un debate intenso con muchos asuntos de interés sobre la mesa y alguna que otra clave a la hora de lograr que niños y jóvenes logren la excelencia dentro y fuera del aula.
María José Guasp, centraba el análisis en una de esas cuestiones básicas: «La búsqueda de la excelencia tiene que partir del inconformismo y desde la automotivación interna». Algo que se tiene que enseñar desde edades muy tempranas y con otro elemento a tener en cuenta en este caso por parte de los padres: «Su hijo es único y es el que es. Los estándares están muy bien, pero cada persona tiene un momento de evolución diferente y la excelencia se genera cuando el niño o el joven se siente valorado: el te quiero como eres. Hay que empezar desde ahí».
El gran problema, en ocasiones surge cuando en la adolescencia, apunta Guasp, los jóvenes empiezan a ser autónomos y lo que dicen papá, mamá o el profesor ya no va a misa. Llegados a este punto esta experta en comunicación de familias destaca la necesidad de «dar libertad, confiar en que la semilla que hemos sembrado dará sus frutos», pero sabiendo que «es su voz, no la mía. A veces no se les deja ser excelentes porque no cumplen las expectativas de sus padres». Como remarca esta experta, no hay que olvidar que «todos los niños son excelentes, sin excepción».
Excelencia y exigencia
Y ello sin que esa libertad que hay que otorgarles «esté reñida con la exigencia. Hay que fijar unos límites bien claros, consensuados, porque la cultura de la disciplina y generar hábitos son la clave de la educación. Los padres vienen a la escuela cuando hay un problema, pero hay que actuar desde la prevención porque los que tienen que cambiar los hábitos son los padres. La educación no es esfuerzo, es disciplina y hábitos. Excelente es el que llega a lo que llega desde la cultura del hábito».
Una de las cuestiones clave en esa búsqueda de la excelencia, y más en el mundo globalizado de hoy, es el conocimiento de idiomas y el dominio de dos o tres lenguas, herramienta clave a la hora de posicionarse en el mercado laboral. En relación a esta cuestión, Marta Torrens, directora de Ocidiomes, destaca que los alumnos del centro que estudian en Irlanda, cuando vuelven «a todos les llaman desde el primer día, porque son bilingües. Además de ser más inteligentes y adaptables porque aprenden idiomas, se saben adaptar mejor y tienen herramientas vitales para trabajar y viajar».
En este sentido Torrens tiene claro que en el aprendizaje de idiomas para alcanzar la excelencia, lo primordial es el «aprendizaje por inmersión. Es verdad que cuesta, pero por eso es tan importante estudiar en el extranjero». Pero además de horas de trabajo otro aspecto a destacar es la motivación, y para ello, apunta Torrens «como no todos somos buenos en todo, es muy importante ver en qué es bueno un niño y potenciarle eso».
«A la hora de motivar para asistir a las clases y actividades extraescolares, lo importante es que quieran ellos venir, sin tenerles que obligar. Clases muy dinámicas, profesores bien formados, motivados y grupos reducidos son los factores» para lograr el éxito en cualquier cuestión vital, no sólo en idiomas.
Palma ciudad educadora
Desde el Ayuntamiento de Palma, la concejala de Educación, Lourdes Roca, recuerda que la capital balear es una ciudad educadora y pone en marcha a lo largo de todo el año toda una serie de actividades extraescolares para potenciar habilidades y ofrecer oportunidades.
«Desde el Ayuntamiento hacemos actividades como la muestra de teatro escolar, la escuela municipal de música donde hay lista de espera, y unos premios que este año cumplen 30 ediciones como el Foto Jove para potenciar la creatividad y la visión de los jóvenes sobre como ver el mundo».
Como indica la concejala para el Ayuntamiento es muy importante «que los niños no estén en la calle sin nada que hacer». Y por ello destaca el programa patis oberts, puesto en marcha en ocho centros educativos que abren sus puertas por las tardes, de cuatro o de cinco a ocho de la tarde «donde los niños pueden ir, hacen juegos y están allí con la gente del barrio después de haber estado en la escuela por la mañana».
En el caso de los jóvenes, el Consistorio pone a su disposición los denominados espais joves para desarrollar habilidades artísticas, musicales, y donde «deciden si quieren hacer pintura, música, o incluso sólo reunirse y tener un sitio en el que estar».
La docencia, una pasión
También hay barrios donde hay casals de barri para hacer actividades con salas para estar y hacer trabajos en grupos, y por último en el apartado deportivo, Roca destaca que en el Instituto Municipal de Deportes (IME) «se esta haciendo muy buen trabajo», porque lo fundamental coinciden estas tres expertas es que los profesores y monitores estén motivados para que lo transmitan a los jóvenes y niños. «Las ganas de ir llegan cuando las clases te motivan y te gusta ir», remacha Roca.
En relación a la motivación, Guasp por su parte, sentencia con algo primordial: «La excelencia educativa nace desde el profesor que hace de su profesión su pasión. La asignatura que des es igual, lo importantes es estar con ellos y todo el mundo se hace excelente de forma natural. Es un vínculo entre familia, escuela y docentes, siempre con el niño delante y de la mano».
Por ello, agradeció a Roca que el Ayuntamiento haya abierto los colegios por la tarde porque «el colegio debe dar vida a la ciudad. Si de ahí, los niños salen más felices, las familias serán más felices» y para que haya motivación los niños y jóvenes «tienen que sentirse partícipes y se les debe dejar elegir».