Mallorca rinde homenaje a los dos últimos guardias civiles asesinados por ETA en un crimen sin resolver
Mallorca rinde homenaje a los dos últimos guardias civiles asesinados por ETA en un crimen sin resolver, y ha sido en concreto en el lugar de los hechos donde el Ayuntamiento de Calvià ha realizado un acto en memoria de Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada, asesinados por la banda terrorista hace ahora 13 años.
Entre los presentes el presidente del Parlament balear, Vicenç Thomàs, la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, el comandante general de Baleares, Fernando Ruiz Gracia y el coronel jefe de zona de la Guardia Civil, Alejandro Hernández, además del alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, junto a familiares y amigos de los agentes asesinados.
Un homenaje a ellos, y a las 850 personas y 214 guardias civiles asesinados por ETA, que se ha celebrado en la calle Diego Salvá de Palmanova, y donde el alcalde de Calvià, ha evocado «ese fatídico día en el que la banda terrorista ETA nos golpeaba, acabando con la vida de los jóvenes guardias civiles Diego y Carlos, que son los años que llevamos juntándonos aquí, justo donde la barbarie segó sus vidas, para recordarles y rendirles un homenaje que celebramos con el mismo cariño y dolor, la misma empatía y comprensión con su familia, amistades y compañeros y con ese pinchazo en el alma que cada año sentimos en el mismo lugar, y que tiene su eco en tantas ocasiones en el año cuando por aquí pasamos», afirmó un emocionado Rodríguez.
El primer edil recordó que «esa paz que ellos lucharon por conseguir les costó la vida».
«Hoy 13 años más tarde les recordamos para no olvidar, pero también para reivindicar por ellos una sociedad en la que las ideas jamás se impongan por la fuerza y el terror, y que sea la ley y la concordia la que se impongan y lo haremos por ellos y por todos nosotros», concluyó el alcalde.
Un emotivo homenaje que ha finalizado con una ofrenda floral siguiendo el protocolo de la Guardia Civil.
Este sábado se cumple el 13 aniversario de este atentado, que fue perpetrado a través de una bomba lapa situada en los bajos de un coche patrulla. Fue el último de ETA con víctimas mortales en España y todavía hoy se desconoce el nombre de los autores. El atentado tuvo lugar el 30 de julio de 2009, a las 13.50 horas, frente al cuartel de Palmanova, en Calvià.
Los dos agentes de la Benemérita cogieron el coche, un Nissan Patrol, para llevarlo a un garaje donde le iban a practicar una revisión de mantenimiento. Minutos antes lo había dejado un brigada aparcado en el sitio.
Desde Delegación del Gobierno en Baleares trabajaron en todo momento con la hipótesis de que los terroristas activaron con un mando a distancia la bomba lapa ya que si hubiese sido activada con un dispositivo de movimiento –práctica habitual de ETA–, habría sido explosionado en el momento de ser arrancado el vehículo.
Como consecuencia, se puso en marcha la denominada operación Jaula, por la que se ordenó el cierre del aeropuerto de Palma a las 15.00 horas de ese día y de los puertos de las islas a las 17.00 horas con el objetivo de evitar la salida de los terroristas y acorralarlos. Sin embargo, no fueron detenidos.
En otro vehículo, un perro de la Guardia Civil halló otra bomba lapa que estaba cogida con bridas a los bajos de otro coche de la Guardia Civil. Ésta, en cambio, fue detonada por los artificieros del Gedex de forma controlada.
En este hallazgo se descubrió que el artilugio tenía un temporizador preparado para activarse al día siguiente, con lo que se desvaneció la hipótesis de que los terroristas hubieran accionado la bomba con un mando a distancia. Seguramente, cuando explotó la bomba que mató a estos beneméritas naturales de Burgos, los autores del atentado ya habían abandonado Mallorca.
Antes de este atentado, ETA también había atentado en Burgos. Sólo 24 horas antes hizo explosionar una furgoneta bomba frente a una casa cuartel de la Guardia Civil. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales.