ENTREVISTA

Hans Lenz, presidente de ABINI: «El sector de la vivienda necesita medidas que duren 20 años»

"Debería haber un pacto entre partidos para no tener que estar dando giros de 180 grados cada cuatro años"

"Hasta ahora se hacía mucha ideología y también política con la vivienda y no políticas de vivienda en favor de los residentes"

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Álvaro Moreno

Hans Lenz nació en Mallorca y es miembro fundador de ABINI, la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional, una labor que compagina con su posición de director de Engel & Völkers Mallorca Suroeste. Atiende a OKDIARIO inmerso en una reunión de la que puede escaparse durante unos minutos para abordar en esta entrevista cuestiones tan importantes como la crisis habitacional que sufre Baleares, la profesionalización del sector inmobiliario y las dificultades que tienen los jóvenes para emanciparse.

Pregunta.- El Govern de Marga Prohens lleva ya año y medio en el cargo. El problema de la vivienda en Baleares sigue ahí. ¿Cómo ha sido el camino que se ha recorrido hasta el momento en clave habitacional?

Respuesta.- Ahora tenemos un Govern en Baleares que ha querido hablar, escuchar al sector y está tratando de tomar decisiones muy racionales. La vivienda es un problema que llevamos arrastrando desde hace décadas y no se le ha metido mano a tiempo. Los indicadores estaban ahí. El crecimiento de población del 40% en los últimos 20 años, la reducción de espacio de crecimiento a nivel urbano, el cual apoyamos, etc. Tenemos que proteger nuestro medio ambiente, pero hay que tener reservas de suelo suficientes para poder adaptarnos junto a un largo etcétera de normativas administrativas. Y esto al final lleva a un encarecimiento del valor original.

Obviamente no tenemos que olvidar que somos un destino muy atractivo y hay gente que viene desde fuera que también está dispuesta a pagar un precio por estar aquí. Entonces, como hemos dejado que todo esto vaya por su camino y no hemos atendido cuestiones como la vivienda asequible o la vivienda social, lo que tenemos ahora mismo sobre la mesa es esto. ¿Qué ocurre? Que la presión es tan grande y el estrés que genera también que la frustración también es muy difícil de eliminar de la ecuación y las soluciones que hay sobre la mesa, a pesar de que son seguramente las correctas y acertadas, no van a llegar a tiempo. Se tendría que haber empezado a ejecutar hace diez años. Entonces, esta es la parte lamentable. Va a tardar unos cuantos años hasta que lo notemos.

P.- En cualquier caso, llegamos tarde. Quien gobierne en Baleares, sea de izquierdas o de derechas, deberá afrontar la crisis habitacional como lo que es, un problema estructural.

R.- Si tenemos en cuenta que somos un territorio limitado, protegido y con tanto atractivo y además con unos costes de construcción que ya de por sí son más altos que en la Península y además no se tienen en cuenta todos estos ingredientes y no se hace nada o se hace muy poco, todo esto es una patata caliente que se van pasando de uno a otro. Y esto ha pasado con el Govern anterior y con los que había antes del Govern anterior. Porque no nos engañemos, las dinámicas de los cuatro años de gobierno no juegan a favor de tomar decisiones complicadas a nivel de vivienda, porque estas tardan en ejecutarse. Y aparte de esto, son muy costosas. Por lo tanto, la colaboración público-privada que se pone en marcha ahora es un elemento importante. Hay que buscar la eficiencia en todo lo que se hace, es decir, con los pocos recursos que tenemos, sacar el máximo siempre a favor del residente en Baleares. Tiene que ser el gran beneficiario de todo lo que se hace y sobre todo trabajar también basado en datos. Es ahora que empezamos a hablar y a tener un observatorio de vivienda. ¿Hasta ahora cómo se tomaban ciertas decisiones? Se tomaban en base a datos, se tomaban en base a ideologías. Yo tiendo más a pensar que se hacía mucha ideología y también política con la vivienda y no políticas de vivienda que realmente redundaran a favor de los residentes.

P.- Ahora la profesión inmobiliaria en Baleares ha quedado regulada gracias a un acuerdo con el Govern para dar seguridad jurídica. ¿Es el sector de la vivienda tan complejo que requiere de tantos cambios sostenidos en el tiempo?

R.- El problema de la vivienda en Baleares no se va a solucionar por completo, pero lo que sí tenemos que hacer es reducir el problema en su tamaño y en el efecto que está teniendo en la población. Invertir 20 años de sueldo para poder acceder a una vivienda es una barbaridad. La media de España está en diez años y la siguiente comunidad autónoma tras Baleares es Madrid, que está en los 11 años de sueldo. Es insoportable y socialmente es una carga que se debe aliviar cuanto antes. Pero no nos engañemos, esto hay que mantenerlo en el tiempo. Por eso, desde el sector se pide que las medidas de vivienda se sostengan durante 20 años, que tengamos un pacto entre partidos para que no estemos dando giros de 180 grados cada cuatro años y sobre todo, que también colaboremos entre el sector privado que sabe cómo desarrollar vivienda eficientemente y el sector público que puede poner a disposición suelos, puede tramitar cosas para que se agilice todo esto y que siempre tengamos en cuenta que esto será para los residentes de Baleares, no para segundas residencias, no para vivienda de lujo, sino para la gente que vive y trabaja aquí.

Entonces, dentro de todo ese conjunto de medidas, también es necesario tener un sector de intermediación inmobiliaria, que sea profesional y riguroso, con un registro, con una formación mínima. Es fundamental. No nos tenemos que sorprender de que luego ocurra lo que nos está pasando. Por lo tanto, la medida que se sacó de ley para regular la actividad de los agentes inmobiliarios, darle un mínimo de conocimientos, registro, número de registro que se tiene que poner en la publicidad… al final es a favor del consumidor. El consumidor va a tener una protección mucho más alta y el nivel de exigencia que se nos pone a nosotros, para los que además nos tomamos el trabajo muy en serio, es bienvenida.

P.- ¿Corre Baleares peligro real de convertirse en una especie de paraíso inaccesible? El precio de la vivienda, sobre todo para los más jóvenes que se quieren independizar, es prohibitivo.

R.- Sufrimos por los jóvenes y por su acceso a la vivienda. También por la gente que quiere emprender un proyecto de vida. Lo tenemos que arreglar. Hablando de la demanda extranjera, sí que somos una de las regiones en España que tiene mayor atractivo. Seguramente somos una de las más longevas también. Hace más de 40 años que esto se estableció y que de hecho se planificó porque hay urbanizaciones enteras que se pensaron para segundas residencias. No obstante, lo que vemos en los últimos datos que nos vienen de parte de Registradores y por parte del Ministerio de Vivienda es que en Baleares si nos vamos al 2019, época precovid, y nos vamos a los últimos datos que tenemos ahora, el aumento de compra por parte de extranjeros ha sido de un 2%, lo cual quiere decir que más o menos estamos al mismo nivel. Si nos vamos a Málaga o Alicante, donde el crecimiento porcentual de compra por parte de extranjeros ha superado el 30%, es decir, podemos decir que ha habido un desvío por parte de compradores de segundas residencias hacia otras zonas de España con otros precios, porque también somos caros para los extranjeros y aquí ya estamos manteniendo un nivel similar.

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