Ginés Martínez: «El Club de Vela Port d’Andratx no puede desaparecer, somos un referente nacional y europeo»
La reciente decisión judicial sobre la nueva configuración del Port d'Andratx pone al Club al borde de la desaparición
Es un referente desde hace más de 50 años en programas deportivos, formativos y sociales en el Ponent de Mallorca

La reciente decisión judicial sobre la nueva configuración del Port d’Andratx pone al Club de Vela Port d’Andratx (CVPA) en una situación crítica, al reducir de manera significativa la superficie disponible para sus actividades náutico-deportivas y sociales.
Ginés Martínez Pina, presidente de la entidad, aborda en esta entrevista con OKBALEARES las consecuencias de esta decisión, que puede suponer el cierre del Club de Vela Port d’Andratx, un referente desde hace más de 50 años en programas deportivos, formativos y sociales en el Ponent de Mallorca.
PREGUNTA.- ¿En qué punto está actualmente el procedimiento administrativo que amenaza la continuidad del Club de Vela Port d’Andratx?
RESPUESTA.- Mal, muy mal porque lo que ha hecho el Tribunal Superior de Justicia de Baleares es adoptar, para lo que es un cumplimiento de la sentencia del Supremo emitida hace ocho años, la llamada decisión 4.2. Hablamos de cinco propuestas realizadas por Ports de les Illes Balears, algo totalmente inadecuado. Nadie hace cinco propuestas de concesión distintas. La condena fue sobre el Govern balear por haber utilizado un método no adecuado para anular un concurso de 2002, que fue una ley del Parlamento. En concreto, la Ley de acompañamiento de los Presupuestos. El Supremo consideró que esa anulación no estaba bien ejecutada, cuando con la base 10ª del propio concurso se podía anular en cualquier momento.
P.- ¿Podría explicarnos qué ocurrió exactamente y por qué llega ahora esta situación límite?
R.- En 2002 fuimos, por mala suerte, el primer club que tuvo que enfrentarse al fin de su concesión. De alguna forma, la Administración no había ejercido los derechos autonómicos para legislar sobre aquellas competencias que le habían sido transferidas. Entonces, la Administración -en aquel caso la Conselleria de Medio Ambiente, cuya consellera era Margalida Rosselló- decidió convocar un concurso al que, indudablemente, nos presentamos. Ese concurso se llevó a cabo, pero no nos puntuaron tanto como al primero. Por ejemplo, en la parte económica, con una diferencia mínima, se le puntuó más, e incluso se le valoró más en el apartado de marina deportiva. Aquello fue así y todos los concursantes, que éramos seis, impugnamos el concurso. Denunciamos también distintas irregularidades muy graves que había habido en todo el proceso. ¿Y qué ocurrió? La consellera Rosselló no firmó nunca y, por tanto, nunca concluyó el concurso. Admitió todos los recursos presentados y dejó el procedimiento sin resolver, alegando que venían elecciones.
El Partido Popular, cuando este asunto llega a sus manos, lo traslada a la Conselleria del señor Jaume Font. Como he dicho, la Abogacía decide, supongo, llevar al Parlamento una ley para anular todos los concursos náuticos que hubiera en ese momento. Insisto: no se utilizó lo que era lo normal, que era la base 10ª. Todo esto derivó en varias sentencias del Contencioso-Administrativo de Palma y posteriormente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que dieron la razón al Govern. En cambio, el Supremo y el Constitucional consideraron problemático no haber utilizado la vía correcta y haber recurrido a una ley que sólo beneficiaba o afectaba a un club, en concreto al Club de Vela Port d’Andratx. Posteriormente, salió la ley de 2005, debido a la problemática creada por nuestro caso, por la cual se protegía a todos los clubes náuticos de Baleares pertenecientes a la comunidad autónoma.
P.- ¿Cuáles serían las consecuencias directas si se dictara el cierre del club? ¿Qué pasaría con los socios, con los deportistas, con los trabajadores?
R.- Bueno, los amarristas están actualmente en las instalaciones, es decir, ocupan lo que se llama un puesto base. Difícilmente se puede decir nada a alguien que está amarrado y que está abonando sus tarifas. Probablemente pasarán a otro tarifario, dependiendo del canon que se imponga a esta marina. Ese es un tema en el que nosotros no entramos. Es una forma de recaudar más por parte de la comunidad autónoma y de que una sociedad mercantil obtenga más beneficios. Ese no es nuestro fin. Nuestro objetivo siempre ha sido ofrecer los mejores servicios náuticos, cosa que hemos logrado. Hemos demostrado una capacidad de gestión importante: nunca hemos tenido una falta ni nada que se nos pueda reprochar.
Procedemos de una primera concesión -de la que yo también formaba parte- por la cual compramos con mucho esfuerzo nuestros amarres para que se pudieran construir. Y, en cambio, cuando hace 20 años accedí a la presidencia, lo que hice fue que todos los puestos de amarre pasaran a ser del Club y se asignaran por orden a las personas que los solicitaran.
P.- El Club de Vela Port d’Andratx tiene casi 60 años de historia. ¿Qué papel ha desempeñado en la náutica deportiva social en Baleares?
R.- Además del aspecto deportivo, el Club ha resultado clave en la parte social, ya que es el lugar de cohesión del puerto. Recordemos que el Port d’Andratx es un puerto que debe prestar unos servicios náuticos y hacerlo de la mejor forma posible, pero también debe pensar en la convivencia, es decir, evitando ruidos innecesarios. Por ejemplo, música por la noche, porque ya hay bares y locales suficientes para ello. Esta filosofía de vecindad con todo el puerto se ha respetado siempre. Y en la náutica deportiva somos punteros. Tenemos todo tipo de trofeos, premios, equipos y, sobre todo, escuelas. Los niños pueden venir en verano, aprender natación y después pasar al equipo, empezando con la formación básica en vela. Todos los que quieren quedarse y formar parte de los equipos lo hacen. Nuestro presupuesto en ese ámbito ha sido prácticamente ilimitado: hablamos de casi 650.000 euros anuales sólo en deporte. En vela crucero también destacamos: organizamos la regata con mayor participación de cruceros de Baleares, la Liguilla Dos Estaciones, con 40 embarcaciones. Hemos tenido incluso que poner numerus clausus. Luego está la vela adaptada, la vela inclusiva… Somos un referente nacional y europeo, y contamos con una campeona del mundo y con campeones de Europa en nuestro equipo.
P.- También han contado con el apoyo de federaciones deportivas y entidades sociales. ¿Qué respaldo han recibido concretamente para esta causa?
R.- En este tema no tenemos queja alguna. La Federación Balear de Piragüismo, la española en su momento, la Federación Balear de Vela, la Cofradía de Pescadores, el Ayuntamiento de Andratx, entre otros, nos han mostrado su apoyo. Y numerosas entidades sociales también ¿Por qué? Porque ayudamos a todas las entidades que nos lo solicitan. Disponemos de ingresos gracias a los servicios que prestamos y apoyamos a todas las entidades que no pueden obtenerlos por sí mismas: deportes minoritarios, causas benéficas… pero nunca presumimos de ello.
P.- ¿Qué tipo de respuesta esperan ahora de la administración pública? ¿Qué medidas concretas podrían salvar el club?
R.- Bueno, la respuesta era clara: optar por la propuesta llamada 4.1 -que en realidad era la cuatro- que fue presentada en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares. Respetaba el edificio deportivo para lo que sería un club náutico. No quiere decir que hubiera sido nuestro; es decir, eso también habría salido a concurso. Pero al menos se respetaba la existencia de ese edificio y el ejercicio del deporte. También se mantenían unos pequeños pantalanes antiguos para poder tener los barcos de competición, disponer de embarcaciones de apoyo y algunos amarres. Digamos que hubiera estado bien poder contar con un acceso al mar. Esto es precisamente lo único que reivindicamos ya. Ni siquiera nos oponemos a que se ejecute la sentencia, aunque creemos que no es la forma adecuada. Pero, ya que se va a hacer, habría sido lógico dejar un acceso al mar para el Club, que ha creado todas estas instalaciones y que tiene una trayectoria intachable.
P.- ¿Y qué mensaje transmitiría a los vecinos de Andratx, a todo el mundo que está siguiendo con preocupación este tema?
R.- Que nos apoyen precisamente en que podamos tener acceso a nuestro mar. Uno de nuestros lemas más importantes es un mar sin barreras. Tengamos en cuenta que en el puerto de Andratx no tenemos playas y necesitamos acceder al mar. Necesitamos que, sobre todo en verano, cualquier niño o joven que esté formándose en deportes náuticos pueda acceder al mar. Además, el Club de Vela Port d’Andratx ha sido precisamente el vector económico del puerto. Es decir, todas las urbanizaciones que se han ido aprobando -en exceso, diría yo- en relación con el desarrollo económico local han sido posibles porque hace 60 años se creó el Club de Vela. Precisamente eso, ese acicate, ese punto de partida, fue determinante para que hoy la zona de Poniente, la zona de Andratx, tenga el valor que tiene. Me refiero a la valoración que se da a las viviendas y a las urbanizaciones.
P.- ¿Cree que se conseguirá?
R.- Tiene muy mala pinta. Pero también reivindicamos por qué el Port d’Andratx no puede disponer de un club y, en cambio, todos los demás puertos de Baleares, entre comillas, sí: Portocolom, Puerto de Pollença… ¿Qué razones hay? ¿Ha habido algo que realmente no se haya hecho bien? No. Por eso consideramos que la decisión judicial es incoherente.
P.- ¿Cuándo se sabrá?
R.- Pronto; hay urgencia en resolverlo. Parece que ahora, después de ocho años de litigar y tratar de defendernos, todo va muy rápido. Lo único que puedo asegurar es que, independientemente de la resolución judicial definitiva, el Club reafirma su voluntad de seguir desarrollando en el futuro sus actividades deportivas, educativas y sociales, aunque a día de hoy desconozcamos cómo y dónde podremos hacerlo.
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