La edil independentista de Palma imputada por los vertidos postergó la inversión para evitarlos
Frente al intento de blanqueo de la imagen de la concejala independentista de Més, Neus Truyol, (Més per Mallorca) a quien la Fiscalía pide cuatro años de prisión por los vertidos de fecales al mar, la realidad es que la edil paralizó la puesta en marcha de unas soluciones que tenía sobre la mesa cuando fue nombrada presidenta de la empresa municipal Emaya en el verano de 2015.
De hecho sólo actuó a finales de 2018, cuando le vio las orejas al lobo de una investigación sobre el particular iniciada por la Fiscalía en el primer semestre de ese año, y reforzada, tras la denuncia presentada el verano de ese año por el abogado, Santiago Fiol, a título individual.
Hasta entonces la misión de Truyol fue destinar las nuevas inversiones de los presupuestos de Emaya a otros fines, como la compra de contenedores y de nuevos vehículos, guardando en un cajón el plan director redactado por su antecesor en el cargo, Andreu Garau (PP) para atajar los vertidos.
Un documento que llevaba por título ‘Actuaciones pendientes de saneamiento y depuración en Palma’ y en el que se instaba a poner en marcha el depósito de laminación de aguas residuales, el también denominado tanque de tormentas, con el fin de reducir a su mínima expresión los vertidos al mar.
Un informe exhaustivo que estaba en su despacho cuando aterrizó en el cargo y que despreció y dejó en el olvido para centrarse en sus nuevas prioridades donde nunca figuró durante esos tres primeros años de la legislatura destinar las principales partidas del presupuesto millonario de Emaya (más de 120 millones año) a hacer frente a los periódicos vertidos de aguas fecales al mar cada día que llueve en verano.
El depósito de laminación tenía como misión proteger a las obsoletas depuradoras de las tormentas, separando aguas por tipologías para evitar vertidos, tal y como se establecía en el plan de inversiones y proyectos diseñado por la anterior dirección de Emaya (más de 26 millones de euros). Una actuaciones de nulo rédito electoral que fueron desechadas por la nueva dirección de Més en Emaya.
De hecho el concejal del PP, Julio Martínez, se hacía, recientemente, eco en las redes sociales de esta falta de inversión de Emaya para evitar los vertidos durante la pasada legislatura.
Hola @F_Armengol ! Veo que @hila no te ha informado de la dejación de @Neustru en Emaya para reducir los vertidos por los que le abren juicio. Aquí las inversiones de los presupuestos 2016,2017,2018,2019 ninguno sobre vertidos, sí contenedores, vehículos, renovaciones…👇🏻 pic.twitter.com/fJe5NcnOH0
— Julio Martínez (@JuliomartinezPP) July 3, 2022
Truyol y la anterior gerente, Inma Mayol, también imputada y a la que la Fiscalía le pide tres años de prisión por estos hechos, optaron por no fijar como prioritaria en materia de inversiones la necesidad de acabar con el vertido de aguas residuales al mar (algo clave en una economía turística como la balear) y optó por incrementar el gasto público en otra materias, disparando la contratación de personal, renovando toda la planta de contenedores de basuras de Palma a pie de calle y adquiriendo nueva flota de camiones para su recogida.
Inversiones con marcado rédito político, porque son visibles a pie calle y también en las urnas porque sólo en personal, el aumento del gasto en Emaya durante los pasados cuatro años superó los 8 millones de euros con la contratación de casi 300 barrenderos interinos y un 65% más de altos cargos, adquiriendo 7.944 contenedores por valor de 5.574.495,96 euros e incorporando 25 vehículos de recogida por 5.697.000 euros.
En el arranque de 2017, Emaya con Truyol al frente, destinó además 11.269.495,96 euros a las empresas Contenur SL para los contenedores y para los vehículos Sistemas y Vehículos de Alta Tecnología SA (Svat), mientras las obras del nuevo depósito de laminación para evitar vertidos al mar fueron postergadas hasta 2019, tras decenas de cierres de playas y cuando la Fiscalía ya estaba metida de lleno en la investigación de los hechos.