El Consell de Mallorca vuelve a celebrar el Corpus Christi tras ocho años de pactos de izquierdas
La fachada del Consell ha sido engalanada y desde sus balcones se han lanzado flores a la Custodia
El obispo Taltavull destaca en su homilía que el aumento del precio de la vivienda deja a muchas familias sin hogar
La Catedral de Palma ha sido escenario de la solemne celebración de la festividad del Corpus Christi, una fiesta a la que este año se han sumado el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca después de haberla ignorado durante los ocho años del pacto de izquierdas. El Consell ha abierto sus puertas y ha dispuesto una gran alfombra floral delante de su sede, en la calle Palau Reial. Además, ha bajado las banderas a media asta cuando la tradicional procesión regresaba a la Catedral.
La fachada del Palau ha sido decorada con damascos colgados de los ventanales y pétalos que caen al paso de la procesión presidida por la Lledània, la cruz procesional que pesa unos 65 kilos y está ornamentada con más de 1.200 flores de cera.
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha destacado que «después de mucho tiempo, el Palau engalanado recibe la procesión del Corpus con sus puertas abiertas». Además, ha dicho que «es un orgullo poder vivir por primera vez el Corpus Christi como presidente, pero es aún más emocionante hacerlo participando y recuperando una tradición abandonada estos años».
La celebración ha empezado a las 17 horas con la exposición del Santísimo. Posteriormente ha tenido lugar el canto de Vísperas y finalmente, a las 18 horas, la Eucaristía presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.
En su homilía, el obispo Taltavull ha hecho un llamamiento en favor de las personas desfavorecidas y ha recordado que el último informe de Cáritas «nos dibuja la realidad que viven miles de personas muy cerca de nosotros. Nos encontramos con situaciones de exclusión muy severas». Ha mencionado igualmente el problema de la vivienda «que se va agudizando y que provoca el incrementando de hombres, mujeres y familias sin hogar».
Al acabar la Eucaristía la procesión ha efectuado el recorrido tradicional: Dalt Murada, calle Palau, plaza Santa Eulàlia, calle Palau Reial, plaza de Cort y volver hacia la Seu. El Santísimo ha sido llevado por la carroza con la Custodia Mayor.
La Lledània y las insignias de la Seu (Tintinábulo y Conopeo) también se han lucido durante la procesión en la que han participado las Cofradías de Palma con sus estandartes.
Un año más, el elemento más esperado por los devotos ha sido la Lledània, la cruz procesional que encabeza la procesión del Corpus y que ha sido transportada por los miembros de las cofradías de Palma. La Lledània pesa unos 65 kilos y, tradicionalmente, se adornaba con flores frescas, aunque en la actualidad aparece ornamentada con más de 1.200 flores de cera.
El sacramento llevado a la Custodia, es la otro gran protagonista del encuentro. Se trata de una pieza elaborada por el orfebre de la Seu, Josep Nicolau, en 1585 y reestructurada por Nicolau Bonnín en 1785.
Son también de «especial interés» dos piezas que se utilizan en esta procesión del Corpus y que fueron diseñadas por Gaudí. La primera es el Conopeo, un elemento de forma cónica, con franjas de colores amarillo y rojo, sujeto por una asta de madera que lleva en lo alto una esfera coronada por una cruz.
Años atrás la ceñía una corona de aluminio que, por el uso, acabó degradándose hasta el punto de ser irrecuperable. Por este motivo, desde el 2004, ostenta una corona de plata.
El otro elemento propio de la procesión del Corpus es el Tintinábulo, también diseñado por Gaudí. Una campana de bronce, de forma casi cilíndrica, coronada por un sol que alterna puntas rectas y curvadas, y está sujeta a un palo que permite llevarla por las calles más cómodamente.