El campo balear envejece a marchas forzadas: dos de cada tres agricultores estarán jubilados en 2030
El 48,8% de la población agraria de Baleares tiene más de 65 años cuando a nivel nacional el porcentaje es el 39,8%
El campo en Baleares tiene un 9% más de población ya jubilada que el resto de España
El campo balear envejece marchas forzadas y a un ritmo superior a la media nacional. Sin relevo generacional a la vista, dos de cada tres agricultores estarán jubilados en 2030, lo que forzosamente se traducirá en el abandono de tierras de cultivo. Estos datos se han analizado en el Foro de Alto Nivel de Relevo Generacional en el Sector Agroalimentario, organizado el pasado miércoles en Pamplona por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El Foro se ha celebrado precisamente con el objetivo de debatir las cuestiones necesarias para abordar el desafío del relevo generacional en el sector agroalimentario en España.
En este Foro de Pamplona, Asaja Baleares ha presentado un estudio comparativo entre los datos de las Islas respecto a la media de España analizando las solicitudes de ayudas directas de la PAC del año 2022. Es un estudio que refleja cómo envejece el campo balear.
El estudio concluye que el campo balear envejece y que tiene un 9% más de población ya jubilada que el resto de España. Además, en Baleares el número de agricultores de entre 25 y 65 años es un 9% inferior a la media nacional. Ello significa que el problema de relevo generacional es más grave en el archipiélago que en el resto de España.
Tanto a nivel nacional como en Baleares, el porcentaje de hombres y mujeres que trabajan en el campo es similar: 63% hombres y 37% mujeres. Las diferencias están en la edad de los agricultores. Sólo el 6,5% de la gente del campo en las Islas tiene menos de 40 años mientras que el 44% tiene entre 40 y 65 años y casi un 50% (48,8%) tiene más de 65 años.
En España, el porcentaje de agricultores de entre 40 y 65 años es el 52%, ocho puntos más que en Balares. También a nivel nacional, el porcentaje de agricultores mayores de 65 años es el 39,8%, nueve puntos menos que el mencionado 48,8% que ofrecen las Islas.
La delegación balear ha aprovechado la jornada para debatir con el conseller de Agricultura, Pesca i Medi Natural, Joan Simonet, la importancia de la rentabilidad de las explotaciones y la necesidad de simplificar la burocracia en las zonas rurales para poder acometer las inversiones que son necesarias para el futuro del sector y el relevo generacional, solicitándole que ponga en marcha en nuestra comunidad autónoma las iniciativas expuestas en el Foro.
El Foro de Pamplona ha reunido a unos 150 participantes, entre jóvenes profesionales agrarios, administraciones públicas, universidades, entidades financieras y organismos vinculados al sector agroalimentario, y las principales conclusiones a las que se han llegado han sido las relacionadas con la necesidad de facilitar la incorporación de los jóvenes a las explotaciones agrarias o simplificar la transmisión de las mismas, así como las que se refieren a facilitar el acceso a la financiación y a mejorar las
ofertas formativas y el asesoramiento integral a los jóvenes.
El envejecimiento de la población agraria
Las principales organizaciones agrarias llevan años alertando sobre la elevada edad de los agricultores y la falta de relevo generacional en el campo.
El envejecimiento de la población agraria es un hecho generalizado en todas las regiones aunque en el norte es menos acusado. En Cantabria los agricultores jóvenes duplican la media nacional (16%) mientras que los mayores de 65 años son el 21% del total de agricultores.
En el extremo opuesto se sitúan la Comunidad Valenciana, Galicia, Comunidad de Madrid e Islas Baleares con cifras cercanas a la mitad de los jefes de explotación mayores de 65 años, el 48,8% en Baleares.
La organización agraria a nivela nacional Unión de Uniones destaca en un reciente informe que sólo el 8% de los agricultores en España tiene menos de 40 años. Además, se observa una tendencia de los agricultores mayores de concentrarse en explotaciones más pequeñas y de menor dimensión económica.
Unión de Uniones cree que «todo esto hace pensar en las trabas de la incorporación, con unas ayudas que no funcionan en la actualidad». Asimismo piden que estas políticas se modifiquen y «se hagan de verdad para quienes las reciben ya que no es posible que los jóvenes tengan que esperar 3 años para cobrarlas, con una capacidad financiera que no les permite hacer más que malabares». En este sentido, Unión de Uniones propone que las ayudas se den en dos fases: un 50% a la resolución del expediente y otro 50% tras la justificación de la inversión.
Con respecto a la PAC, insiste en la importancia de que vaya dirigida a los agricultores activos evitando que se diluya en quien no lo necesita para su renta, es decir todos aquellos que demuestran que más del 25% de sus ingresos proceden de la actividad agraria.
Más allá de las ayudas, la organización agraria recuerda que el 80% del negocio se encuentra en el mercado, por lo que insta a la Administración a volver a hacer el campo rentable a través de «una ley de la cadena alimentaria que se cumpla», así como otras medidas encaminadas a «romper con la competencia desleal de terceros países».
«Si no hay apoyo el relevo generacional es imposible. Los jóvenes aguantan 4 años y se van», comentan desde Unión de Uniones. «Si queremos que sigan, hay que ponerse manos a la obra y mucho de ello es voluntad política», añaden.