Armengol se queda sin auxiliares disponibles para el área de Salud tras echar a 1.700 por no saber catalán
La Conselleria de Salud agota el bolsín de interinos que tienen el certificado de catalán y recurre a los 'suplentes'
No rectica pese a la situación de emergencia y vuelve a exigir el catalán para ampliar el bolsín de interinos
Baleares expulsa a otros 1.692 auxiliares administrativos de la sanidad por no acreditar el catalán
Armengol se ve obligada a quitar el requisito del catalán a los enfermeros ante la emergencia sanitaria
Armengol quita el catalán a los oncólogos ante la grave situación de los pacientes en Ibiza y Formentera
La Conselleria de Salud del Govern balear que preside la socialista Francina Armengol se ha quedado sin auxiliares disponibles tras agotar la lista de interinos después de haber echado a 1.700 aspirantes a estos puestos de trabajo por no tener el certificado de catalán. Ahora, ante la situación de emergencia, la Conselleria de Salud no ha tenido más remedio que ampliar el bolsín de interinos pero lo hace volviendo a exigir el certificado de catalán, lo que augura más problemas para cubrir todas las vacantes.
Como desveló OKDIARIO el pasado 3 de marzo, en una resolución del director general del IB-Salut, Juli Fuster, firmada el 23 de febrero de este año, aparecieron las listas de los admitidos para formar parte de estos bolsines de interinos y casi 1.700 candidatos, 1.692 concretamente, fueron excluidos por no presentar el título que certifica el conocimiento de la lengua catalana.
La lista con aspirantes que presentaron el certificado de catalán ya se ha agotado y la Conselleria de Salud que preside Patricia Gómez (PSOE) ha decidido recurrir a la denominada lista subsidiaria, la de suplentes, donde también se exige el nivel B-1 de catalán.
En esta ocasión no ha hecho excepciones a pesar de la falta de personal como sí hizo recientemente para cubrir plazas de enfermería. Ante la crisis sanitaria en las Islas, derivada de la pandemia de covid-19, el Servicio de Salud decidió, como se recoge en una resolución del 11 de enero, eximir del requisito del catalán para acceder a una plaza de enfermera o enfermero.
Se trató entonces de una decisión arbitraria de la Conselleria de Salud puesto que el Govern integrado por PSOE, Podemos y los independentistas de Més aplica por lo general la ley aprobada por el anterior pacto en 2016, y sus correspondiente decretos, que establece como requisito saber catalán para acceder a una plaza en la Administración autonómica.
Otra excepción más reciente se refiere a las plazas de médico especialista a quienes no se les exige el certificado de catalán debido a las dificultades extremas con que se encuentra la Conselleria de Salud para conseguir profesionales. La situación es crítica en Ibiza donde la exigencia del catalán durante años, entre otras circunstancias, ha dejado a los enfermos de cáncer sin los oncólogos suficientes para ser atendidos y seguir los tratamientos prescritos.
De los cinco oncólogos que debería haber en el Hospital Can Mises de ibiza ahora sólo hay dos y uno de ellos se plantea un cambio de destino. Ante esta situación, los enfermos de cáncer de Formentera ya se han quedado sin oncólogo y no tienen más remedio que desplazarse a Ibiza.
La solución de urgencia adoptada por Salud ha sido desplazar a oncólogos de los hospitales públicos de Mallorca a Ibiza durante algunos días a la semana. Esta solución implica más carga de trabajo para los especialistas. Aparte están las quejas de los pacientes, que estaban acostumbrados a ser atendidos por un mismo especialista y no a tener uno distinto en cada visita.
Ante esta situación desesperada, como la ha calificado el Sindicato de Médicos de Baleares, el Govern de Armengol ya no pide el catalán a los oncólogos aunque visto lo visto, esta medida llega tarde.
La exigencia del catalán le está generando un problema tras otro a la Conselleria de Salud aunque por regla general se resiste a modificar o incumplir su propia normativa. El pasado 29 de septiembre OKBALEARES desvelaba que el Ejecutivo de Armengol había decidido excluir a 2.600 aspirantes a ocupar una plaza en los hospitales y centros de salud de Baleares por no tener acreditado el conocimiento del catalán. En aquella ocasión eran 12 enfermeras de Urgencias, 2.500 celadores y unos 40 trabajadores sociales e higienistas bucales.