El alcalde de Palma quiere que el pleno del 27 sea telemático para evitar las protestas de la EMT
Los sindicatos han convocado una concentración con motivo de la sesión para exigir la dimisión del concejal Dalmau
El veto a la presencia de público podría ser aprobado de forma unilateral por el gobierno municipal
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Las bajas por Covid obligan a la EMT de Palma a suspender las líneas nocturnas del fin de semana
El alcalde de Palma, el socialista José Hila, quiere que el pleno del 27 sea telemático, para evitar las protestas de los trabajadores de la EMT, que han convocado una concentración frente al Ayuntamiento para exigir la dimisión del concejal de Movilidad, el edil socialista Francesc Dalmau.
Una manifestación en señal de protesta por la retirada por parte del Govern balear de la concesión de los dos líneas en los municipios de Llucmajor y Marratxí, por el pésimo servicio prestado por la compañía pública de transportes palmesana.
La concentración irá acompañada de la presencia en la sala de plenos del portavoz del comité de empresa de la EMT, que exigirá la dimisión del edil Dalmau, cuya comparecencia han pedido también las formaciones de la oposición municipal para que dé cuenta de lo sucedido.
La posibilidad de que esa sesión plenaria sea telemática fue trasladada a los partidos de la oposición por el portavoz y concejal socialista de Deportes, Francisco Ducrós, la semana pasada, sin que hasta la fecha se haya cerrado una decisión a este respecto.
Aunque el cambio de formato, oficialmente, vendría motivado por la eclosión de contagios por efecto de la pandemia de la Covid, la oposición considera que no hay motivos suficientes para celebrar la sesión de forma telemática por las restricciones ya implantadas por el Ayuntamiento a la asistencia de público en los plenos.
Ya el mes pasado, las últimas tres sesiones celebradas se realizaron sin presencia de público en el salón de plenos. Sólo se permitió la entrada de los portavoces de las diferentes asociaciones de vecinos, que habían solicitado intervenir en algunos de los puntos a debate. Nadie que no fuese dirigente vecinal de una entidad registrada y reconocida oficialmente pudo asistir en diciembre a esas últimas sesiones plenarias.
La recuperación del público en el pleno fue demorada al máximo por el actual gobierno municipal, que tras 20 meses de pandemia, decidió abrir las puertas al público el pasado mes de octubre, permitiendo la presencia de un reducido grupo de 30 personas con mascarilla y guardando la distancia de seguridad reglamentaria.
La gestión política de la coalición de gobierno de socialistas, nacionalistas y Podemos en el Ayuntamiento de Palma está siendo muy contestada a pie de calle por toda clase de colectivos y entidades, desde comerciantes a asociaciones de vecinos.
El motivo, básicamente, es su intransigencia y escasa capacidad de diálogo en la aplicación de temas de calado en materia comercial, movilidad o laboral, en las dos principales empresas municipales, la de limpieza Emaya, y EMT. La visualización de esas protestas vecinales se concentran los días de pleno con notoria incomodidad para el alcalde y resto de su equipo.
El gobierno municipal, tiene la posibilidad de decidir de, forma unilateral, la vuelta a los plenos telemáticos, medida que deberá adoptar la Junta de Portavoces la última semana de enero, antes del inicio de la sesión.