Las bajas por Covid obligan a la EMT de Palma a suspender las líneas nocturnas del fin de semana
63 de los 555 empleados de la compañía están infestados
Las cuatro líneas del NitBus enlazaban con las principales zonas de ocio
El absentismo en la EMT, desbocado por el estrés laboral implantado por Dalmau: un 21,5% en septiembre
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La EMT Palma suspende desde mañana de forma temporal el servicio nocturno de transporte público (NitBus) que da servicio los viernes, sábados y vísperas de festivos, desde las 23.30 horas y hasta las 06:30 horas, a raíz de la elevada incidencia de bajas Covid en la EMT que afecta a un 10% de la plantilla.
A día de hoy, esta compañía municipal registra 107 bajas, 63 de las cuales por la incidencia de la pandemia entre los conductores de la EMT, un colectivo integrado por 555 personas. Hasta el momento, según el comunicado remitido por el Consistorio palmesano, el resto de servicios de la EMT Palma se han podido prestar con total normalidad.
Desde la EMT Palma lamentan tener que suspender este servicio, y la empresa, se compromete a reactivar la red de NitBus enseguida que la incidencia de bajas Covid lo haga factible.
La red de NitBus de la EMT Palma está integrada por cuatro líneas: N1 que enlaza Porta del Camp con el Paseo Marítimo; N2 de Can Blau hasta Can Valero, pasando por barrios como La Soledad; Nou Llevant, Escorxador o Camp Redó; N3 que une la zona del polideportivo Germans Escales con s’Indioteria y la N4 que parte del aeródromo de Son Bonet, y recorre la calle Aragón.
Aunque la compañía cuenta con un bolsín de interinos para cubrir las posibles bajas que se puedan ir produciendo en una plantilla que, esta legislatura, ha disparado su absentismo laboral que ha logrado superar el 20% en algunos meses, la dirección ha optado por suprimir este servicio.
Unas líneas nocturnas muy utilizadas por un público juvenil, que se desplazaban con ellas a las principales zonas de ocio nocturno de la capital balear, y que así no hacía uso de su vehículo privado, a altas horas de la noche.
Las numerosas bajas que padece la EMT que los sindicatos achacan a la nefasta gestión en materia de personal del presidente de la compañía, el concejal socialista, Francesc Dalmau, y el gerente, Mateo Marcús, han obligado cada mes a dejar sin cubrir múltiples servicios ante la falta de chóferes. Una situación de excepcionalidad que se está haciendo habitual y provocando un pésimo clima laboral entre dirección y trabajadores, como ya denunció, recientemente el Partido Popular.
Aunque la empresa ha incorporado en torno a 65 nuevos conductores esta legislatura, más de la mitad de inscritos en el bolsín (140 chóferes) no han sido llamados para incorporarse aunque sea de forma eventual.