Los restos óseos aparecidos en El Puerto apuntan a los de un joven desaparecido antes de verano
Los restos óseos encontrados el pasado sábado por la Policía Nacional en una carretera de acceso al Coto de la Isleta, en El Puerto de Santa María (Cádiz), podrían ser los de un varón de 30 años desaparecido antes de verano y que sus familiares buscaban.
Fue un vecino de la zona el avisó de la aparición de los restos. Sus perros, con los que paseaba, los encontraron entre un matorral. Entre los restos se halló un cráneo, varios huesos, ropa de hombre, un móvil y unas zapatillas de deporte.
La Policía Nacional ha informado de que una vez aparecidos los restos y con la zona acordonada, dos viandantes que presenciaban el dispositivo policial se acercaron para hacerles saber que llevaban buscando a un familiar desaparecido desde antes de verano. La persona en cuestión es un varón de 30 años natural de El Puerto de Santa María.
Asimismo, los familiares dieron una descripción de la vestimenta que llevaba el joven en el momento de la desaparición, aproximándose bastante a la encontrada junto a los restos óseos.
Investigación abierta
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los hechos ocurridos y determinar la identidad de la persona, así como la fecha del fallecimiento. La autopsia esclarecerá las posibles causas de la muerte, especialmente si ésta fue violenta o fruto de un accidente.
Los restos aparecieron en la tarde del sábado, cuando sobre las 20,00 horas, una persona que paseaba por un pinar los encontrara en medio de un matorral. Un indicativo de la Policía Nacional fue avisado para personarse en el lugar, un descampado de la zona conocida como El Tiro Pichón de El Puerto.
El hombre que se topó con los restos señaló que paseaba con sus dos perros y que estos se desviaron del camino y se adentraron por senderos menos accesibles, donde localizaron lo que parecían ser unos huesos humanos. Los policías, una vez en el lugar donde estaban los restos, vieron lo que se intuía como un cráneo humano y diversos huesos de diferentes partes de la anatomía, un teléfono móvil semienterrado, unas zapatillas blancas y una camiseta estampada oscura, por lo que se acordonó la zona y se avisó al forense de guardia.