El PSOE andaluz de Montero reivindica el «orgullo socialista» en pleno escándalo por comisiones ilegales
María Márquez acusa a Juanma Moreno de corrupción el mismo día que su partido sufre un nuevo varapalo judicial
El PSOE-A saca pecho en Andalucía mientras su dirección nacional pide perdón y pierde otro dirigente clave


Justo el día en que Santos Cerdán dimite salpicado por comisiones ilegales y Pedro Sánchez pide perdón a los españoles, el PSOE de Andalucía (PSOE-A) ha decidido sacar pecho y proclamar, sin sonrojarse, el «orgullo de ser socialista». María Márquez, portavoz del partido en el Parlamento andaluz, ha asegurado que «el PSOE siempre que se cae, se levanta», y ha advertido que no se van a callar.
En plena tormenta política para el PSOE, mientras los cimientos del partido tiemblan por los escándalos de corrupción que alcanzan a sus más altos cargos, Márquez ha decidido que era el mejor momento para dar una lección de superioridad moral y alzar la voz contra el Partido Popular en el Parlamento andaluz. Según ella, «la corrupción nos da asco», aunque no tanto como para ahorrarse las proclamas triunfalistas en medio del caos.
Durante el debate de política general celebrado este jueves, Márquez ha acusado al presidente Juanma Moreno de dirigir un Gobierno que «desvía 1.500 millones a la sanidad privada» y de estar rodeado de «altos cargos imputados». No contenta con ella, ha afirmado que el PP no puede dar lecciones, y ha señalado al presidente andaluz por «romper promesas» y «mentir a todos», asegurando que gobierna para intereses personales y no para los andaluces.
Lo curioso es que estas duras acusaciones y el discurso reivindicativo llegan exactamente el mismo día en que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, renuncia a su escaño tras ser vinculado por la Guardia Civil al cobro de comisiones ilegales. En lugar de guardar un prudente silencio o asumir la gravedad del momento, el PSOE andaluz opta por la épica socialista y lanza su campaña electoral con un mensaje de autoafirmación tan rotundo como oportuno: «Siempre que haya una causa justa, vamos a sentir el orgullo de ser socialistas».
Márquez ha acusado a Moreno de ser «una decepción andante con traje a medida» y de representar «la política del fango», sin reparar en el barro que cubre su propia formación. En un ejercicio de equilibrismo retórico, ha conseguido hablar de ética socialista mientras su partido se hunde en una de sus mayores crisis de credibilidad.