Un magrebí amenaza con un cuchillo a un quiosquero en Málaga mientras acusa a varios vecinos de «racistas»
El agresor arremetió también contra el mobiliario del local tras regresar armado con un cuchillo
El individuo está identificado y tiene antecedentes de conflictos previos en el pequeño pueblo malagueño


Un individuo de origen magrebí amenazó de muerte con un cuchillo al dueño de un quiosco en Benamargosa (Málaga) este lunes alrededor de las 15:00 horas, tras acusarlo de racismo por un acto vandálico que sufrió en su vehículo. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, aunque el agresor ya ha sido plenamente identificado.
El altercado comenzó cuando el individuo descubrió que las ruedas de su coche estaban rajadas. Convencido de que se trataba de una agresión motivada por racismo, se dirigió al quiosco del pueblo en busca de Alejandro, su dueño. Según los testigos, llegó visiblemente alterado y, en la terraza del establecimiento, pidió a una clienta que le prestara su teléfono móvil. Al recibir una negativa, también la acusó de racismo y se marchó momentáneamente del lugar.
Poco después, el hombre regresó con un cuchillo oculto bajo un trapo y, fuera de sí, arremetió contra el quiosquero al que amenazó de muerte. Acto seguido, descargó su furia contra el mobiliario de la terraza, lanzando mesas, sillas y todo lo que encontraba a su paso. La violencia de su reacción generó momentos de pánico entre los presentes.
Alejandro, el comerciante agredido, presentó una denuncia ante las autoridades tras el suceso. La Guardia Civil tomó declaración a los testigos y comenzó a recopilar pruebas para determinar el alcance de la amenaza. Por ahora, el autor del ataque no ha sido arrestado, pero los agentes han confirmado que se encuentra plenamente identificado y reside en el propio municipio.
El incidente ha reavivado el malestar vecinal. Según relatan algunos residentes de Benamargosa, el acusado vive en una casa de alquiler junto a otros compañeros que, visiblemente molestos por su actitud, afirman no poder «controlarlo» y se muestran «indignados» por su comportamiento. No es la primera vez que este individuo protagoniza episodios conflictivos en la localidad.
Varios vecinos han salido en defensa de Alejandro, asegurando que se trata de una persona respetuosa y trabajadora, sin antecedentes de actitudes discriminatorias hacia nadie. «Aquí nos conocemos todos, y jamás le hemos oído una palabra fuera de lugar», comenta uno de los residentes. El apoyo al quiosquero ha sido unánime en el pueblo tras el violento suceso.
La Guardia Civil continúa las diligencias para determinar si el individuo será acusado formalmente de amenazas graves y daños, a la espera de que la investigación confirme todos los detalles de lo ocurrido. El clima en el pueblo es de preocupación, pero también de unidad en torno a la víctima.
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