El Gobierno teme una «revancha» entre clanes tras el tiroteo con armas de guerra en las Tres Mil Viviendas
Se ha reforzado el operativo policial en la barriada para evitar nuevos incidentes o ajustes de cuentas
El Gobierno se ha visto obligado a desplegar un refuerzo especial de efectivos de la Policía Nacional en la barriada de las Tres Mil Viviendas de Sevilla tras el tiroteo con armas de guerra registrado en la noche del pasado sábado a fin de localizar a los autores y evitar que se desencadene una «revancha» entre los clanes implicados, los Caracoleños y los Naranjeros, que trataron de intimidarse y ajustar cuentas después del intento de robo de un cargamento de marihuana.
Así lo ha avanzado este martes, a preguntas de los periodistas durante una visita a Motril (Granada), el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, que ha explicado que la investigación continúa abierta, aunque sin detenciones. Tras el suceso, los agentes intervinieron un arma, munición y casquillos en una vivienda de la calle Lazarillo de Tormes. Una bala impactó en la ventana de un despacho del centro de Sevilla, a más de 2,5 kilómetros de las Tres Mil.
Con respecto al tipo de arma empleada, el delegado ha señalado que no es algo exclusivo de Sevilla, sino que las organizaciones criminales usan armas cada vez más «sofisticadas», como se ha visto en otras zonas de Andalucía, véase las mafias que operan en la desembocadura del río Guadalquivir y la Costa del Sol, o en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde los narcos dispararon el pasado mayo a la Guardia Civil con armas automáticas de guerra.
«El propio enfrentamiento entre las organizaciones criminales hace que recurran a armamento de unas características similares a las que utilizan los militares en conflictos bélicos», ha apuntado Fernández, recalcando que lo ocurrido en las Tres Mil Viviendas no es algo «excepcional».
El delegado ha añadido que la Policía Nacional está trabajando, en coordinación con la Guardia Civil, para «evitar que haya una revancha o réplica, como suele ocurrir de forma casi automática cuando hay un enfrentamiento» de este tipo.
Este lunes, un bombero fue atropellado en la Tres Mil Viviendas por un vehículo que circulaba a gran velocidad y que posteriormente se dio la fuga. El bombero fue trasladado al hospital con heridas en una pierna y el conductor, con un amplio historial delictivo, fue detenido poco después gracias al fuerte despliegue policial en la zona.
Sanz pide «contundencia»
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que el jueves se reunirá con el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, para tratar lo ocurrido, ha asegurado que «sin actuaciones policiales contundentes este tema no tiene solución». «En este momento estamos ante un problema única y exclusivamente de seguridad ciudadana que corresponde atajar al Ministerio del Interior», ha recalcado.
Además, Sanz ha confirmado que desde el sábado, los servicios municipales de transporte y limpieza no entran en dos puntos concretos de la barriada, que ha calificado como «muy calientes», si no es acompañados por la Policía Nacional.
En la reunión de este jueves entre el alcalde y el subdelegado intervendrá también el comisionado del Polígono Sur, Jaime Bretón, que este lunes habló de «ostentación» de armas de fuego con motivo de un intento de robo de droga entre clanes rivales de narcotraficantes. En la barriada y los alrededores son habituales los cortes de luz por los enganches ilegales para cultivar marihuana en el interior de viviendas.
«Es un problema muy importante y hay mucho dinero de por medio. La rivalidad entre los clanes va en aumento y la tensión también. No hablamos sólo de pistolas, sino de armamento sofisticado», manifestó Bretón en declaraciones a Canal Sur Radio.
En 2013, una niña de siete años falleció alcanzada por una bala perdida en las Tres Mil Viviendas, donde ya el pasado mes de junio otro tiroteo dejó dos muertos, padre e hijo, tras una reyerta a tiros y puñaladas en la calle Victoria Domínguez Cerrato.